Sonia Sotomayor, jueza del Supremo de EE UU: “No nos apoyamos entre nosotras lo suficiente para perseguir cargos más altos”
La magistrada estadounidense ha sido recibida por el Rey y ha participado en un coloquio sobre el 8M organizado por el Tribunal Constitucional
La magistrada del Tribunal Supremo norteamericano Sonia Sotomayor, de visita en España, ha sido recibida este lunes por el Rey Felipe VI en La Zarzuela y ha participado en un coloquio en el Tribunal Constitucional para celebrar anticipadamente el 8M, acto en el que ha sostenido que la presencia de mujeres en los órganos judiciales aporta mayor agilidad y eficacia en las resoluciones, porque tienen una mentalidad “más práctica”. Sotomayor intervino en dicho coloquio apenas unas horas antes de que se hiciera pública la decisión del ...
La magistrada del Tribunal Supremo norteamericano Sonia Sotomayor, de visita en España, ha sido recibida este lunes por el Rey Felipe VI en La Zarzuela y ha participado en un coloquio en el Tribunal Constitucional para celebrar anticipadamente el 8M, acto en el que ha sostenido que la presencia de mujeres en los órganos judiciales aporta mayor agilidad y eficacia en las resoluciones, porque tienen una mentalidad “más práctica”. Sotomayor intervino en dicho coloquio apenas unas horas antes de que se hiciera pública la decisión del Supremo norteamericano favorable al candidato republicano Donald Trump, a quien ha autorizado para continuar con su carrera para intentar la reelección en los comicios de noviembre próximo.
Sotomayor, nacida en Puerto Rico y criada en el barrio neoyorkino del Bronx, fue la tercera mujer en incorporarse al Supremo de Estados Unidos y la primera de origen latino en alcanzar ese puesto. Fue nombrada por el expresidente demócrata Barack Obama. Ahora, dicho tribunal está compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres. Sotomayor explicó que en el sistema judicial federal norteamericano hay un 35% mujeres, aunque el porcentaje oscila según los mandatos presidenciales, porque el presidente Biden ha efectuado numerosos nombramientos de mujeres, mientras que en el período anterior Trump “no le dio la misma importancia a este asunto”.
La magistrada Sotomayor explicó que hay “numerosos estudios” sobre la evolución del sistema judicial norteamericano, con datos sobre los cambios que ha producido el incremento de la presencia de mujeres en sus distintas instancias. “Con mujeres en los tribunales ―dijo― cambió la actitud de la justicia en asuntos concretos, como la actitud de los jueces con respecto al trato de las mujeres durante los procesos de divorcio, o en cuestiones económicas”. Por otra parte, explicó que en el propio Supremo hubo durante años relaciones “muy tensas” entre los magistrados, que “casi no se hablaban, y se tenían tanto odio que se hacían muchos reproches en público, en los medios de comunicación”. Eso “no se ve hoy”, tras la llegada de mujeres al tribunal. “Es verdad que la primera mujer que se incorporó cambió las relaciones internas ―dijo también―, y ahora pasamos mucho tiempo juntos no solo en el trabajo, sino para conocernos mejor como seres humanos”.
El presidente del Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, que dirigió el coloquio junto a la vicepresidenta, Inmaculada Montalbán, subrayó que la experiencia descrita por Sotomayor es también en parte la del tribunal español. “Me siento muy orgulloso ―dijo Conde-Pumpido― de que durante mi presidencia haya en el tribunal cinco mujeres, casi la paridad”. En este período ―añadió― “he observado que las mujeres van más rápidamente al núcleo del problema, exhiben menos sus conocimientos de forma más o menos vanidosa, y van directamente a la cuestión, y todo ello es una virtud de la aportación de las mujeres al debate judicial, que no se van por las ramas, y como ha dicho la magistrada Sotomayor, son más prácticas”.
Sotomayor también explicó que ha constatado a lo largo de su carrera que numerosos nombramientos en las carreras judicial y fiscal se producen porque las promociones internas las deciden hombres, y tienden a “escoger a quienes actuaban como ellos, que eran hombres”. Los presidentes, añadió, suelen ser hombres, y eligen a “quienes más se parecen a su propia imagen”. Para mejor luchar por la igualdad, Sotomayor expuso asimismo que las mujeres deberían prestarse más ayuda mutua, “como hacen los hombres”: “No nos apoyamos entre nosotras lo suficiente para perseguir cargos más altos”.
En cuanto al tipo de asuntos que llegan al Supremo norteamericano, Sotomayor subrayó que este tribunal resuelve sobre todo las discrepancias que surjan entre instancias judiciales, divididas en 13 circuitos. “A veces las diferencias se dan entre tres y dos de ellos, pero también asumimos los casos en que la divergencia está entre uno y uno, si el asunto es muy relevante. Ustedes están, como el mundo, esperando el caso Trump ―va a haber más de uno, añadió―, y en este (primero) había una diferencia entre dos Estados, o tres, pero la pregunta era tan importante que la teníamos que resolver”, en relación con la continuidad de la carrera electoral del candidato republicano.
Sobre la inteligencia artificial, Sotomayor afirmó que “va a afectar” al sistema judicial en general y posiblemente también a la igualdad de género en particular. “Algunos abogados me han dicho ―explicó― que en ocasiones la inteligencia artificial les ha proporcionado respuestas mejores que algunos de sus socios de despacho”. Sotomayor también destacó la importancia de que la sociedad “entienda y quiera apoyar” las decisiones de los jueces, y esa labor de persuasión es dudoso que pueda aportarla la inteligencia artificial, porque “una máquina no puede hacer lo que podemos hacer nosotros”.