El dibujante de cómics Ed Piskor se suicida tras ser hostigado en redes por dos acusaciones de acoso sexual que negó en una nota póstuma

El autor de la saga ‘Hip Hop Family Tree’ ha dejado una carta de despedida pública de cinco folios asegurando que nunca acosó a las mujeres y culpando a los matones de internet de perseguirle hasta morir

Ed Piskor, artista del cómic estadounidense.cartoonist.kayfabe
Los Ángeles -

El dibujante de cómics estadounidense Ed Piskor ha muerto a los 41 años, tal y como informó su familia la tarde del lunes 1 de abril. Aunque no han dado a conocer de forma directa los motivos, el propio Piskor dejó una nota de suicidio en sus redes; no obstante, todos los expertos coinciden en que el suicidio es un fenómeno multicausal por lo que no puede atribuirse a un solo hecho. Hace apenas 10 días dos mujeres, una artista gráfica llamada Molly Dwyer, de ahora 21 años, y una animadora, Molly Wright, le acusaron tanto de tratar de “seducirla”, la primera, como de pedirle sexo oral para ayud...

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El dibujante de cómics estadounidense Ed Piskor ha muerto a los 41 años, tal y como informó su familia la tarde del lunes 1 de abril. Aunque no han dado a conocer de forma directa los motivos, el propio Piskor dejó una nota de suicidio en sus redes; no obstante, todos los expertos coinciden en que el suicidio es un fenómeno multicausal por lo que no puede atribuirse a un solo hecho. Hace apenas 10 días dos mujeres, una artista gráfica llamada Molly Dwyer, de ahora 21 años, y una animadora, Molly Wright, le acusaron tanto de tratar de “seducirla”, la primera, como de pedirle sexo oral para ayudarla laboralmente, la segunda. El artista negó de manera vehemente las acusaciones en un largo mensaje de cinco folios que publicó pocas horas antes de morir.

Piskor fue conocido por ser el dibujante de la saga de cómics Hip Hop Family Tree, que empezó en 2013 y en la que se repasaba la historia de este género musical en EE UU desde los años setenta; se tradujo a media docena de idiomas y ganó el prestigioso premio Eisner, el más importante en el mundo de las viñetas, en 2015. La última entrega, un recopilatorio de la saga de más de 500 páginas, se publicó en octubre de 2023. Además, también fue el autor en 2018 de la más popular X-men: Grand Design, una serie limitada de la Patrulla X para Marvel. Sin embargo, la prolífica vida profesional de Piskor, nacido en Pensilvania, ha quedado opacada estas últimas semanas por sus cuestiones personales y por las acusaciones de acoso.

El pasado fin de semana del 24 de marzo, Molly Dwyer, una alabada viñetista de Filadelfia de 21 años, llamaba “asqueroso” a Piskor, afirmando que él trató de “seducirla” en 2020, cuando ella apenas tenía 17 años. Dwyer mostraba mensajes suyos, como uno en el que se leía: “¿Tienes 17 o 18 años? Me voy a volver loco si dices que 17 porque esa edad me pone muchísimo”. Dwyer publicó los mensajes —que fueron recogidos esos días por medios especializados en cómic—, en los Stories de su perfil de Instagram, ahora cerrado, que duraron 24 horas. Sus capturas de pantalla eran de mensajes de mayo de 2020, y junto a ellos, la artista afirmaba que no buscaba “una cancelación de Ed Piskor”, porque “muchos compañeros del gremio son conscientes” del comportamiento del dibujante desde hace tiempo, y que ella solo pretendía alertar a otras jóvenes de lo que parecía un patrón, según sus palabras. Dwyer aseguraba que no había “ninguna razón” por la que un hombre de 40 años le pidiera a una chica de 17 “que fuera a visitarle, que comentara sus fotos en uniforme o que le hiciera cumplidos constantes con ciertas implicaciones acerca de ayudarla en su carrera si seguía con él”, y que por ello sentía “la necesidad” de contarlo. “Protejamos a los jóvenes y vulnerables, eso es todo, esa es mi intención”, afirmaba en sus redes.

Pocos días después otra artista, esta vez de Pensilvania, Molly Wright, afirmó en su ahora protegida cuenta de X (antes Twitter) que Piskor le había pedido que le practicara sexo oral a cambio de proporcionarle el número de teléfono de su agente.

Tras esas declaraciones, la exposición que se estaba preparando en Pittsburgh, Pensilvania, sobre la obra de Piskor, fue paralizada. “El fondo cultural de Pittsburgh conoció ayer las acusaciones de mala conducta contra el artista Ed Piskor, cuya obra estaba programada para ser exhibida en 707 Penn Gallery a partir del 6 de abril de 2024″, explicó un portavoz del mismo a un diario local el pasado 25 de marzo. “El fondo se toma las acusaciones muy en serio y ha decidido posponer la exposición indefinidamente”.

