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Las ayudas europeas con las que mejorar el futuro profesional

A veces el reto no es la falta de recursos, sino que los conozcan los millones de personas que pueden beneficiarse de ellos. Con este objetivo, la Comisión Europea despliega el mayor esfuerzo de su historia tanto en ayudas que impulsan el empleo de calidad, la igualdad y la inclusión, como en divulgación para que nadie se quede atrás

Uno de cada cinco menores de 30 años se encuentra en riesgo de pobreza a pesar de tener trabajo. Este panorama es especialmente preocupante en España, con un paro del 30% en menores de 25 años.

¿Cuál es la mayor fuente de riqueza de una economía como la española? ¿Su industria, su turismo? No, es su gente, su capital humano. En esta valoración coinciden instituciones como la Unión Europea o el Banco Mundial, que atribuye a este recurso el 70% de la riqueza en los países desarrollados y calcula que un euro dedicado a educación acaba generando unos 20. La conclusión es clara: desarrollar las competencias laborales es la mejor inversión posible. Por tanto, que una persona, y no digamos un colectivo, no sepa cómo acceder a esta formación resulta injusto, y además supone una oportunidad perdida para el conjunto de la sociedad.

Según la Comisión Europea, nada menos que el 77% de las empresas en la Unión tiene dificultades para contratar las capacidades laborales necesarias, 28 profesiones sufren escasez de personal ⎯no solo las tecnológicas, también la sanidad o la construcción⎯, y cuatro de cada diez adultos carecen de competencias digitales básicas.

Según la Comisión Europea, el 77% de las empresas en la Unión tiene dificultades para contratar las capacidades laborales necesarias.

Un filón de talento espera

Hacen falta muchos más profesionales, y sin embargo ahí está ese filón de riqueza potencial, de personas que necesitan formarse para elevar su nivel profesional y encontrar un buen empleo que mejore sus opciones de planificar un proyecto vital, conciliar la vida familiar o salir del riesgo de exclusión.

Hablamos de millones de mujeres que sufren mayores tasas de precariedad laboral, un 50% de personas con discapacidad que no logran encontrar trabajo, el 47% del colectivo LGTBIQ+ que ha sufrido discriminación o acoso en el entorno laboral, o de los problemas de los jóvenes para alquilar una vivienda e independizarse. De hecho, uno de cada cinco menores de 30 años se encuentra en riesgo de pobreza a pesar de tener trabajo. Este panorama es especialmente preocupante en España, con un paro del 30% en menores de 25 años.

Con el fin de cumplir ese principio ético, pero también de responder a las necesidades profesionales en la economía de hoy, y de cara al futuro, la UE despliega el mayor esfuerzo de su historia en gestión y presupuestos, con 99.300 millones de euros destinados a reducir la brecha entre oferta y demanda fomentando el empleo de calidad, la inclusión social, la educación y la cualificación.

El programa Erasmus está dotado con 26.200 millones de euros, y los Fondos Next Generation destinan 17.800 millones a la formación de adultos para la recuperación, tras la pandemia.

Recursos para todas las necesidades

Teniendo en cuenta la variedad de programas en un objetivo tan amplio, no siempre es fácil entender dónde obtener orientación y ayuda práctica para cada persona y en cada país. Por eso la Comisión ha desarrollado una web que recoge de forma exhaustiva todas las ayudas disponibles para todo tipo de personas, incluyendo a jóvenes, personas en situación de desempleo, trabajadores que quieran iniciar una nueva etapa profesional y también a empresarios y emprendedores, especialmente de pequeñas y medianas empresas.

En competencias, por ejemplo, enlaza con programas como Garantía Juvenil, de formación profesional en oficios demandados. Por su parte, el proyecto ALMA ayuda a encontrar prácticas supervisadas en otro país de la Unión, mientras Erasmus no solo permite estudiar, también trabajar, en el extranjero. Quienes quieren echar una mano a los más vulnerables, pueden acudir al Cuerpo Europeo de Solidaridad y unirse a proyectos de cooperación.

No faltan las bolsas de empleo y plataformas de conexión entre ofertas y demandas como EURES, cuyos consejeros asesoran paso a paso, o el proyecto Europass con autoevalución y herramientas para acompañar durante todo el proceso de aprendizaje. El Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización enfrenta la creciente tendencia de la movilidad y ayuda a los empleados despedidos a encontrar otro trabajo o a crear su propia compañía. Hablamos de programas permanentes o de largo plazo, como el plan de cinco años para el desarrollo personal y profesional, de la Agencia Europea de Competencias.

La Comisión despliega el mayor esfuerzo de su historia en gestión y presupuestos, con 99.300 millones de euros destinados a reducir la brecha entre oferta y demanda y a fomentar el empleo de calidad.

Qué más hace la UE contra la exclusión

En la Cumbre Social de 2021, los países miembros se comprometieron a alcanzar en 2030 objetivos como un 78% de personas empleadas desde los 20 a los 64 años, que el 60% de los adultos reciban formación o sacar al menos a 15 millones de personas del riesgo de pobreza o exclusión social.

Por su parte, la UE adoptó en noviembre del 2022 una directiva europea que aspira a incrementar la presencia de mujeres en los consejos de administración y obliga a las empresas cotizadas a aplicar procesos de contratación transparentes, de modo que al menos el 40 % de los puestos de director no ejecutivo o el 33 % de todos los puestos de director estén ocupados por mujeres ⎯el género menos representado⎯ antes de finales de junio de 2026. En el ámbito de la igualdad de género, el Fondo Social Europeo Plus destina otra cifra récord: 84.000 millones de euros.

A estos presupuestos de un nivel sin precedentes se unen los 26.200 millones de euros del programa Erasmus o los 17.800 que destinan los Fondos Next Generation a la formación de adultos para la recuperación tras la pandemia.

Todas estas ayudas, así como las campañas divulgativas para darlas a conocer entre los ciudadanos, vienen a destacar el hecho de que no importa quién seas, cuál sea tu pasado laboral o académico, qué expectativas tengas, si estás en tu primer empleo o si tienes más experiencia; en la UE puedes encontrar recursos formativos adaptados a tu perfil que pueden marcar un antes y un después en tu vida, no solo laboral.

De los Derechos a los Hechos y el Año Europeo de las Competencias

Aunque la Comisión Europea destina el mayor presupuesto de su historia a fomentar la inclusión social a través del empleo ⎯99.300 millones de euros⎯, una parte considerable de la ciudadanía desconoce la existencia de estas ayudas que benefician al conjunto de la sociedad europea, desde las personas más jóvenes a las mayores. Por este motivo, la Comisión está dando a conocer todas las iniciativas europeas para promover la formación en competencias y la inclusión bajo el lema #MakeItWork, en España bautizada De los Derechos a los Hechos, en el marco del Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales y con motivo del Año Europeo de las Competencias (a lo largo de 2023 y prolongado hasta mayo de 2024).

Su web recaba todos los programas de formación, integración laboral, trabajo, ingresos y familia, tanto nacionales como a escala comunitaria. “Con la formación adecuada conseguirás alcanzar tus objetivos. Nosotros, por nuestra parte, podemos ayudarte a conseguir lo que te propongas, ya sea mejorar tus perspectivas profesionales, cambiar de rumbo, volver al trabajo tras una pausa o empezar tu vida laboral”, dice la campaña.

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