Los acusados del secuestro exprés de un banquero cumplirán 18 años

Los secuestradores confiesan y pactan rebajar los 104 años que pedía el fiscal a 69 con beneficios penitenciarios

El fiscal, las acusaciones y las defensas del juicio contra los acusados de un secuestro exprés a un director de banco y su familia de Mollet del Vallés (Barcelona) en 2009 han acordado rebajar la condena de 104 años que pedía el fiscal y, finalmente, los dos principales acusados cumplirán 18 años de cárcel, tras haber confesado.

La Fiscalía pedía 104 años para los brasileños Talles F.P. y Sidney A.D.M., que junto con el tambié...

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El fiscal, las acusaciones y las defensas del juicio contra los acusados de un secuestro exprés a un director de banco y su familia de Mollet del Vallés (Barcelona) en 2009 han acordado rebajar la condena de 104 años que pedía el fiscal y, finalmente, los dos principales acusados cumplirán 18 años de cárcel, tras haber confesado.

La Fiscalía pedía 104 años para los brasileños Talles F.P. y Sidney A.D.M., que junto con el también brasileño Anderson G.P.M. y con el argentino Victor S.V., prepararon el golpe siguiendo al director de banco y a su familia, reteniéndoles en su casa durante unas 12 horas, robando un coche a punta de navaja y cambiando las matrículas y llevando al secuestrado hasta la sucursal para hacerse con 147.495 euros.

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Tras dos horas de negociaciones, el fiscal y las acusaciones han modificado la condena para Talles F.P., Sidney A.D.M., y han pedido para ellos una pena efectiva de 18 años sobre la pena de 69 años y un mes de prisión, matizando que los beneficios penitenciarios que permiten abandonar la prisión antes de ese plazo se aplicarán sobre la pena efectiva.

Otros dos condenados

Victor S.V. cumplirá siete años y nueve meses sobre una condena de 17 años y tres meses, aplicándole beneficios penitenciarios al igual que a sus cómplices, y Anderson G.P.M, considerado encubridor, cumplirá cinco años y siete meses.

Además, deberán indemnizar a cada secuestrado con 30.000 euros por los daños morales y a la entidad bancaria con la cantidad sustraída. Todas las partes han coincidido en la importancia del llegar a un pacto y no celebrar juicio para que la familia no rememore los hechos, y el fiscal se ha mostrado satisfecho por este motivo y por, a su vez, conseguir una pena "contundente" contra un tipo de delito de banda organizada que la justicia española no deja impune. "Han reconocido los hechos debido al excelente trabajo de los Mossos cuyas pruebas demostraban que eran culpables", ha apuntado.

Toda la familia secuestrada

Los hechos sucedieron el 5 de marzo 2009, tras un mes de vigilancia a la familia, cuando los secuestradores asaltaron la casa y encontraron a la mujer del director de banco en el garaje, la encañonaron con las armas de fuego que llevaban y, advirtiéndole de que si gritaba la matarían, la ataron a una silla y la amordazaron.

Accedieron a la casa y en la cocina encontraron al padre del financiero, al que golpearon, y a la madre, que iba en silla de ruedas. Maniatados los tres, fueron conducidos a una habitación hasta que llegaron los hijos. Cuando llegó el primero le asaltaron a la entrada, le golpearon, lo ataron y lo llevaron con su familia.

Cuando llegó el cabeza de familia sobre las nueve de la noche, también fue asaltado y conducido a la habitación y, en este caso, no fue maniatado porque solicitó que le permitieran explicarle a su otro hijo cuando llegara lo que estaba sucediendo, sin utilizar la violencia, cosa que hizo una hora después, cuando este último volvió a casa. Su padre le pidió entonces que no se asustara, que les estaban atracando y el hijo fue abordado por la espalda y amordazado como el resto.

Pasada la noche, dos secuestradores llevaron al director a su trabajo para que les diera el dinero de la caja y del cajero automático, y los otros dos se quedaron custodiando a la familia. Una vez que el financiero hubo cumplido sus indicaciones, los captores dijeron a sus compañeros que tenían el dinero y estos huyeron llevándose de la casa aparatos electrónicos y joyas por valor de 5.008 euros. Según el escrito fiscal, días después volvieron a reunirse para vigilar a una nueva víctima, otro director de banco, pero tuvieron que suspender esa acción porque fueron identificados por los Mossos.

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