El contenido del móvil de un padre detenido por agredir sexualmente a su hija de meses: “Horrorizaba hasta a otros pedófilos”
El hombre había sido arrestado en otras dos ocasiones por compartir abusos a menores en redes sociales. La madre también está acusada de intercambiar pornografía infantil con su pareja
En menos de dos años ha sido detenido tres veces por distribuir pornografía infantil. La última, hace solo unos días, fue la definitiva para que entrara en prisión provisional porque había agredido sexualmente a su propia hija, con apenas unos meses de vida. Los primeros antecedentes por delitos contra menores de S. J. L. G. datan de 2021. Quedó en libertad, pero la policía le seguía teniendo en su radar, especialmente desde que descubriera que a mediados de 2022 había sido padre. La policía constató que había vuelto a...
En menos de dos años ha sido detenido tres veces por distribuir pornografía infantil. La última, hace solo unos días, fue la definitiva para que entrara en prisión provisional porque había agredido sexualmente a su propia hija, con apenas unos meses de vida. Los primeros antecedentes por delitos contra menores de S. J. L. G. datan de 2021. Quedó en libertad, pero la policía le seguía teniendo en su radar, especialmente desde que descubriera que a mediados de 2022 había sido padre. La policía constató que había vuelto a compartir vídeos de menores y fue esposado de nuevo en diciembre del año pasado, se le requisó el móvil y servicios sociales se hizo cargo de la hija. Tras nueve meses de un exhaustivo análisis del teléfono, los investigadores del Grupo I de Protección al Menor de la Policía Nacional encontraron dos vídeos ocultos en los que agredía sexualmente a la niña y además la ofrecía a otros pedófilos para que abusaran de ella e hicieran tríos. Los policías le pusieron los grilletes por tercera vez hace unas semanas en la casa de Pinto (Madrid) a la que se había mudado con su pareja. “Es el bebé más pequeño que he visto en mi pantalla en dos décadas de trabajo”, asegura Eduardo Casas, subinspector de la Unidad Central de Ciberdelincuencia.
Las compañías tecnológicas tienen herramientas para detectar contenido pedófilo y notificarlo a las fuerzas de seguridad de todo el mundo. En este caso, tanto X (antes Twitter) como Discord trazaron a mediados de 2022 unos vídeos generados en España que notificaron a la policía nacional y luego eliminaron. Esta segunda red es una plataforma muy conocida entre los adolescentes y jóvenes en la que pueden hablar en conversaciones privadas mientras juegan online. “Recibimos unas 20.000 alertas de este tipo al año”, explica Casas. Los agentes determinaron que los vídeos se habían compartido desde una casa al sur de Madrid y además desde el ordenador de un hombre de 25 años con antecedentes por distribución de pornografía infantil. En 2021 ya había compartido imágenes de abusos a menores en Facebook y X y estaba a la espera de juicio. La preocupación de los investigadores era máxima al saber que el presunto pederasta había tenido un bebé pocas semanas antes de la alerta que les habían hecho llegar las plataformas a través de la Homeland Security Investigations, una agencia estatal deEstados Unidos dedicada a combatir el crimen.
En la segunda detención, en diciembre de 2022, se le requisó el móvil y los investigadores comprobaron que las condiciones de salubridad de la casa eran pésimas. La cocina estaba sucia, había colillas y ceniza por el suelo que manchaban el chupete del bebé y también comprobaron que la niña tenía heridas provocadas por los animales domésticos con los que convivían. La pareja y la niña compartían el piso con otros dos hombres, con los que mantenían habituales disputas por el consumo de drogas, indican fuentes cercanas al caso. De esa casa salió, en un sobre, el móvil del hombre y de ese móvil salió el horror.
Los investigadores del grupo de protección del menor hallaron más imágenes de abusos a niños y, entre todos ellos, dos vídeos ocultos en los que el hombre violaba a su hija a los pocos meses de nacer. También leyeron conversaciones en las que ofrecía a su hija a otros pedófilos. “Ellos mismos le mostraban rechazo a la propuesta, le decían que mínimo de ocho años, que esa niña era demasiado pequeña. Horrorizaba hasta a otros pedófilos”, apunta Casas. El policía formó parte del equipo que investigó y detuvo en 2005 al considerado como uno de los peores pederastas de España, Nanysex, del que se probó que abusó de cinco menores, dos de ellos bebés. “Ni en esos vídeos vi a un niño tan pequeño”, resalta. En la aplicación de mensajería Telegram también encontraron chats con su pareja en los que ella le suministraba contenido pornográfico infantil.
Con todas estas pruebas, los policías decidieron detenerlo una vez más, confiando en que fuera la que le metiera en prisión y así ha sido. En el registro de la casa en la que ahora vivían, en Pinto, la pareja había trasladado el balancín de la niña y sus peluches, porque creían que era cuestión de tiempo que los servicios sociales les devolvieran al bebé. Los policías mostraron a la mujer algunos fotogramas de la cara del bebé para corroborar que la niña era su hija. Ella aseguró no tener ni idea de que su pareja había violado a la niña y distribuido las imágenes. “Me gustan los niños, no lo puedo evitar”, dijo él. También se defendió asegurando que no ofrecía realmente a la niña, que solo eran “fantasías”.
“El análisis de un móvil es meticuloso y profundo para elaborar un informe concluyente y que no exista lugar a dudas sobre la culpabilidad”, recalca el subinspector. El detenido se puede enfrentar a una condena de hasta 25 años de prisión por posesión y distribución de pornografía infantil y por agresión sexual agravada porque la víctima es menor de 16 años y además es su hija.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de todas las violencias —de la física a la psicológica, la sexual o la trata—, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 52 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.