El videoclip violento y “premonitorio” de la pandilla que mató a Samuel: “Como te pille se te va a acabar la suerte”
El jurado popular escucha en la Audiencia de A Coruña la canción grabada por los menores condenados y los adultos acusados del asesinato, armados y encapuchados, dos meses antes del linchamiento
“Dando duro, dando duro, dando duro que tú te vas para el suelo”. El ritmo machacón, contundente, de una canción cargada de violencia ha sonado esta mañana en la sala de la Audiencia Provincial de A Coruña donde se celebra el juicio contra cinco de los supuestos autores del linchamiento de Samuel Luiz Muñiz. Ha sido una escena inaudita, algo nunca antes vivido en esta nueva sede judicial de la ciudad gallega, en el edificio rehabilitado de la vieja fábrica de Tabacalera. Desde que comenzó este juicio por el asesinato con tintes homófobos del enfermero de 24 años, el pasado 16 de octubre, la acusación ha exhibido y hecho referencia muchas veces a un fotograma en el que los procesados aparecen en un descampado, junto a menores de la misma pandilla, armados con katanas, bates, barras y armas blancas, alguno con pasamontañas.
Los acusados que ya han declarado en este juicio se defendieron asegurando que la escena era de un videoclip para una canción escrita por Marco, uno de los menores ya juzgados por los hechos y condenados a tres años y medio de “reeducación”. El miércoles de esta semana, durante la declaración del primer jefe de la policía nacional que se puso al frente de la investigación, el mando, Carlos Temprano, acrecentó la intriga del jurado acerca de esta grabación musical: “Cantaban una canción de rap que ponía los pelos de punta, una exaltación de la violencia, una premonición de lo que vendría después”.
El vídeo, recuperado por los agentes del móvil de uno de los acusados, Kaio Amaral, se había grabado dos meses antes de aquella noche, la madrugada del 3 de julio de 2021, en la que una jauría humana destrozó a golpes la cabeza de Samuel, una víctima aleatoria, a la que no conocían de nada, que simplemente estaba a las puertas del mismo pub que sus verdugos. Cuando el principal acusado, el que empezó la reyerta, Diego Montaña, se dirigió agresivamente a Samuel creyendo que este le estaba grabando (un hecho falso), le gritó “deja de grabar, maricón de mierda”. El trap de Marco, un joven originario de Madrid que vivía en A Coruña y formaba parte del mismo grupo, recoge casi literalmente ese mismo insulto, y cuenta las andanzas criminales de un pandillero que puede vivir “dando duro”, “reventando” y “escapando del juzgado hasta el 9 de agosto”.
Marco tenía entonces 17 años y estaba a punto de cumplir 18. Pero por su edad fue a parar a un centro de menores y, gracias a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía en el que reconocían su participación directa en la matanza de Samuel, él y David, otro menor, lograron una pena de solo tres años y medio de “reeducación”, y ya están a punto de cumplirlos. El día que estos dos jóvenes, ya mayores de edad, declararon en calidad de testigos desde el centro de menores en el juicio que se está celebrando, no señalaron a nadie. Se escudaron en su desmemoria de los hechos y hasta se situaron “a 20 metros” de la pelea, como si no hubieran participado en la paliza mortal contra Samuel Luiz más que como meros espectadores.
Los abogados de la defensa, sin embargo, rechazaron el miércoles que el contenido de este vídeo tenga un reflejo en la noche del crimen. Consideran que se ha introducido en el juicio por una simple “interpretación” u “opinión” policial, “sin ninguna base probatoria”. La canción de trap se titula Dando duro, la expresión que vertebra la pieza de principio a fin, a la que se van cosiendo las demás frases en tono desafiante: “Como te pille se te va a acabar la suerte”, “te vamos a dar fuerte”, “te pongo lubricante pa que mi hermano te reviente”. Dando duro “con más rabia que un toro”, “dando duro desde los 14 años”. “Otros chupan pollas, yo soy como el añejo. Escalando vallas, abriéndome paso. Mira si te cojo, que te espabilo fijo”. “Yo no doy consejos, que para eso ya están otros. Yo estoy dando duro, reventando el bombo. Escapando del juzgado hasta el 9 de agosto. Buscando pasta, moviendo costo”. El tono violento y retador no cesa, es una amenaza continua contra alguien: “manchados de rojo mis puños y mi cuerpo”, dice el cantante. “Maricas de mierda, están hablando falso (...) Tus sapos de mierda están dando los nombres. Como te pille se te va a acabar la suerte”.