Muere Francisco Alonso Fernández, referente de la Psiquiatría española del siglo XX
Era considerado como uno de los principales especialistas europeos en el tratamiento de la depresión y de las drogodependencias
El doctor Francisco Alonso Fernández, de 96 años, académico de la Real Academia de Medicina, catedrático emérito de Psiquiatría en la Universidad Complutense tras siete décadas de ejercicio profesional ininterrumpido falleció ayer en su domicilio de Madrid aquejado de una larga enfermedad. Estaba considerado como uno de los especialistas de mayor nombradía continental en el tratamiento contra la depresión y las drogodependencias. Era viudo y con tres hijas, que siguieron la vocación paterna desde la Medicina y la Psicología.
Doctor honoris causa por las universidades Bueno...
El doctor Francisco Alonso Fernández, de 96 años, académico de la Real Academia de Medicina, catedrático emérito de Psiquiatría en la Universidad Complutense tras siete décadas de ejercicio profesional ininterrumpido falleció ayer en su domicilio de Madrid aquejado de una larga enfermedad. Estaba considerado como uno de los especialistas de mayor nombradía continental en el tratamiento contra la depresión y las drogodependencias. Era viudo y con tres hijas, que siguieron la vocación paterna desde la Medicina y la Psicología.
Doctor honoris causa por las universidades Buenos Aires, Oporto, Montevideo y Santo Domingo, fue asimismo Profesor Honorario en las Universidades Autónoma de México, Lima, La Habana, Guadalajara, Carabobo y Autónoma de Madrid. De igual modo, fue académico de la Real Academia Nacional de Medicina de Madrid y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de cuya sección VI fue director. También sería académico correspondiente del Instituto Mexicano de Psiquiatría y de la institución homóloga del Perú. Asimismo, era miembro de honor de sociedades científicas de psiquiatría de catorce países europeos y americanos, además de colegiado de honor de los colegios médicos de Madrid, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife y Jalisco, en México.
Discípulo predilecto de Juan José López Ibor
Había nacido en Oviedo en febrero de 1924. Hijo de un represaliado republicano tras la Guerra Civil, viajó a Madrid. En condiciones económicas muy adversas, mientras convivía en una pensión con su padre, excarcelado, cursó la carrera de Medicina en la Universidad madrileña. Por sus dotes para el estudio y su memoria fuera de lo común, llamaría la atención del catedrático de Psiquiatría Juan José López Ibor, a la sazón el facultativo de mayor nombradía y entidad en España. López Ibor, del cual sería discípulo predilecto, lo integraría en su cátedra nada más terminar su carrera, que Alonso Fernández completaría en las universidades de Viena y Zúrich, centros propulsores entonces de la Psiquiatría mundial. Sus estudios le llevarían a adscribirse a la corriente de la Psiquiatría fenomenológica vigente en la academia austro-alemana.
Su primer destino, conseguido por oposición en 1949, fue como médico jefe de Psiquiatría e Higiene Mental del Instituto Provincial de Sanidad de A Coruña. En 1953, en un tribunal compuesto por los profesores José Germain, Mariano Yela y Juan Zaragüeta, miembros de la primera Escuela de Psicología y Psicotecnia de la Universidad de Madrid, la primera que expedía diplomas que habilitaban en España el ejercicio profesional, Francisco Alonso Fernández obtuvo su habilitación por su experiencia profesional, que le facultaba para ejercer. En 1970 obtuvo la cátedra de Psiquiatría de la Universidad de Sevilla. Desde 1977 ocupó el cargo de catedrático jefe del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica en la Universidad Complutense de Madrid y desde 1990, era catedrático emérito en el mismo departamento.
Su práctica clínica le llevó a especializarse en los estudios y diagnosis de las enfermedades derivadas de las dipsomanías y el consumo de estupefacientes, por lo cual sería elegido primer presidente de la Sociedad Española contra el Alcoholismo y la Drogodependencia, que desempeñó entre 1972 y 1974. Por otra parte, en 1988 fue distinguido como Honorary fellow de la American Society of Hispanic Psychiatrists y director del Instituto de Psiquiatras de Lengua Española, donde sería nombrado en Profesor Honorario.
Prolífico escritor de psicobiografías
En 1990 cobró nombradía continental por cuanto que exploró e insertó científicamente una cuarta dimensión en el diagnóstico de la depresión, consistente en agregar a las tres dimensiones que anteriormente la caracterizaban —es decir, la anergia, la descompensación de los ritmos vitales y la postración de la vitalidad— un vector de comunicabilidad que facilitaba enormemente la cura de la dolencia, considerada como una de las afecciones más extendidas en las sociedades occidentales. Consiguientemente y como era costumbre en ese ámbito, patentaría un método propio para la detección, el diagnóstico, la clasificación y el seguimiento de las afecciones depresivas. Cientos de sus pacientes en su consulta y en su cátedra recibieron sus tratamientos con amplios márgenes de éxito, según algunos médicos nacionales y extranjeros allegados. Fue el autor del CET-D, conocido como el Cuestionario Estructural Tetradimensional para el Diagnóstico de la Depresión
Prolífico escritor, entre sus obras clínicas, de historia psiquiátrica y diagnosis destacaban su Compendio de Psiquiatría; Psicología Médica y Social; Por qué trabajamos; Los secretos del Alcoholismo; Las otras drogas; Adicciones sin drogas; La Histeria en Europa; Raíces Psicosociales de la Violencia y varios textos sobre el terrorismo, entre otros Fanáticos terroristas. Por otra parte, e interesado en las psicopatologías y en psicobiografías de personajes egregios, literarios o políticos, destacan sus obras sobre Don Quijote en su laberinto vital; Historia personal de los Austrias españoles, El Enigma Goya e Historia personal de la monja Teresa de Jesús. El último de sus libros titulado Felipe V, su vida erótica y delirante, de la editorial Almazara, se encuentra actualmente en imprenta.
La pérdida de su esposa María Dolores, fallecida en 2015, le había afectado grandemente durante el pasado lustro, pero no le impidió seguir en activo. La reciente pérdida de visión en un ojo, le vetó el placer de la lectura, una de sus grandes pasiones. Sus allegados han destacado su humanidad y su entrega al combate contra la enfermedad mental cuyos devastadores efectos, gracias a su esfuerzo generoso, tenaz e ininterrumpido, logró reducir en innumerables casos.
Rafael Fraguas es periodista y Doctor en Sociología por la UCM.