El Gobierno indulta a una maltratada que mató a su marido

Reduce la pena de María Pilar Marcos, de 66 años, y no entrará en prisión

María Pilar Marcos junto a sus hijos en una fotografía de archivo. Villar López (Efe)

María Pilar Marcos recibirá en los próximos días la confirmación de que no tiene que ingresar en prisión. La Audiencia Provincial de Navarra la condenó el pasado marzo a tres años de cárcel por la muerte de su marido, Antonio Gil, hace tres años. La sentencia fue acordada entre su abogado y el fiscal para evitar la repetición del juicio que la absolvió en un primer momento, y que fue declarado nulo por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra. Ahora, el Consejo de Ministros le ha concedido un indulto parcial que le evitará, a sus 66 años, entrar en la cárcel. La medida de gracia decidida po...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

María Pilar Marcos recibirá en los próximos días la confirmación de que no tiene que ingresar en prisión. La Audiencia Provincial de Navarra la condenó el pasado marzo a tres años de cárcel por la muerte de su marido, Antonio Gil, hace tres años. La sentencia fue acordada entre su abogado y el fiscal para evitar la repetición del juicio que la absolvió en un primer momento, y que fue declarado nulo por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra. Ahora, el Consejo de Ministros le ha concedido un indulto parcial que le evitará, a sus 66 años, entrar en la cárcel. La medida de gracia decidida por el Gobierno, y que se conoció el viernes, reduce la pena, dictada por homicidio, de tres a dos años. Así, como no tiene antecedentes penales, la mujer evitará cumplir la sentencia siempre que no vuelva a delinquir, algo que su abogado, Ángel Ruíz de Erenchun, da absolutamente “por descontado”.

El caso se remonta a noviembre de 2009. El día 2, en el transcurso de una fuerte discusión conyugal en su casa, en Tafalla (Navarra), el marido de Marcos recibió una cuchillada en el pecho que le causó la muerte. Un año más tarde, un jurado popular absolvió a la mujer en la Audiencia Provincial de Navarra, al no considerar probado ninguno de los hechos delictivos de los que se la acusaba; aunque el veredicto reconocía que fue ella quien clavó el cuchillo en el pecho de su marido en medio de una de las tantas discusiones conyugales que había sufrido en sus 39 años de matrimonio.

Los nueve componentes del jurado escucharon los testimonios de Marcos y de sus cinco hijos, que hablaban de constantes agresiones físicas y verbales de Gil a su mujer. “Tonta, inútil, vaga, loca o mentirosa”, eran según Alba, la hija menor, de 23 años, los adjetivos habituales con los que Gil se refería a su esposa. En su testimonio ante el jurado, Alba señaló que las agresiones a su madre eran habituales. Esta, contó, “callaba y agachaba las orejas”.

Los hijos de Marcos contaron que esta había sufrido violencia de género durante 39 años

El jurado popular declaró no culpable a Marcos, de 64 años, por un solo voto de diferencia. Reconoció el historial de agresiones sufrido por la acusada y añadió que esta no denunció su situación ni pidió la separación debido a “la educación recibida” y sus “profundas convicciones religiosas”.

Pero la fiscal encargada del caso recurrió el veredicto absolutorio por “incongruente y contradictorio”, porque consideraba probado que fue Marcos quien causó la muerte de su marido pero no la condenaba por ninguno de los cuatro tipos penales posibles que el presidente del tribunal planteó. El Tribunal Superior de Justicia de Navarra dio la razón a la acusación y ordenó repetir el juicio. La fiscal solicitaba 11 años de prisión por homicidio y la defensa optaba por la absolución al considerar que la muerte de Antonio Gil se produjo de manera accidental y que Marcos no tenía intención de matarle, e “incluso intentó taponar la herida con un trapo y llamó al 112”. Al final hubo acuerdo entre las partes en una pena mínima para la mujer y el nuevo juicio no llegó a celebrarse.

En todo el proceso no ha habido acusación particular. Los cinco hijos del matrimonio defendieron en todo momento la inocencia de su madre e incluso rechazaron recibir indemnización por la muerte de su padre. El hijo mayor, Marcos, señaló ayer que la familia quiere “pasar página de este capítulo”, que ha durado más de tres años y les ha desgastado personal y económicamente. “Estamos contentos, lo esperábamos. No podía ser de otra manera. Ahora toca seguir la vida, que bastante complicada está ya de por sí”.

Archivado En