La epidemia de gripe comienza a bajar, pero crece la tensión en los hospitales

Tras alcanzarse el pico, los centros de salud empiezan lentamente a recuperar la normalidad, pero las Urgencias se mantienen muy saturadas

Varias personas con mascarillas salían del hospital de La Paz, el martes en Madrid.Samuel Sánchez

Los contagios de gripe, que estaban disparados en la última quincena de diciembre, ya han llegado a su pico. En la primera semana del año, la incidencia bajó ligeramente con respecto a la anterior. Pero, si algo aprendió la ciudadanía durante la pandemia, es que a una subida de infecciones le sigue otra de hospitalizaciones. Y esto está sucediendo ahora: los ingresos continúan creciendo y aumentando la tensión en los hospitales.
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Los contagios de gripe, que estaban disparados en la última quincena de diciembre, ya han llegado a su pico. En la primera semana del año, la incidencia bajó ligeramente con respecto a la anterior. Pero, si algo aprendió la ciudadanía durante la pandemia, es que a una subida de infecciones le sigue otra de hospitalizaciones. Y esto está sucediendo ahora: los ingresos continúan creciendo y aumentando la tensión en los hospitales.

Para todas las infecciones respiratorias, la media española ha pasado de una incidencia de 966,2 casos por cada 100.000 habitantes a 935,1, lo que supone una reducción del 3,2%, según los datos publicados este jueves por el Instituto de Salud Carlos III.

La caída es más pronunciada en la gripe, el virus que más ha proliferado esta temporada. Los centros de salud centinelas (que suponen una muestra representativa de la que se extrapolan los datos generales) han detectado 387,4 casos por 100.000 habitantes, una caída del 10%. La covid, sin embargo, aumenta levemente hasta una tasa de 98,8 casos por 100.000, un 6% más. Las hospitalizaciones por todos los virus respiratorios han subido un 9,1%, hasta los 33,5 ingresos por 100.000 habitantes.

Tanto la distribución de casos como la tendencia cambia mucho por territorios. Castilla-La Mancha, pese a un leve descenso, sigue siendo la comunidad con más incidencia de virus respiratorios (1.691,3 por 100.000). Aragón, donde crecen, se sitúa ahora segunda (1.338,3), por delante de la Comunidad Valenciana (1.318,9), donde están cayendo.

Observar las tendencias es importante porque de ellas depende que las comunidades tengan que mantener las mascarillas como obligatorias en los centros sanitarios, tal y como ordenó el miércoles el Ministerio de Sanidad, o puedan pasar a una simple recomendación. Para esto, Sanidad impuso que deben encadenar dos semanas seguidas de descensos en la incidencia.

Andalucía, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Galicia y Madrid son las autonomías en las que ya ha bajado la incidencia en la primera semana del año. Si la semana que viene continúan esta tendencia, podrían flexibilizar la mascarilla en centros de salud y hospitales. Tanto País Vasco como Melilla encadenaban dos semanas seguidas de bajadas, pero el Carlos III no ha actualizado los datos.

El Gobierno de Euskadi ha puesto en marcha la obligatoriedad de las mascarillas, pero ha anunciado que va a recurrir la orden del Ministerio de Sanidad, ya que, denuncia, no hubo un acuerdo previo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ni se dio audiencia a las comunidades autónomas antes de tomar esta decisión.

Superado el colapso en los centros de salud

Los datos publicados este jueves se reflejan, en general, en el estado de los centros de salud, que ya no presentan el colapso que se vio durante las Navidades. Además del descenso de casos, intervienen otros dos factores: por un lado, van recuperando al personal que estaba de vacaciones, lo que les da más recursos para hacer frente a la epidemia de virus respiratorios. Por otra, según cuenta Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), los pacientes ya no acuden tanto con síntomas “banales”, además de que se ha normalizado el uso de las mascarillas.

“Hay más temor de venir a los centros y más consultas telefónicas con procesos respiratorios. Ha sido más efectiva la información de los medios que la institucional”, advierte Armenteros, que asegura, sin embargo, que es algo que no sucede en las Urgencias, que mantienen niveles asistenciales muy tensionados.

Esta afirmación la corrobora Jose Manuel Fandiño, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES): “Depende de las comunidades. Todas tienen datos medios de demanda de atención históricos, pero las hay como Navarra, con aproximadamente un 20% de incremento de demanda de hospitalización por gripe (se espera pico en unos 7 a 20 días). Y otras como Galicia, con una caída del 10%-15% con respecto a las semanas previas”.

Fandiño explica que ahora se siente con mayor fuerza lo que los sanitarios llaman “el drenaje de los pacientes pendientes de ingreso”, es decir, los que esperan en Urgencias a que los suban a sus plantas y servicios de destino. Si esto no se resuelve, los circuitos de urgencia “no están plenamente operativos” y los pacientes no tienen “unas condiciones adecuadas de dignidad y privacidad”. “No es que los servicios de Urgencias estén saturados, lo que está saturado es el hospital”, concluye.

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