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Madrid bloquea las ecografías en centros de salud del sur por falta de radiólogos

Muchos pacientes que aguardan una prueba no engrosan las estadísticas oficiales de listas de espera porque las agendas están cerradas y se pasan meses sin cita

Los médicos de algunos centros de salud de la Comunidad de Madrid que piden una ecografía para sus pacientes no consiguen que les citen. No es que se encuentren con grandes demoras (que también): cuando los administrativos intentan fijarles una fecha, se encuentran que las agend...

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Los médicos de algunos centros de salud de la Comunidad de Madrid que piden una ecografía para sus pacientes no consiguen que les citen. No es que se encuentren con grandes demoras (que también): cuando los administrativos intentan fijarles una fecha, se encuentran que las agendas están cerradas. Los pacientes se van a su casa sin cita y sin formar parte de las listas de espera oficiales.

Ocurre, al menos, en centros de salud de sur de Madrid, según ha podido confirmar EL PAÍS con media docena de médicos que trabajan en los distritos de Vallecas y Usera, zonas populares de la ciudad que suman medio millón de habitantes. En otros lugares, este periódico no ha podido constatar que suceda lo mismo. La situación es heterogénea: algunos se quejan de retrasos desproporcionados, otros no notan ninguna anomalía con las ecografías.

Uno de los médicos de familia, que prefiere permanecer en el anonimato ―como todos los consultados―, pone un ejemplo: “Un paciente vino en junio. Encontré un bulto y, como tengo formación en ecografía, la hice yo. Pero no fue suficiente, necesitaba la opinión de un especialista, así que le di el volante para pedir cita. Pero las agendas estaban bloqueadas y los administrativos no podían solicitarla. Lo hemos conseguido esta semana. Se la harán en diciembre”.

Oficialmente, este hombre tiene una espera de dos meses para su ecografía, y así engrosará las estadísticas de la Comunidad de Madrid. Pero, en realidad, ya llevaba cuatro esperando su prueba, con la incertidumbre de no saber cuándo le iban a citar, y con un bulto sin diagnóstico.

Según los últimos datos publicados por la Consejería de Sanidad para los hospitales 12 de Octubre e Infanta Sofía, dos de los afectados, la demora oficial es de 69,5 y 60,6 días en las ecografías, respectivamente. La media cuadra con los dos meses que aguardará el paciente desde que le dieron cita, pero la espera real para él será de seis.

La Comunidad de Madrid no ha dado explicaciones a este periódico sobre qué está sucediendo este procedimiento.

El problema de fondo, cuentan los médicos, es que no hay suficientes radiólogos para atender las ecografías, una prueba relativamente lenta, que requiere de una dedicación de tiempo que no tiene, por ejemplo, una radiografía. No sucede, hasta donde ha conocido este diario, en los embarazos y los problemas de corazón, para los que las ecografías las realizan los obstetras y los cardiólogos, y van por un circuito diferente. El colapso se limita solo a los especialistas en radiodiagnóstico.

En los centros de salud de los médicos que han reportado estos problemas se organizan de diferentes formas para afrontarlos. Los administrativos de uno de ellos van guardando los volantes y cada día encienden el sistema para intentar pedir cita. Si se abren agendas, van solicitándolas en el orden que han llegado las peticiones. De forma manual, fuera del circuito oficial. En otro, cuentan que los van apuntando en una libreta y hacen algo parecido.

“Cuando esto comenzó a suceder, hace aproximadamente un año, le decíamos al paciente que volviera otro día, pero cuando vimos que era imposible tuvimos que dejar de hacerlo, porque tenían que estar viniendo constantemente y no conseguíamos meterlos en las agendas”, señala uno de los médicos.

En uno de los centros de salud, una pediatra explica que la directora administrativa les advierte directamente de que no pidan ecografías, puesto que es imposible pedir citas. “Llevamos como un año así. He pedido ecografías preferentes y me han dado citas para diciembre del 2026”, asegura otra. “Cuando encontramos algo que creemos que es muy urgente, aconsejamos al paciente que vaya a Urgencias”, añade.

Pero la mayoría de los hallazgos que requieren ecografía no son, a priori, urgentes. Se trata de sospechas clínicas que pueden resultar patologías banales, o muy graves. Un bulto puede ser un quiste de grasa o un tumor, para el que cada día que pasa sin diagnosticar supone un riesgo añadido para la vida del paciente.

Otro de los médicos confiesa que está evitando en la medida de lo posible pedir ecografías, en situaciones clínicas que lo requerirían, si el sistema funcionase. “Trato de diagnosticar por otros medios, pero se me pueden estar pasando cosas”, lamenta.

En un centro de salud, un médico explica que también han estado un año en esta situación, pero que hace unas semanas comenzaron a abrirse agendas “para determinadas cosas”.

Los centros de salud donde este periódico ha constatado los problemas dependen sobre todo de la Unidad Central de Radiodiagnóstico (UCR), un equipo creado en 2008 para dar soporte a seis hospitales pequeños de la comunidad. También a centros de salud que dependen del Hospital 12 de Octubre.

El procedimiento habitual en muchos de estos centros de salud es enviar las pruebas a clínicas concertadas, que siguen realizando otro tipo de exámenes, pero que no siempre dan abasto para las ecografías.

Escasez de radiólogos

Los problemas en las pruebas diagnósticas se han puesto de manifiesto en las últimas semanas en Andalucía, donde al menos 2.000 mujeres con una mamografía dudosa no recibieron sus resultados. No está claro cuál ha sido el origen de esta situación, pero se ha mostrado que el número de radiólogos era insuficiente.

Según el último informe encargado por el Ministerio de Sanidad sobre las necesidades de médicos del Sistema Nacional de Salud, de 2023, había un déficit de un 10% de especialistas en radiodiagnóstico en toda España.

Radiología es de las especialidades con alta prevalencia de práctica dual: entre el 50% y el 75% de los radiólogos que trabajan en la privada lo hacen a tiempo parcial, explica Beatriz González López-Valcárcel, una de las autoras del estudio.

Sin embargo, se prevé que hasta 2035 aumente un 38% la oferta de radiólogos por 100.000 habitantes, debido a la dinámica de plazas MIR ofertadas y a las pirámides etarias. Según González, su modelo no prevé déficit de radiólogos en un horizonte de cinco años.

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