La cultura como antídoto en Italia

Después del shock inicial para digerir la semicuarentena obligada a la que deberán someterse durante al menos dos semanas 60 millones de personas en Italia para poner coto a la epidemia de coronavirus, la creatividad y el genio artístico han comenzado a aflorar. De norte a sur del país han surgido iniciativas ciudadanas para infundir ánimo en esta fase de confinamiento hasta que pase la tormenta. Y de paso, concienciar sobre la importancia de permanecer en casa para conseguir reducir los contagios.

En varias ciudades, muchos se han asomado a sus ventanas y balcones, en medio de l...

Después del shock inicial para digerir la semicuarentena obligada a la que deberán someterse durante al menos dos semanas 60 millones de personas en Italia para poner coto a la epidemia de coronavirus, la creatividad y el genio artístico han comenzado a aflorar. De norte a sur del país han surgido iniciativas ciudadanas para infundir ánimo en esta fase de confinamiento hasta que pase la tormenta. Y de paso, concienciar sobre la importancia de permanecer en casa para conseguir reducir los contagios.

En varias ciudades, muchos se han asomado a sus ventanas y balcones, en medio de la noche, para romper, con música y cánticos, el silencio que inunda los barrios desiertos y han animado a sus vecinos a unirse para hacerse compañía cantando juntos. En Siena, los residentes de la contrada de la Oca, uno de sus distritos más populares, irrumpieron con uno de los himnos de la ciudad, el Canto de la Verbena, que elogia la belleza de la ciudad toscana. En las sureñas Salerno y Lecce, algunos entonaron desde sus ventanas el himno nacional, el Himno de Mameli para insuflar fuerza y cercanía a quienes lo escucharan. En otros barrios de Nápoles, los residentes se lanzaron con cantos como Napul’e un hermoso clásico del venerado cantautor Pino Danielle, fallecido en 2015 y que habla de las contradicciones y las particularidades de la ciudad del Vesubio. En Turín, para ahuyentar el miedo al virus, un grupo de jóvenes rompió la tónica con una animada interpretación, con baile incluido, de La Macarena de Los del Río, una canción muy popular también en Italia, desde al menos cinco balcones de un edificio del céntrico barrio de San Salvario.

Desde los hospitales, también llegan mensajes de ánimo del personal sanitario, con clásicos de la canción italiana de fondo, como Rino Gaetano y su Il cielo è sempre più blu. “Todo irá bien. Quedaos en casa, que nosotros seguiremos aquí al pie del cañón”, repiten médicos y enfermeros.

Los vídeos de estas actuaciones improvisadas se han viralizado tanto que ayer por la mañana ya estaba en marcha una convocatoria nacional para invitar a todos a cantar desde la ventana a media tarde. “Un modo para sentirse unidos por la música”, animaban los organizadores anónimos desde Facebook. “Lo importante es hacernos oír porque la música es la mejor medicina para curar el alma y en este momento la necesitamos”, se lee en la publicación, compartida miles de veces.

En el barrio romano de San Giovanni, a las seis en punto, como mandaba la convocatoria, los vecinos de uno y otro lado de una calle se replicaban con ritmos con panderetas o instrumentos musicales improvisados con cacerolas, mientras otros entonaban el himno nacional. Algunos curiosos se asomaban al balcón sorprendidos por el ruido, volvían a entrar, buscaban algo y salían de nuevo con una cazuela en la mano o cualquier otra cosa con la que hacer ruido.

Para compensar los conciertos y la gran cantidad de eventos musicales suspendidos, músicos como Gianna Nannini, Ermal Meta, Gigi D’Alessio o Fabrizio Moro ofrecen conciertos a través de directos en Facebook o Instagram, como parte de la campaña Io suono da casa (Yo toco desde casa).

Algunos pequeños sellos discográficos también se están organizando para ofrecer conciertos en directo a través de las redes sociales. Inri de Turín lo hace todos los días a las cinco y a las siete de la tarde. “No queremos que la industria musical muera, sería algo catastrófico”, señalan desde la discográfica. “En estos momentos de dificultad es fundamental crear arte para la gente que está lejos de sus familias, para ayudar a ahuyentar estos sentimientos”, añaden. También se ha movilizado el mundo del arte. El Museo Egipcio de Turín, el parque arqueológico de Pompeya o las romanas Escuderías del Quirinale, por ejemplo son algunos de los centros culturales que emiten a través de las plataformas digitales recorridos por sus galerías para ayudar a la gente a sobrellevar así el “gran esfuerzo” pedido desde el Gobierno para contener la pandemia.

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