ESPACIO

Los tres astronautas chinos desarrollan con éxito su misión espacial

Han realizado el acoplamiento de su nave ‘Shenzhoy-9’ con el módulo automático experimental ‘Tiangong 1’

Los tres tripulantes de la nave espacial Shenzhou-9, incluida la primera mujer astronauta de ese país, Liu Yang, están desarrollando con éxito su misión, planeada para 13 días de duración. El lunes cumplieron el objetivo principal, el acoplamiento de la Shenzhou-9 con el módulo automático Tiangong-1, que estaba ya en órbita. La maniobra es un paso clave en el programa espacial chino, que pretende tener en funcionamiento una estación orbital en 2020. Tres horas después del acoplamiento, el comandante de la misión, Jing Haipeng, entro en el módulo seguido de sus colega...

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Los tres tripulantes de la nave espacial Shenzhou-9, incluida la primera mujer astronauta de ese país, Liu Yang, están desarrollando con éxito su misión, planeada para 13 días de duración. El lunes cumplieron el objetivo principal, el acoplamiento de la Shenzhou-9 con el módulo automático Tiangong-1, que estaba ya en órbita. La maniobra es un paso clave en el programa espacial chino, que pretende tener en funcionamiento una estación orbital en 2020. Tres horas después del acoplamiento, el comandante de la misión, Jing Haipeng, entro en el módulo seguido de sus colegas Liu Wang y Liu Yang. Es la primera vez que unos astronautas chinos pasan de un vehículo a otro en el espacio y estos ensayos son un paso importante en el esfuerzo del país para lograr la capacidad tecnológica y logística que permita operar un laboratorio espacial en el que puedan vivir las tripulaciones durante largos períodos de tiempo.

Durante la misión, los tres astronautas están trabajando y durmiendo en el Tiangong-1, en el que esta instalada una bicicleta de ejercicios y un módulo de videoteléfono. La misión se sigue en China con una explosión de orgullo nacional y una gran cobertura por parte de los medios de comunicación estatales.

China está todavía lejos de alcanzar a las potencias espaciales, Estados Unidos y Rusia. El Tiangong-1 es un módulo de pruebas, no un elemento constituyente una estación espacial. Pero el acoplamiento realizado esta semana es la última demostración del creciente poderío espacial de China y se produce justo cuando los recortes presupuestarios y los cambios de prioridades han interrumpido los lanzamientos de astronautas al espacio en naves estadounidenses.

La misión actual es la cuarta tripulada que realiza China desde que, en 2003, el astronauta Yang Liwei se convirtió en la primera persona de ese país en órbita. Mientras tanto, Estados Unido son probará un nuevo cohete para su programa de astronautas hasta 2017 y Rusia ha declarado que las misiones tripuladas han dejado de ser una prioridad.

La NASA ha empezado a financiar el desarrollo de naves espaciales comerciales que están desarrollando varias empresas. Además está dedicando unos 3.000 millones de dólares anuales al diseño un nuevo cohete y una cápsula de un sistema de transporte que permita enviar astronautas a la Luna, a asteroides y, tal vez, a Marte. China, por su parte, planea enviar una misión no tripulada de descenso en la Luna así como un vehículo capaz de desplazarse allí por la superficie.

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