La Administración ha fallado a muchos ciudadanos en la pandemia, afirma el Síndic de Greuges

Ángel Luna presenta la memoria de 2020 y pide a las instituciones públicas una reforma profunda para hacerlas más accesibles a la población

El síndic de Greuges, Ángel Luna, entrega al presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera, la memoria de la institución.FLICKER CORTS (Europa Press)

Las Administraciones públicas han fallado a muchos ciudadanos durante la pandemia, que ha acelerado el deterioro no solo de las instituciones valencianas sino españolas, en general, ha reconocido este martes el Síndic de Greuges de la Comunidad Valenciana, Ángel Luna, en la presentación de su informe de 2020 a las Cortes Valencianas. “Estamos mareando al ciudadano, y las ayudas, muc...

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Las Administraciones públicas han fallado a muchos ciudadanos durante la pandemia, que ha acelerado el deterioro no solo de las instituciones valencianas sino españolas, en general, ha reconocido este martes el Síndic de Greuges de la Comunidad Valenciana, Ángel Luna, en la presentación de su informe de 2020 a las Cortes Valencianas. “Estamos mareando al ciudadano, y las ayudas, muchas veces, no son para quienes más lo necesitan sino para quién sabe buscarlas o moverse y que, en muchos casos, no son las más desfavorecidas”, ha denunciado Luna.

El número de quejas se redujo el año pasado, debido al confinamiento, pero las más numerosas están relacionadas con la gestión de las políticas de Igualdad, de la Sanidad y también de la Transparencia: ha sido complicado y, en ocasiones, imposible el acceso de los ciudadanos a servicios básicos sociales o sanitarios y estos departamentos han demostrado graves limitaciones para responder a las demandas de la población, diagnostica la oficina del defensor autonómico.

La Sindicatura de Greuges tramitó el año pasado, excepcional por la pandemia de covid-19, algo más de 4.000 quejas, 30 de oficio y unas 16.000 consultas de ciudadanos. “Hay que tener presente que el año pasado hubo un trimestre en el que no hubo actividad [los meses de confinamiento] y aunque la Sindicatura siguió abierta a través de teléfonos y medios telemáticos, se ha notado en la reducción de quejas presentadas”, reconoce Luna. El Síndic atribuye este ligero descenso respecto a 2019 al parón de los trabajadores sociales, que son los que muchas veces encauzan a los afectados a recurrir a la Sindicatura, y a que la gente ha sido más comprensiva que otros años ante la situación de emergencia sanitaria.

“Hemos observado la importancia de las Administraciones Públicas para resolver los problemas de los ciudadanos, sobre todo, en una situación de pandemia como la actual, y hemos constatado que a pesar del esfuerzo de muchos trabajadores públicos, que hay que reconocer y agradecer, se han puesto de manifiesto las gravísimas carencias que tienen. Unas carencias”, ha añadido Luna, “que se manifiestan en actitudes, comportamientos o procedimientos obsoletos o farragosos, que expulsan a muchos ciudadanos”.

Según el Síndic de Greuges, hace falta “una seria modernización” de la Administración, desde la base hasta la cúpula, para que esto funcione. “Si no conseguimos modernizar en profundidad el funcionamiento de las Administraciones Públicas y diseñar nuevos procedimientos, no vamos a ser capaces de llegar a lo que la gente necesita”, ha concluido.

La memoria de 2020 expone las dificultades de muchos valencianos para contactar con los centros públicos, “simplemente para contactar”, ha subrayado Luna, “algo muy grave en el tema sanitario. Cuando una persona siente un problema de salud y ni siquiera es capaz de contactar por teléfono con su centro de salud, no digamos ya acudir al especialista o a un hospital, la sensación de desamparo es absoluta. Igual podríamos decir de los Servicios Sociales, que ya estaban colapsados antes de la pandemia y el virus les ha dado la puntilla”.

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La situación de emergencia sanitaria ha destapado también el desconocimiento de la Administración de sus propios medios; “Se han arbitrado ayudas, sin ser conscientes del aparato administrativo del que se disponía, lo que ha colapsado los medios telemáticos a la hora de solicitarlas. Y se han visto actuaciones laberínticas que no tienen sentido, como la manera de tramitar la ayuda a la vivienda, o la solicitud de una, o simplemente la petición de una ayuda urgente de vivienda en situación de pandemia”, reseña el defensor.

Luna ha matizado que aunque el número de quejas de la Sanidad ha disminuido, en realidad casi se han doblado debido a que en 2019 hubo más de 300 denuncias individuales sobre la misma cuestión, que finalmente se agruparon en una colectiva. Parecido ha sucedido con los problemas de transparencia “porque persiste la mala práctica de no querer entregar a la oposición o a los ciudadanos informes o documentos que piden”.

Ciudadanos a la intemperie

“Necesitamos imperiosamente una reforma en profundidad del funcionamiento de la Administración, que va desde la manera de seleccionar a los funcionarios a los procedimientos. También hay que evaluar los procedimientos del sector público: por ejemplo, la tramitación de las ayudas a la dependencia es “complicada y farragosa”; también la convivencia de la Renta Valenciana de Inclusión de la Generalitat con el Ingreso Mínimo Vital del Gobierno español. O que algunas Administraciones públicas pidan a los ciudadanos documentos en su poder o a los que tienen acceso a través de sus registros. “Estamos mareando al ciudadano, poniéndoles palos en las ruedas. Y las ayudas, muchas veces, no son para quienes más lo necesitan sino para quién sabe buscarlas o moverse y que, en muchos casos, no son los más desfavorecidos”, ha denunciado Luna.

Desde el inicio de 2021, la Sindicatura ha contabilizado unas 200 quejas más que el mismo periodo del año anterior. Y son fundamentalmente en Sanidad, Vivienda, Transparencia y Educación, sobre todo, en materia de brecha digital. El Síndic abrió una queja de oficio por esta cuestión y recibieron una respuesta de la consejería diciendo que se habían incorporado 15.000 tabletas y anunciaban la llegada de otras 30.000 más para distribuir entre los alumnos. Ahora están en fase de conocer si se han cumplido los objetivos.


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