Una viñeta de un volumen de 'Hip Hop Family Tree', una serie de cómics creados por Ed Piskor en los que cuenta la historia del hip-hop.cartoonist.kayfabe

Desde hace cuatro años Ed Piskor tenía un programa en YouTube —con más de 90.000 suscriptores— llamado Cartoonist Kayfabe, que copresentaba junto al también viñetista Jim Rugg y en el que analizaban el mundo del cómic y entrevistaban a distintas figuras del mismo. El pasado día 30, Rugg escribió en su perfil de Instagram, en un mensaje que ya no está disponible, que había decidido poner fin a dicha colaboración. “A la luz de las impactantes revelaciones de la semana pasada, veo necesario reevaluar mis asociaciones profesionales para alinearlas con mis valores de respeto e integridad. Por eso he decidido terminar mi relación profesional con Ed Piskor”.

Ha sido Justine Piskor, hermana del dibujante, quien ha anunciado su muerte a través de otro mensaje en Facebook en la tarde del día 1 de abril, en un escueto texto con varias fotografías juntos: “Con el corazón roto comparto que mi hermano Ed ha muerto hoy. Por favor, tened a nuestra familia en vuestras oraciones, porque esto es lo más difícil por lo que hemos pasado”.

El lunes 1 de abril a las ocho de la mañana (hora de Pensilvania), poco antes de conocerse su muerte, Ed Piskor escribió un mensaje en su perfil de Facebook, que usaba con frecuencia. “Me siento indefenso ante una turba de esta magnitud. Por favor, compartid mi versión de las cosas. Sayonara”, se despedía. La frase acompañaba a un texto mucho más largo, un documento de cinco folios en un archivo de Google Drive, que arranca con un “siento mucho haber sido tan estúpido”.

“El lenguaje y la perspectiva hacen que parezca un completo idiota, pero prometo que soy inocente”, afirma para explicar que nunca debió hablar con Dwyer y que descubrir a alguien tan joven y talentoso le hizo tener curiosidad por conocerla, pero que el hecho de verse no implicaba mantener una relación sexual, aunque ahora sabe que nunca debió acercarse así a una chica de 17, ni siquiera de 18 años. “La curiosidad mató al dibujante”, escribe. “Ver mis mensajes, los que ella ha guardado, es horroroso. No intentaba ofrecer favores profesionales a nadie para usar mi ‘puesto’ (vaya chiste...) para meterme en las bragas de nadie. Todos estamos en el juego del arte, ¿por qué no presentar nuevos amigos a viejos amigos?”.

Por otra parte, afirma que las acusaciones de la segunda mujer, Molly Wright, son falsas y que nunca quiso mantener una relación con ella, que mantuvieron relaciones sexuales en dos ocasiones porque ella tuvo interés durante la época de la pandemia de la covid-19, pero que él nunca quiso ir más allá y que todo acabó de manera natural.

Afirma que las palabras de Wright suponen “un enigma” para él y que “sus acciones rozan lo criminal”: “Lo de ‘él dijo-ella dijo’ nunca funciona, pero nada de lo que ella ha dicho sucedió y no me puedo creer que haya sido tan maliciosa y lo haya juntado todo de esta forma. Ahora que estoy oficialmente cancelado creo que mi familia va a ponerle una demanda civil y tendrá que rendir cuentas”. “Es una mujer mezquina y despechada, castigadora y falsa. Mi casa ardía y ella le echó gasolina”, asegura.

Además de desmentir las acusaciones, en el resto de su nota Piskor afirmaba que las redes sociales eran importantes para él para conocer a gente, puesto que era un “tipo solitario” y “nunca del todo contento” con sus habilidades dibujando. En el escrito aseguraba que había gente que había intentado ayudarle —entre ellas su copresentador, Jim Rugg, del que afirma que fue a su casa sin pedírselo y le dio un abrazo y le dijo que le quería— pero que no era lo “suficientemente fuerte” y que tenía claro que ya no formaba “parte de la tribu”, que estaba “exiliado y repudiado”. Él sabía que la vergüenza no desaparecería y no podría sobrevivir a ello: “No le desearía esta mierda ni a mi peor enemigo”.

“Los matones de Internet me han asesinado. Los hay a montones. Algunos de vosotros contribuisteis del todo a mi muerte mientras os divertíais con cotilleos. Yo no era inteligencia artificial, era un ser humano real. Fuisteis minando mi autoestima durante toda la semana hasta que me evaporé”, aseguraba Piskor en su últimas palabras, en las que también pedía perdón a su familia y a sus amigos más queridos: “Espero que esto haga a la gente pensárselo dos veces cuando se unan a alimentar un frenesí en internet de este tipo”.


Las personas con conductas suicidas y sus familiares pueden llamar al 024, una línea de atención del Ministerio de Sanidad. También pueden dirigirse al Teléfono de la Esperanza (717 003 717), dedicado a la prevención de este problema. En casos que afecten a menores, la Fundación Anar dispone del teléfono 900 20 20 10 y del chat de la página https://www.anar.org/ de Ayuda a Niños/as y Adolescentes.



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