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Por qué cuidar la salud del planeta es más urgente que nunca

Preservar el medio ambiente es una tarea prioritaria que requiere la movilización de todos los actores implicados: gobiernos, administraciones, sector privado y ciudadanía. Veolia, compañía referente en la transformación ecológica, proporciona soluciones de gestión en agua, residuos y energías para impulsar el desarrollo sostenible

Para hacer frente al problema de la contaminación es fundamental aprovechar los últimos avances científicos y las fórmulas ya existentes. Como hace Veolia, ofreciendo soluciones de gestión en las actividades de agua, residuos y energías e impulsando el desarrollo sostenible. En la imagen, humedales del Delta del Ebro.Ferran Martí (C)

Cada año se generan en el mundo más de 400 millones de toneladas de plástico. La mitad se conciben para una vida útil de un solo uso y menos del 10% se recicla. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares. La cantidad equivale al peso de alrededor de 2.200 Torres Eiffeles.

Este año, el Día Mundial del Medio Ambiente se centra en la lucha contra la contaminación por plásticos. El objetivo es animar a todos los actores implicados (gobiernos, administraciones, sector privado y ciudadanía) a movilizarse y adoptar medidas transformadoras y eficaces. La salud del planeta y la de sus habitantes depende de un cambio de enfoque.

Para hacer frente al problema de la contaminación es fundamental aprovechar los últimos avances científicos y las fórmulas ya existentes. Como hace Veolia, referente en la transformación ecológica. La compañía ofrece soluciones de gestión en las actividades de agua, residuos y energías, impulsando el desarrollo sostenible de las ciudades, las industrias y la agricultura.

Gestión responsable de los recursos naturales

Con el fin de reforzar su actividad en agua, Agbar se integró en el grupo Veolia en 2022 como hub de conocimiento del agua. Tiene más de 155 años de trayectoria en este ámbito y, según la compañía, “aporta conocimiento experto, innovación y tecnología para gestionar de manera eficiente y sostenible los recursos hídricos y naturales, en un contexto marcado por el cambio climático y la creciente escasez hídrica”.

Agbar ofrece la gestión completa del ciclo integral del agua y de la preservación del medio ambiente. En España, presta servicio de agua a 13 millones de personas residentes en más de 1.200 municipios. Así, en el marco de su estrategia para mitigar el cambio climático, la compañía desarrolla soluciones innovadoras potenciando la economía circular y las infraestructuras verdes, con soluciones basadas en la naturaleza que preservan los ecosistemas y la biodiversidad.

Aguas regeneradas que favorecen la biodiversidad

El parque de El Recorral de Rojales, en la Vega Baja de Alicante, es un ejemplo de cómo las soluciones basadas en la naturaleza resultan óptimas para la gestión de las aguas residuales. Hidraqua, filial de Veolia, ha desarrollado una zona húmeda artificial con agua regenerada que evita vertidos al entorno durante los episodios de lluvias torrenciales. El proyecto ha consistido en la construcción de cinco lagunas artificiales naturalizadas convertidas en un humedal rico en biodiversidad.

Parque de El Recorral de Rojales (Alicante). Los humedales actúan como filtros naturales: retienen el 85% de la carga contaminante del agua que los atraviesa, devolviéndola en condiciones de máxima calidad.

Estos espacios suman más de 5.000 m3 de capacidad, y están cubiertos con especies vegetales autóctonas. También están poblados por aves, anfibios, reptiles, mamíferos e invertebrados. Hidraqua instaló cajas nido, tanto para pájaros como para murciélagos, con el fin de aumentar el número de insectívoros y ayudar así a controlar las plagas, en especial la de mosquitos y procesionaria. La fórmula evita el uso de pesticidas y contribuye a incrementar la biodiversidad en la zona.

Humedales llenos de vida

Los humedales del Delta del Ebro son un claro ejemplo de éxito en la preservación ambiental. La principal actividad de esta zona es el cultivo de arroz, lo que requiere grandes cantidades de agua dulce. Una vez usadas, estas aguas son vertidas a las lagunas y bahías, lo que impacta en la calidad hídrica de estos espacios y afecta a los ecosistemas.

Para mejorar la calidad del agua y mitigar esta situación, se han construido dos humedales artificiales, Illa de Mar y l’Embut, que gestiona Aquambiente, compañía integrada en el grupo Veolia. El objetivo principal es tratar el agua destinada a uso agrícola, al tiempo que se fomenta la creación de hábitats naturales dentro del Delta del Ebro y se promueve el uso sostenible de estos espacios acuáticos, declarados reserva natural de fauna salvaje por la Generalitat Valenciana.

Los humedales actúan como filtros naturales: retienen el 85% de la carga contaminante del agua que los atraviesa, devolviéndola en condiciones de máxima calidad. Esto resulta especialmente beneficioso para el cultivo de mejillones en el Delta del Ebro.

Potenciar la economía circular

De acuerdo con el PNUMA, un cambio hacia una economía circular permite preservar la naturaleza y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. También resulta útil para disminuir la producción de plástico virgen en un 55%.

Reciclar los residuos plásticos y darles una segunda vida forma parte de las estrategias para salvar el planeta. Veolia, grupo experto en este ámbito, cuenta con dos plantas en España dedicadas a estos menesteres.

El grupo trabaja en la economía circular con soluciones que aporten residuos 0. Está transformando sus depuradoras tradicionales en ecofactorías, para apostar por un modelo que se apoya en la digitalización y en la tecnología. Estas nuevas depuradoras repercuten positivamente en su entorno: regeneran agua para nuevos usos (riego, agrícola o limpieza de calles), valorizan residuos para producir nuevos recursos (lodos para el abono en agricultura, por ejemplo) y producen energías renovables.

La recolección, el reciclaje y la valorización de residuos como materiales y energías son otras de las acciones orientadas hacia la economía circular. El grupo tiene el compromiso de ayudar a sus clientes a realizar de forma exitosa su transformación ecológica, descarbonizando sus procesos.

Segunda vida para los plásticos

Reciclar los residuos plásticos y darles una segunda vida forma parte de las estrategias para salvar el planeta. Veolia, grupo experto en este ámbito, cuenta con dos plantas en España dedicadas a estos menesteres. La planta Red by Veolia, ubicada en Alcalá de Guadaira (Sevilla), tiene la capacidad de tratar 120.000 toneladas de residuos plásticos al año.

Por otro lado, las instalaciones de TorrePET by Veolia, en Torremejía (Badajoz), son un referente en la industria alimentaria. Esta planta puede gestionar más de 60.000 toneladas de residuos plásticos anuales, además de producir 30.000 toneladas de granza de PET reciclado con calidad alimentaria para botellas.

Compartir conocimiento para mejorar

Por último, Veolia, comprometida con la protección del planeta, promueve diversas acciones con el objetivo de concienciar a sus empleados y a la ciudadanía sobre el cuidado del agua y el medio ambiente. La compañía lleva a cabo programas escolares, visitas a instalaciones y museos, así como iniciativas de sensibilización ambiental como la limpieza de playas.

Como ejemplo, en la compañía mencionan Aqualogía, “un programa escolar desarrollado por Agbar que enseña a los alumnos de educación primaria los ciclos naturales y urbanos del agua, así como el uso responsable de este recurso”. Además, la Escuela del Agua, establecida por Agbar en 2012, se dedica a compartir y transferir conocimientos sobre agua y medio ambiente a profesionales del sector.

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