Una joven desafía la tradición festiva de Basauri: “No me siento identificada con una falda por ser mujer”

Los organizadores de un concurso de ‘sokatira’ le impidieron participar por incumplir la normativa al llevar pantalones

Un grupo de mujeres participa este año en el juego de la 'sokatira' en Basauri.Comisión de Fiestas de Basauri

La tradición es la tradición, y a veces resulta molesto cambiarla. Una joven de 26 años ha tratado de desafiar los cánones establecidos en las fiestas patronales de la localidad vizcaína de Basauri (40.600 habitantes). El pasado jueves intentó participar en un concurso popular de sokatira (juego de la soga consistente en dos equipos que tiran desde los extremos de una cuerda) vestida con unos pantalones, en contra de lo que dicta la costumbre. En los actos festivos de este municip...

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La tradición es la tradición, y a veces resulta molesto cambiarla. Una joven de 26 años ha tratado de desafiar los cánones establecidos en las fiestas patronales de la localidad vizcaína de Basauri (40.600 habitantes). El pasado jueves intentó participar en un concurso popular de sokatira (juego de la soga consistente en dos equipos que tiran desde los extremos de una cuerda) vestida con unos pantalones, en contra de lo que dicta la costumbre. En los actos festivos de este municipio, las mujeres solo pueden lucir faldas con pololos (prenda interior femenina en forma de pantalones bombachos cortos que se ponen debajo de la falda). Su tentativa fue rápidamente abortada por otras mujeres del pueblo: “No vas a tirar, no vas a tirar”, le repitieron insistentemente hasta conseguir apartarle del festejo. Anne C. M. reaccionó con una publicación en las redes sociales en defensa de la ley de igualdad que ha suscitado una fuerte polémica: “Me han discriminado y agredido públicamente. Ahora siento ansiedad, rabia e impotencia”.

Anne no pudo finalmente participar en la competición de sokatira. Fue apartada de este torneo popular en el que participan 16 cuadrillas de Basauri, todos ataviados con albarcas y la indumentaria típica del baserritarra (campesino vasco), pero con una distinción clara entre hombres y mujeres. Ellos solo pueden vestir pantalones y ellas, faldas. Así lo dice la normativa de los festejos que han aprobado “por unanimidad” los jóvenes de la localidad. Es una tradición que se mantiene desde hace medio siglo aproximadamente. Nadie había osado desafiar esta usanza hasta este año. Anne cuenta en su perfil de Facebook que hace un mes se apuntó a la cuadrilla Itsaslapurrak (Los piratas) para tomar parte en la sokatira, pero le cerraron el paso: “Están actuando en contra de la ley de igualdad recogida en el BOE [Boletín Oficial del Estado]”, ha escrito en sus cuentas de Facebook e Instagram. Este diario ha tratado de ponerse en contacto con esta persona sin conseguirlo.

“Me apunté a sokatira diciendo que yo visto con el traje completo que algunos llaman masculino porque no me siento identificada con una falda por ser mujer. Me dijeron que no podía tirar si no llevaba falda”, relata la protagonista de este episodio festivo. Una integrante de la cuadrilla Zigorrak (Castigos), como organizadora del evento de este año, le cerró el paso a la competición mientras algunas personas del público aprobaban la negativa: “No puede”, no puede”, se escucha de fondo en el vídeo que Anne ha subido a internet.

La coordinadora de las fiestas de San Fausto de Basauri, Herriko Taldeak, y las cuadrillas Zigorrak e Itsaslapurrak, a la que pertenece la persona afectada, difundieron un comunicado conjunto en el que confirman que se impidió a Anne participar “por incumplir la normativa de vestimenta al ir con pantalón en lugar de falda”. Recuerdan que las normas que rigen la sokatira han sido “aprobadas de manera unánime” por las cuadrillas, aunque admiten que este asunto es “tan sensible” que “requiere un debate prolongado” que se abordará entre todos los implicados “después de estas fiestas”.

Los firmantes del comunicado hacen hincapié en que durante los festejos se ha intentado “salvaguardar la vestimenta oficial de cada cuadrilla, especialmente en los actos oficiales, para no perder nuestra esencia y lo que nos diferencia de otros pueblos”. Aseguran que Itsaslapurrak informó “varias veces” a Anne de que “no cumplía las normas” si pretendía vestir unos pantalones. Zigorrak, que intervino para impedirle a la joven su participación, señala que se limitó a “aplicar las normas aprobadas por unanimidad”, aunque ha pedido disculpas “si las formas no fueron las adecuadas”. Las tres partes implicadas dan por “zanjada” la polémica pero manifiestan lo siguiente: “Estas actuaciones buscan desprestigiar y boicotear el trabajo de muchas personas y contribuyen a la deslegitimación de las justas reivindicaciones del colectivo LGTBI, un colectivo que siempre ha tenido cabida en nuestras fiestas”. Anne considera que la ley de igualdad la ampara y ha decidido llevar su caso a la Casa de las Mujeres de Basauri.

La discriminación de género en las celebraciones festivas ha suscitado varios debates polémicos en el País Vasco. El más aireado se dio en Irún y Hondarribia a finales de los noventa, cuando un grupo de mujeres logró tomar parte en el alarde de armas de estas dos localidades guipuzcoanas en igualdad de condiciones que los hombres. Su reivindicación prosperó en 1998 y pudo superar la tensión y el enfrentamiento social que generó aquella iniciativa. En San Sebastián, en cambio, las mujeres han ido sumándose a la fiesta de la tamborrada de una forma pacífica y ahora no tienen impedimento para representar los papeles que antes estaban reservados a los varones.

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