Dani Alves admite ahora ante la jueza que hubo penetración en la discoteca, pero afirma que la relación fue consentida

El exjugador del Barça, que pedirá de nuevo su puesta en libertad, dice que hubo “tensión sexual” previa y que mintió la primera vez para proteger su matrimonio

El abogado de Dani Alves, Cristóbal Martell, este lunes en Barcelona.DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS (DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS)

El futbolista Dani Alves ha tratado de convencer este lunes a la jueza de que lo ocurrido en un lavabo de la discoteca Sutton de Barcelona no fue una violación, sino una relación sexual consentida entre adultos. El exjugador del FC Barcelona ha comparecido, por segunda vez y a iniciativa propia, ante la magistrada que lo investiga por agresión sexual. En una declaración de apenas media hora, en la que ha contestado a todas las partes, Alves ha reconocido por primera vez que hubo penetración, pero ha insistido en que la rel...

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El futbolista Dani Alves ha tratado de convencer este lunes a la jueza de que lo ocurrido en un lavabo de la discoteca Sutton de Barcelona no fue una violación, sino una relación sexual consentida entre adultos. El exjugador del FC Barcelona ha comparecido, por segunda vez y a iniciativa propia, ante la magistrada que lo investiga por agresión sexual. En una declaración de apenas media hora, en la que ha contestado a todas las partes, Alves ha reconocido por primera vez que hubo penetración, pero ha insistido en que la relación fue consentida y en que había “tensión sexual” e interés mutuo entre él y la mujer de 23 años que denunció la violación.

Una descoordinación entre el juzgado y los Mossos ha hecho que Alves llegue tarde a la declaración. La policía le ha conducido desde la cárcel de Brians 2 ―lleva tres meses en prisión preventiva― hasta la Ciudad de la Justicia. Su primera declaración, el pasado 20 de enero, fue caótica y le condujo al centro penitenciario: empezó negando cualquier relación sexual con la chica y acabó reconociendo que habían tenido sexo oral, pero siempre consentido. Alves ha tratado de enmendar este lunes con su nuevo abogado, Cristóbal Martell, aquel error de estrategia. El futbolista ha explicado que no se ratifica en aquella declaración porque estaba “obsesionado” con que su esposa se enterara de la infidelidad. “Todavía la quiero”, ha afirmado en su comparecencia.

Con el lateral brasileño ya entre rejas, la investigación ha seguido avanzando y ha mostrado, sin margen para la duda, que hubo penetración. Alves finalmente ha admitido este extremo y ha dado su versión de los hechos, que difiere diametralmente de la de la víctima. Los hechos ocurrieron la noche del 30 de diciembre en la zona VIP de Sutton, una discoteca de la zona alta de Barcelona. El jugador instó a un camarero a pedir a tres chicas ―la víctima, una prima y una amiga suya― que se acercaran al lugar donde estaba con un amigo. Según la versión que hoy ha ofrecido, hubo una “tensión sexual mutua”: tras estar un rato bailando, Alves la invitó a pasar al baño para “acabar”; allí ocurrió presuntamente la agresión. Ha afirmado, según fuentes judiciales, que entraron y salieron por separado.

Dani Alves, en Qatar en diciembre de 2022.Andre Penner (AP)

Alves ha explicado con detalle lo que, siempre según su versión, ocurrió en el interior del baño. Ha contado que la chica le bajó voluntariamente los pantalones mientras él se sentaba en la taza del lavabo y le practicó una felación; después se sentó de espaldas a él, a horcajadas, y tuvieron sexo sin preservativo. Después, él la sostuvo por las caderas, la elevó y eyaculó fuera. Alves también ha afirmado que, al salir de la discoteca, no la vio (las imágenes muestran que la víctima estaba llorando, en la puerta, y cómo en ese momento el jugador pasó de largo). Todo eso, siempre según su declaración, fue un acto libre y voluntario y en ningún momento la chica le dijo que no quería mantener relaciones. Sobre el porqué de la denuncia, ha planteado la posibilidad de que ella se pudo “ofender o enfadar” porque no fue “atento ni afectuoso” con ella tras la relación sexual.

Tras una explicación inicial sin preguntas de su abogado, Alves ha aceptado contestar a todas las partes. La Fiscalía le ha preguntado cómo explica las lesiones en la zona íntima y en la rodilla que, según la investigación, presentaba la víctima, y Alves no ha podido contestar cómo se las hizo, aunque ha sugerido que pudo ser en el momento de practicarle la felación. Martell, por su parte, le ha preguntado por la relación previa entre ambos y por qué interpretó que la chica se sentía igualmente atraída por él. Alves ha verbalizado este lunes lo que su defensa ya sugirió el pasado febrero ante la Audiencia de Barcelona, que la relación fue consentida. Fue en la vista en la que intentó obtener la libertad provisional para su cliente. Los magistrados negaron esa posibilidad porque contemplan que existe un elevado riesgo de que el jugador, de nacionalidad brasileña y con importantes recursos económicos, se dé a la fuga. La defensa prevé presentar en las próximas horas un nuevo escrito, dirigido a la titular del juzgado de instrucción que lleva el caso, solicitando nuevamente la puesta en libertad del jugador.

El 20 de enero, la joven, de 23 años, ofreció su versión de los hechos, que a criterio de la jueza fue “contundente” y “persistente”. La chica aseguró que no sabía que la persona con la que estaba en la zona VIP era un famoso jugador de fútbol. El futbolista puso la mano de ella en su pene y la chica la quitó. Alves le indicó, siempre según su versión, que le siguiera (ella no sabía que había un lavabo) y, una vez en ese espacio, le dijo que no podía marcharse, cogió con fuerza su cabeza y la dirigió al pene para que le practicara una felación. Según la víctima, llegó a abofetearla para que lo hiciera. Instantes después, la giró encima de él y la penetró “de manera violenta” hasta eyacular. Después, el jugador se vistió y le ordenó: “Yo salgo primero”. La víctima salió con el rostro descompuesto, rompió a llorar y, nada más salir, explicó el episodio al portero de Sutton, que activó el protocolo de atención a agresiones sexuales.

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