Un alivio para el peso del ladrillo en Bailén

A sus 91 años, Dolores tuvo un presentimiento a última hora de la tarde del sábado. Tenía claro que tocaría la lotería en su pueblo, Bailén (Jaén) y que acabaría en 1 o en 6. Así que mandó con rapidez a sus nietos a comprar un par de décimos cuando la Administración número 3, en pleno centro urbano de Bailén, estaba a punto de cerrar sus puertas. Y la profecía de Dolores se cumplió con el Gordo, el 62.246. Los hijos y nietos de Dolores se van a repartir 400.000 euros (menos el 20% que se llevará Hacienda) entre ellos. "Nos hacía mucha falta, la mayoría de nuestra familia estaba parada por la c...

A sus 91 años, Dolores tuvo un presentimiento a última hora de la tarde del sábado. Tenía claro que tocaría la lotería en su pueblo, Bailén (Jaén) y que acabaría en 1 o en 6. Así que mandó con rapidez a sus nietos a comprar un par de décimos cuando la Administración número 3, en pleno centro urbano de Bailén, estaba a punto de cerrar sus puertas. Y la profecía de Dolores se cumplió con el Gordo, el 62.246. Los hijos y nietos de Dolores se van a repartir 400.000 euros (menos el 20% que se llevará Hacienda) entre ellos. "Nos hacía mucha falta, la mayoría de nuestra familia estaba parada por la crisis del ladrillo", comentaba, eufórica María Calero, una de las nietas. A su lado está su hermano Pedro y su primo Cristóbal celebrando la buena suerte que les había traído su abuela. María sabe ya que un pellizco será para ella, que se casa en 2014.

Como la familia de Dolores, Bailén se ha despertado este domingo con una lluvia de millones, gracias a los 60 millones (15 series del Gordo) que ha repartido la administración de lotería regentada por Cristóbal Gómez. La administración se llama El Romerito, un nombre que adoptó porque una mujer repartía romero para traerle la suerte.

"Bailén se lo merece", coreaban los vecinos de este municipio jiennense de 18.600 habitantes, el más golpeado del país por la crisis de la construcción. El principal productor de ladrillo llevaba años sumido en la depresión, algo que el Gordo de la Lotería ha paliado en parte. "Es una inyección enorme de ánimo y de alegría para todo el pueblo", comentaba la alcaldesa, Simona Villar, que compartía el júbilo con sus paisanos. Y es que, como apunta Luis Rosillo, el propietario de la cafetería ubicada enfrente de la administración de lotería, "en Bailén hace unos años había dinero para echar a los marranos". Hasta que el ladrillo hizo crack y Bailén cuenta hoy con más de 3.100 parados y muchas familias tienen amenazas de desahucios y han tenido que acudir al Banco de Alimentos para poder subsistir.

Dos amigas, Virginia y Paqui, se repartieron otro décimo, y bien que lo agradecieron sus maridos, también parados del ladrillo. "Llevamos un par de años en un ERE", comentaba Cristóbal, el marido de Paqui. Mientras, Virginia aguardaba la llegada de su pareja, a quien el Gordo lo sorprendió trabajando en la recolección de la aceituna.

Manuel Jesús y su esposa Noelia, embarazada y a punto de dar a luz, eran otra pareja que dejaron ver su alegría por el décimo premiado. "Se puede decir que el niño va a venir con un pan debajo del brazo", decían, emocionados.

Otros 4 millones de euros del Gordo han caído en otra localidad jiennense, Huelma, en Sierra Mágina, otro municipio castigado por el paro. Y es que Jaén tiene el triste honor de tener la tasa de paro juvenil más alta del país. El Gordo de la Lotería y la excepcional cosecha de aceituna que se espera para este año van a aliviar algo la situación.

Y en otra localidad andaluza, en Sanlúcar la Mayor (Sevilla) también se celebraba el Gordo, que ha dejado cuatro millones de euros en la administración de Juan Carrión, que apenas lleva 10 meses abierta. El mismo día que Sofía cumple dos años, a su padre, Vicente Lázaro, le ha tocado el gordo de Navidad. El primer regalo de cumpleaños que recibirá la pequeña será un viaje a Bolivia para conocer a la familia de su madre, que todavía no la han visto. “Yo soy de allí, así que iremos a presentarles a mi hija Sofía y a mi otro niño de cuatro años”, cuenta pletórica Sinthya, la madre, que viste bata blanca porque le ha pillado la noticia trabajando en la residencia geriátrica de la localidad.

Su pareja durante ocho años, el ingeniero salmatino VIcente Lázaro, compró un billete hace dos semanas, y a las doce de la mañana ya mostraba impactado el décimo ante las cámaras. “Por fin podremos casarnos, que hasta el momento no habíamos podido. Y por supuesto, pagaremos la hipoteca”, declaró frente a la puerta de la administración, donde un grupo de artistas han aprovechado la oportunidad para ir a cantar villancicos improvisados al pueblo. “Fuera las penas, viva la alegría, porque en Sanlúcar ha tocado la lotería”, entonaron durante la mañana.

Otro de los agraciados es Pedro, pescadero de la localidad. “Aunque mañana es lunes, se vende pescado, así que estaba haciendo cuentas”, ha declarado su padre Antonio a las puertas de la administración. “Llevamos toda la vida levantándonos a las tres de la madrugada para vender el pescado. Ahora tendrán tiempo de pensar qué harán con el dinero”, declaró Antonio.