Fernando Simón asegura que el fin de las mascarillas en el transporte público llegará “la semana que viene o la siguiente”
La recomendación de la Ponencia de Alertas es mantener los cubrebocas hasta que acabe la temporada de infecciones agudas, aproximadamente en marzo
El último rastro de la pandemia en la vida cotidiana de los ciudadanos está a punto de dar un nuevo paso atrás. Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, ha asegurado este miércoles que el fin de las mascarillas en el transporte público llegará en un plazo “muy corto” de tiempo: “No sé si la semana que viene o la siguiente, se retirará el uso obliga...
El último rastro de la pandemia en la vida cotidiana de los ciudadanos está a punto de dar un nuevo paso atrás. Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, ha asegurado este miércoles que el fin de las mascarillas en el transporte público llegará en un plazo “muy corto” de tiempo: “No sé si la semana que viene o la siguiente, se retirará el uso obligatorio de la mascarilla”.
Ahora mismo solamente es obligatoria en transportes públicos y en establecimientos sanitarios, que van desde hospitales, hasta farmacias, pasando por ópticas o clínicas dentales. Todo indica que en estos ámbitos se mantendrá de momento.
Cualquier cambio con respecto a la mascarilla tiene que pasar por el Consejo de Ministros, ya que se trata de un real decreto. Ese momento llegará cuando así lo aconsejen “las personas expertas”, según ha insistido en varias ocasiones, la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Es la Ponencia de Alertas del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud la que, en teoría, tiene que emitir una recomendación al respecto. “La decisión no es mía únicamente y las propuestas vienen de los técnicos, los expertos y las comunidades autónomas”, ha asegurado el responsable de las alertas sanitarias a los periodistas en Zaragoza, donde participa en una mesa redonda organizada por el LAAAB del Ejecutivo aragonés.
Hasta ahora, la recomendación de la Ponencia de Alertas era mantener las mascarillas en el transporte por prudencia hasta que acabara la temporada de infecciones agudas, aproximadamente en marzo, y a la espera del impacto que pudiera tener el estallido de contagios en China tras el abandono de la estrategia covid cero.
Los expertos de la Ponencia llevan semanas debatiendo sobre la conveniencia de adelantar este momento. En primer lugar, porque la situación epidemiológica en España lleva meses estable. Pese a que se han abandonado todas las demás medidas, no ha habido ningún pico de incidencia desde la última ola, el pasado verano. Los técnicos estaban esperando a comprobar si tras las Navidades se mantenía esta tónica. Y así ha sido: no se ha registrado ni el más mínimo aumento en los ingresos hospitalarios tras las fiestas.
Por otro lado, el cumplimiento de la norma es cada vez más laxo. La mayoría de la población ya ha vuelto a una vida idéntica a la de antes de la pandemia y cada vez es más frecuente ver a personas en el transporte público sin mascarilla.
Además, dos posibles amenazas procedentes de China y de Estados Unidos se van desvaneciendo. En el país asiático han pasado su pico de infecciones sin que se hayan detectado variantes distintas a las que circulaban ya por Europa. Pese a que su sistema sanitario se ha visto muy tensionado para atender a una población que no había recibido inmunidad por el contagio y en la que las personas mayores no estaban tan vacunadas como en Occidente, este problema no se ha trasladado fuera.
En Estados Unidos, donde ha circulado una subvariante de ómicron más contagiosa que las anteriores, todo parece haberse quedado en una falsa alarma. En Nueva York, una de las ciudades por donde más circulaba la XBB.1.5 (conocida como kraken), llevan semanas cayendo los contagios y el repunte en los hospitales ha sido muy bajo, casi imperceptible entre la población vacunada.
Fernando Simón, no obstante, ha querido dejar claro que “el mensaje no es que se vaya a retirar la mascarilla, sino que ahora la población tiene que ser mucho más responsable”. “Cuando tenemos síntomas deberíamos utilizarla de manera responsable y si somos grupos de riesgo o vulnerables también. Hay que entender que nuestra salud afecta de alguna forma a la de los demás, sobre todo cuando hay una enfermedad infecciosa de por medio”, ha agregado.