La madre de las dos niñas desaparecidas en Tenerife: “Estoy segura de que están bien”
La Guardia Civil mantiene todas las opciones abiertas cuando se cumplen cinco días desde la desaparición de las menores y su padre
Beatriz Zimmerman, la madre de Anna y Olivia, las dos niñas de uno y seis años que llevan desaparecidas en la isla de Tenerife desde el pasado martes, aseguró ayer estar convencida de que sus hijas se encuentran bien, según un texto publicado por Cope Canarias. Zimmerman y el padre de las pequeñas, Tomás Gimeno, de 37 años, están en proceso de separación. Gimeno, también desaparecido, debía entregar las pequeñas a Zimmerman el mencionado martes tras haber pasado cuatro horas con ellas, pero no se presentó a la cita.
“Mi mensaje es que manden mucha luz y amor a las niñas, que estoy segur...
Beatriz Zimmerman, la madre de Anna y Olivia, las dos niñas de uno y seis años que llevan desaparecidas en la isla de Tenerife desde el pasado martes, aseguró ayer estar convencida de que sus hijas se encuentran bien, según un texto publicado por Cope Canarias. Zimmerman y el padre de las pequeñas, Tomás Gimeno, de 37 años, están en proceso de separación. Gimeno, también desaparecido, debía entregar las pequeñas a Zimmerman el mencionado martes tras haber pasado cuatro horas con ellas, pero no se presentó a la cita.
“Mi mensaje es que manden mucha luz y amor a las niñas, que estoy segura de que están bien. Que no miren las noticias alimentando la mala energía, que todo el mundo piense que las niñas son una bonita luz, que están protegidas y que, cuando menos lo esperemos, estarán jugando y corriendo felices”, recoge el mensaje publicado por Cope Canarias. La madre de las pequeñas termina el texto deseando que todo el mundo “tenga una emoción fuerte de que aparezcan y que den las gracias por adelantado, sintiendo de corazón que ya están con su madre”.
El pasado sábado, el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar dictó una orden internacional de búsqueda de Tomás Gimeno y de las dos menores. El amplio dispositivo de búsqueda que se activó tras la denuncia de la desaparición ha continuado durante todo el fin de semana, rastreando por tierra, mar y aire la zona de aproximadamente 100 kilómetros en línea recta que abarca desde la Punta de Anaga (extremo norte de Tenerife) hasta el extremo sur de la mayor isla del archipiélago.
El despliegue está liderado por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil, a la que durante el fin de semana se le han unido agentes de la Unidad Central Operativa procedentes de Madrid. El juzgado encargado del caso ha emitido, además de la mencionada orden internacional de búsqueda para el padre y las dos menores, un requerimiento a varias entidades financieras para que comprueben si el progenitor había realizado algún movimiento bancario en los días previos a la desaparición.
A las nueve de la tarde del pasado martes, Beatriz Zimmerman esperaba en su domicilio en la localidad de Radazul (municipio de El Rosario) a las niñas, que habían pasado la tarde con su padre. Thalia, una vecina de la finca en la que reside Gimeno, asegura que esa tarde oyó a las niñas jugar en el interior de la finca paterna. Como el padre y las niñas no llegaban, Zimmerman trató, sin éxito, de ponerse en contacto con su expareja.
Tras varias llamadas, según ha declarado la mujer, fue Gimeno quien se puso en contacto con ella para decirle que no volvería a ver más a sus hijas ni a él. La madre acudió entonces al puesto de la Guardia Civil de Igueste de Candelaria para denunciar la desaparición. Al día siguiente, el juzgado de Güímar abrió diligencias por presunto secuestro parental, y la desaparición de Anna y Olivia fue declarada de alto riesgo.
Efectivos de Salvamento Marítimo encontraron ese miércoles la motora de Gimeno, vacía y a la deriva, a unos ocho kilómetros de su punto de partida. La investigación posterior, una vez fue remolcada la embarcación a muelle, reveló la existencia de rastros de sangre, según confirmó la Guardia Civil. Esos restos están siendo analizados en Madrid para determinar si son humanos y si pertenecen a alguno de los desaparecidos.
Las cámaras de seguridad del puerto deportivo Marina Tenerife muestran que Gimeno entró con su Audi A3 blanco en las instalaciones a las 21.30. Tras aparcarlo frente a su pantalán, descargó en tres idas y venidas al vehículo una serie de bolsos, maletas y ropa. El vigilante que hacía el turno de noche ese día asegura que no vio en ningún momento a las niñas. Las cámaras tampoco revelan si en ese lapso se encontraban con su progenitor. Sobre las 21.50, Gimeno salió del puerto deportivo y volvió sobre las 23.30. La hipótesis es que acudió a una gasolinera cercana a comprar un cargador para el móvil.
A su regreso, habló con el vigilante, quien ha declarado que Gimeno se mostraba nervioso y con ganas de zarpar, algo que hace finalmente a las 00.30. Las cámaras de seguridad no detectan ni rastro de las niñas. Los efectivos destinados a la búsqueda recuperaron además el jueves, cerca de la zona donde se había localizado la embarcación, una silla de retención infantil para vehículos que estaba flotando en el mar. La Guardia Civil ha confirmado que pertenece a Anna, la menor de las niñas. Se ha verificado además que faltaba el ancla de la embarcación, por lo que agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuática están rastreando bajo el agua en la zona donde se localizó.