Bruselas propone que se prohíba fumar en terrazas, incluso cigarrillos electrónicos

La recomendación, no vinculante puesto que la salud es competencia de los Estados, busca ampliar los espacios sin tabaco a áreas donde se concentran mayoritariamente niños y jóvenes

Una persona fumando en una terraza, en diciembre del año pasado en Madrid.Eduardo Parra (Europa Press)

Lograr el objetivo de tener una “generación libre de tabaco” para 2040 y, sobre todo, reducir los graves problemas de salud de fumadores y de las víctimas del humo ajeno requiere pasos más contundentes. Esa es la conclusión a la que ha llegado la Comisión Europea, que ha propuesto este martes a los Estados la ampliación de las zonas libres de humo sobre todo a zonas de ocio infantil y a otros ...

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Lograr el objetivo de tener una “generación libre de tabaco” para 2040 y, sobre todo, reducir los graves problemas de salud de fumadores y de las víctimas del humo ajeno requiere pasos más contundentes. Esa es la conclusión a la que ha llegado la Comisión Europea, que ha propuesto este martes a los Estados la ampliación de las zonas libres de humo sobre todo a zonas de ocio infantil y a otros espacios de fuerte concentración de personas, entre ellas, las terrazas de cafeterías, bares o restaurantes. Además, aboga por la prohibición en estas áreas no solo del cigarrillo tradicional, sino también de las nuevas formas como el electrónico o los productos de tabaco calentado (HTPS).

“Tenemos la obligación de proteger a nuestros ciudadanos, en especial a los niños y los jóvenes, de la exposición de humo y emisiones dañinas”, ha dicho la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, quien durante el mandato que ahora termina ha dado un fuerte impulso a la lucha contra el cáncer del que ella misma fue víctima. El consumo de tabaco sigue siendo el mayor riesgo evitable para la salud en la UE y es responsable de la muerte de hasta 700.000 ciudadanos europeos cada año, “decenas de miles de ellos por exposición al humo de segunda mano”, ha recordado la chipriota. Es también la principal causa de cáncer prevenible: el 27% de todos los tipos de cáncer están vinculados al tabaquismo, según datos de la Comisión Europea.

La recomendación —una propuesta no vinculante que sugiere a los Estados líneas de actuación en una materia determinada— es, en realidad, una actualización de la recomendación de noviembre de 2009 sobre los entornos libres de humo. El nuevo texto busca ampliar estos espacios y también incluir en la prohibición las nuevas formas de consumo de tabaco, especialmente los cigarrillos electrónicos y los HTPS, desconocidos cuando se elaboró el texto original, pero que, como señala ahora Bruselas, no solo son cada vez más vendidos, sino que atraen “especialmente a jóvenes”.

La Comisión propone ampliar las políticas nacionales de espacios libres de humo a espacios al aire libre claves como zonas de juego, parques de atracciones, zoos o piscinas, donde se concentran gran cantidad de menores. Pero también plantea extenderlo a otros puntos de gran afluencia, como las paradas y estaciones de transporte público, desde trenes, autobuses a aeropuertos, así como zonas exteriores de establecimientos sanitarios y escolares, incluidas las universidades, entradas a centros comerciales o a edificios públicos, entre otros.

La medida, agrega, debería hacerse también extensiva a “cualquier espacio” abierto o semicerrado de establecimientos de servicios, es decir, las “terrazas, azoteas, patios” y otros lugares reservados asociados a bares, cafés y restaurantes.

En este sentido, Bruselas se apoya en un informe publicado en junio por el Eurobarómetro (con datos de 2023) en el que el 74% de los encuestados dijeron haber visto a gente fumando en las terrazas cuando visitaron estos establecimientos. Más preocupante, sin embargo, para la Comisión es que otro 42% dijo haber visto a gente fumando en espacios exteriores destinados a niños y adolescentes y un 49% que lo que consumían eran productos nuevos como el cigarrillo electrónico.

No solo se trata del efecto llamada de este tipo de productos nuevos entre los consumidores más jóvenes por la falsa percepción de que son más saludables (o menos perniciosos). “Sus efectos dañinos potenciales son serios y sus usuarios pueden hacerse adictos a la nicotina, además de acabar a menudo consumiendo tanto el tabaco tradicional como estos productos emergentes”, señala la Comisión. Pero es que además, recuerda Bruselas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha advertido de los “efectos negativos a la exposición de emisiones de segunda mano de estos productos emergentes, incluidos problemas respiratorios y cardiovasculares significativos”.

“Muchos cánceres y otras enfermedades pueden ser totalmente evitadas mediante cambios sencillos a nuestro modo de vida y entorno”, ha recordado el vicepresidente para la promoción del modo de vida europeo, Margaritis Schinas. En los últimos años, los europeos ya han podido ver los “beneficios de las zonas libres de humo” y la nueva recomendación “lleva esos beneficios a un nuevo nivel a la par que mejora los esfuerzos colectivos en la salud preventiva”, ha afirmado.

Algunos países ya están trabajado medidas de prevención antitabaco en estos espacios. A inicios de este mes, el primer ministro deL Reino Unido, Keir Starmer, y el de Sanidad, Wes Streeting, confirmaron que contemplaban la posibilidad de prohibir que se fume en terrazas y patios de restaurantes y bares. Así como en el exterior de hospitales o estadios deportivos. En España, la Ministra de Sanidad, Mónica García, indicó a fines del año pasado que estudiaban el plan de prevención y control del tabaquismo para aumentar los espacios libres de humo. En su momento, la ministra no confirmó si se prohibiría fumar en las terrazas.

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