“Bajo ningún concepto queremos a esa gestora en la residencia de nuestros mayores”
Familiares de residentes del centro de Velluters en Valencia llevan más de un mes con movilizaciones contra la adjudicación de la gestión a Domus Vi, sancionada por la Generalitat
Desde que a principios de noviembre supieron que la compañía Domus Vi, del grupo francés SAR, era la oferta mejor valorada en un concurso público para dirigir la residencia de Velluters de València [un centro público de gestión privada de unas 80 plazas], los familiares de los residentes están asustados. “Cómo es posible que una empresa tan inoperante e ineficaz” [sancionada por la Generalitat Valenciana e investigada por un juzgado] pueda acceder a un concurso público y encima lo gane. Son gente mayor, que ha sufrido lo que no está en los escritos y ahora, cuando les toca estar tranquilos, vi...
Desde que a principios de noviembre supieron que la compañía Domus Vi, del grupo francés SAR, era la oferta mejor valorada en un concurso público para dirigir la residencia de Velluters de València [un centro público de gestión privada de unas 80 plazas], los familiares de los residentes están asustados. “Cómo es posible que una empresa tan inoperante e ineficaz” [sancionada por la Generalitat Valenciana e investigada por un juzgado] pueda acceder a un concurso público y encima lo gane. Son gente mayor, que ha sufrido lo que no está en los escritos y ahora, cuando les toca estar tranquilos, viene esto”, se lamenta Ascensión Gracia, cuya madre, de 96 años, lleva cuatro años en este centro que había conseguido dar esquinazo a la pandemia hasta la declaración esta semana de un brote en el que hay 19 mayores y siete trabajadores contagiados de covid, la mayoría de ellos asintomáticos.
Las familias han pedido a la Administración valenciana que paralice la adjudicación porque se trata de una entidad “por todos conocidos por su pésima gestión”, dicen apuntando a los brotes masivos de covid detectados en las residencias que gestiona la firma francesa en Alcoi y Elda. En la primera fallecieron 73 residentes durante la primera ola, lo que ha llevado al Gobierno valenciano a anunciar que revertirá la concesión privada del centro. Y en la segunda hubo otro brote con al menos 60 contagiados y 15 fallecidos. La compañía está investigada por un juzgado valenciano tras la difusión de un vídeo [tomado por una extrabajadora] de su centro de Llíria donde se ve a mayores desatendidos durante el confinamiento. El grupo se defiende diciendo que son imágenes “sacadas de contexto”. Ls Generalitat incoó hace un año un expediente sancionador contra Domus Vi por incumplimientos en la ratio de personal médico y de enfermería.
Hijos y nietos de los usuarios de Velluters se organizaron con celeridad tras conocer que Domus Vi ha sido la oferta mejor valorada y llevan más de un mes protestando cada sábado en un parque enfrente de la residencia con un minuto de silencio y la lectura de un manifiesto. Han pedido amparo a la Sindicatura de Greuges y estudian cualquier resquicio legal para evitar que la Generalitat adjudique definitivamente el centro a la firma francesa. Gesmed, actual gestora de Velluters y la segunda oferta mejor valorada, ha alegado a la propuesta de la Mesa de Contratación, hecha pública el 6 de noviembre, porque consideran que su oferta ha sido minusvalorada, además de que el concurso público se convocó en 2019, sin tener en cuenta la pandemia.
“Empezamos a ver todas las denuncias, los fallecidos en la residencia de Alcoi y las imágenes de un video de otro de sus centros y nos quedamos consternados”, explica Alberto Cobacho, uno de los familiares afectados. A la consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas valenciana, Mónica Oltra, responsable de los centros de mayores, le han pedido que haga política. “No vamos a favor de Gesmed, queremos dejarlo claro, pero a nivel personal es nuestra casa, es un modelo de gestión”, subraya mientras critica que Domus Vi haya ganado el concurso por una oferta económica que rebaja en casi un millón de euros, un 9%, el presupuesto de licitación, de 9,77 millones.
La evaluación final separa a las dos mejores ofertas por menos de cuatro décimas: “No somos ingenuos, sabemos que no podemos pedir un imposible pero es verdad que hay una mesa de contratación que propone y la decisión no es todavía definitiva”, añade Cobacho, que reclama que se revise el proceso. “Tocaremos todas las puertas posibles porque nos jugamos mucho”, anuncia.
La residencia y centro de día de Velluters había logrado contener el virus hasta hace una semana, en que se ha declarado un brote. Cuando las restricciones lo permitían se han autorizado visitas en el hall con la distancia de seguridad y si había buen tiempo, hijos y nietos han podido ver a sus familiares a través de las ventanas que hay en la fachada.
“A mi madre Teresa se le caía la casa encima después de que mi padre, un gran dependiente, ingresara en la residencia de Velluters. Así que se fue con él y allí ha permanecido incluso después de que mi padre falleciera. Ella se levanta, desayuna, va a sus talleres de gimnasia y de memorización, luego come, descansa y por la tarde va a la sala de cine. No para y tiene relación con gente de su edad, está perfecta. Y el trato con la gente es muy bueno”, contaba su hija, Cinta Rubio, hace unas semanas. Lo que le indigna es “ver la impunidad que tiene esta gente de poder hacerse con la gestión de una residencia, sencillamente por la baja en la oferta económica”. Está convencida de que esa merma económica repercutirá en la gestión del centro, sobre todo cuando la pandemia exige más medios personales y materiales. “Mi madre [de 93 años] está mejor que cuando entró en la residencia. Me está pidiendo una tablet para hacer videollamadas, ponerse música o hacer viajes virtuales por Google. Están superestimulados”, aseguraba Cinta.
Ascensión Gracia, hija de otra residente de Velluters de 96 años, se quedó “patidifusa” cuando se enteró del cambio de operador. “Bajo ningún concepto queremos a esa gestora en la residencia de nuestros mayores porque es una empresa que ha demostrado su ineficacia. Y luego hacen afirmaciones públicas que me ponen los pelos de punta. Nos piden tranquilidad a los familiares cuando es un grupo sancionado y que tiene una directiva investigada”, concluye mientras pide cambios en el modelo de contratación pública y en la prestación asistencial a los mayores.
Desde Domus Vi, el director de Operaciones, José Luis Roselló, ha apelado a la experiencia de gestión del grupo. “No tengo ninguna duda de que vamos a demostrar nuestra capacidad para hacer las cosas bien” y recordó que al concurso para la gestión de Velluters se presentaron 11 empresas en total y el precio ofertado representaba solo 36 puntos sobre los 100 posibles. “Entendemos que pueda haber familiares preocupados con la adjudicación pero quiero decirles que estén tranquilos porque Domus Vi gestiona casi 200 centros en España”, agregó el directivo.
Oltra, muy crítica con la compañía francesa en sus manifestaciones de los últimos meses, ha recalcado que el procedimiento de adjudicación de Velluters “no ha concluido” y ha subrayado que “se hará garantizando la legalidad”. De momento, la Mesa de Contratación estudia si vuelve a evaluar las ofertas. A los familiares, con los que se reunió, Oltra les mostró su solidaridad pero también les advirtió de que no puede vulnerar la legalidad porque sería “prevaricar”. “Nos consta que su preocupación es sincera pero no nos conformamos con ello, así que le pedimos que haga política”, reclama Cobacho.
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