EL GRAN 'HACKER', EN LIBERTAD (III)

El desafío

En una mezcla de juego y gamberrada, Mitnick retó a un periodista de 'The New York Times' y a un 'hacker' de la Universidad de California

Una de las personas que siguió desde el principio la historia de Kevin Mitnick es el periodista de The New York Times John Markoff, especializado en información tecnológica. "Me parecía una historia interesante y divertida", recuerda Markoff a este periódico, en conversación telefónica. "Entonces, el crimen informático era algo nuevo. La historia de Kevin era muy intrigante".

A Markoff, esta versión de la historia le parece ridícula: "Mitnick violó la ley repetidas veces, y ya era un icono cuando yo escribí ese artículo. No entiendo porqué me culpa a mí de sus delitos".

...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Una de las personas que siguió desde el principio la historia de Kevin Mitnick es el periodista de The New York Times John Markoff, especializado en información tecnológica. "Me parecía una historia interesante y divertida", recuerda Markoff a este periódico, en conversación telefónica. "Entonces, el crimen informático era algo nuevo. La historia de Kevin era muy intrigante".

Mientras Markoff investigaba su historia, Mitnick seguía pasando temporadas intermitentes en la cárcel. Fue detenido en cinco ocasiones, hasta que el 4 de julio de 1994, la historia de Markoff sobre la actividad delictiva de Mitnick y la absoluta incapacidad del FBI para frenarle fue portada de The New York Times. Para Mitnick, ese día fue el principio del fin: "Pasé de ser un chico que adoraba los trucos de magia a convertirme en el hacker más famoso del mundo, temido por empresas y gobiernos", asegura en su libro. Además, añade Mitnick, al FBI no le gustó nada que el mayor periódico del país explicara cómo un joven delincuente autodidacta conseguía burlarse una y otra vez de su autoridad. Markoff explicaba, por ejemplo, que en una ocasión, los agentes federales, que habían seguido durante horas el rastro electrónico que estaba dejando el pirata informático, entraron en un apartamento de Los Ángeles y sólo encontraron a un asustado inmigrante, que estaba viendo la televisión. Desde entonces, añade Mitnick, el FBI se tomó su captura como algo personal.

P. F. DE L.
Más información

A Markoff, esta versión de la historia le parece ridícula: "Mitnick violó la ley repetidas veces, y ya era un icono cuando yo escribí ese artículo. No entiendo porqué me culpa a mí de sus delitos".

El primer error

Mitnick siguió huyendo y hackeando un año más, hasta que el día de Navidad de 1995 cometió el primer error de la cadena que le llevaría a prisión. Ese día, Mitnick penetró supuestamente en el ordenador del joven japonés Tsutomu Shimomura, un experto en seguridad informática de la Universidad de California, hacker también y amigo de John Markoff. Cuando se enteró de que Mitnick había entrado en su sistema, Shimomura, que siempre ha tenido un alto concepto de sí mismo y sus habilidades técnicas, anuló el viaje de esquí que tenía previsto realizar en Navidad y se puso manos a la obra. Su objetivo era cazar a Mitnick.

El joven se puso en contacto inmediato con las autoridades para ofrecer su ayuda en la captura de Mitnick, algo que nunca le ha perdonado la comunidad hacker, que le considera un traidor. Con la ayuda del experto, el FBI logró, en apenas mes y medio, reducir el radio de acción de Mitnick a un bloque de apartamentos de la localidad de Raleigh, Carolina del Norte. Markoff, alertado por Shimomura, seguía la historia día a día.

Mitnick es puesto en busca y captura por las autoridades y su caso se convierte en uno de los más notorios en la historia de la delincuencia informática.

Archivado En