La Guardia Civil detiene a un hombre que violó y secuestró a su pareja en un zulo
La víctima estaba retenida con bridas en un espacio insalubre y sufrió un aborto a consecuencia de los golpes
La ató con bridas, la metió en un zulo y la mantuvo durante horas en un espacio lleno de basura, sin luz y con humedades. Un hombre de 50 años ha sido detenido en Pezuela de las Torres (Madrid) por someter a su pareja a la peor de las torturas físicas y también psicológicas. La víctima, de 38 años, fue secuestrada, violada y apalizada hasta que consiguió escapar y denunciarlo en la Guardia Civil de un pueblo cercano. Su cuerpo estaba lleno de golpes, magulladuras, marcas de las bridas en las muñecas. En la exploració...
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La ató con bridas, la metió en un zulo y la mantuvo durante horas en un espacio lleno de basura, sin luz y con humedades. Un hombre de 50 años ha sido detenido en Pezuela de las Torres (Madrid) por someter a su pareja a la peor de las torturas físicas y también psicológicas. La víctima, de 38 años, fue secuestrada, violada y apalizada hasta que consiguió escapar y denunciarlo en la Guardia Civil de un pueblo cercano. Su cuerpo estaba lleno de golpes, magulladuras, marcas de las bridas en las muñecas. En la exploración en el hospital incluso se descubrió que habría sufrido un aborto fruto de los golpes de su pareja.
Todo comenzó el viernes 26 de enero, cuando una mujer se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Villalbilla en pésimas condiciones para denunciar que había sido retenida por su pareja. Siguiendo el protocolo de agresiones sexuales y ante el estado de la víctima, los agentes la trasladaron al hospital más cercano para un reconocimiento médico, a la vez que ponían el caso en conocimiento de la policía judicial especialistas en violencia sexual. Los investigadores la entrevistaron en el centro hospitalario y allí es donde relató su calvario.
Con un evidente estado de nervios contó que su novio la había atado con unas bridas de plástico, la había metido en el sótano de su casa y allí la había agredido sexual y físicamente durante horas. También comprobaron que, días antes, la mujer había sufrido un aborto y un médico dictaminó que esto podría haberse debido a los golpes recibidos, que aún eran evidentes en todo el cuerpo de la mujer. Todo había sucedido en una casa de campo en Pezuela de las Torres, un pueblo de apenas 800 habitantes en el límite entre Madrid y Guadalajara. La finca en la que vivía el agresor y donde había sido secuestrada la víctima estaba aislada de otros vecinos. La víctima les había contado que, en un momento en el que el hombre había abandonado la finca, consiguió deshacerse de las bridas y escapar para pedir ayuda en una gasolinera cercana a la vivienda.
Los agentes solicitaron ese mismo día permiso judicial para hacer una entrada y registro en la vivienda, algo que sucedió la misma tarde del viernes 26. Además del zulo, lleno de basura, insalubre, “con mucha suciedad y abarrotada de objetos”, como describe la Guardia Civil en una nota, los agentes encontraron más bridas, armas blancas y una escopeta de aire comprimido. Los expertos en criminalística accedieron al zulo por unas estrechas escaleras de madera y comprobaron que era tal y como lo había descrito la víctima, un habitáculo minúsculo soterrado en el que no entraba ni un ápice de luz.
En esa misma finca detuvieron al agresor cuando regresó. El hombre contaba con numerosos antecedentes por delitos contra la salud pública, robos y tráfico y fue puesto a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción Número 3 de Alcalá de Henares. Se le acusa de agresión sexual, detención ilegal, lesiones, malos tratos físicos, psicológicos y contra la integridad moral.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.