Los forenses niegan que el papel que asfixió a un bebé fuera succionado accidentalmente

Los médicos afirman que la bola era mayor que la boca de la recién nacida y fue presionada

Los forenses que han declarado hoy en el juicio contra los padres acusados de la muerte de su hija de 28 días han dicho que la bola de papel higiénico que la asfixió fue presionada hacia dentro de la tráquea y que es imposible que el propio bebé la succionase.

Los forenses han declarado al jurado popular que enjuicia a Rubén C.O. y Esther S.D. que la bola de papel tenía un peso de 8,4 gramos y medía 4,5 centímetros por dos, dimensiones mayores que toda la boca de la recién nacida.

Los padres alegaron en su defensa que la niña pudo tragarse un trozo de papel higiénico que ...

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Los forenses que han declarado hoy en el juicio contra los padres acusados de la muerte de su hija de 28 días han dicho que la bola de papel higiénico que la asfixió fue presionada hacia dentro de la tráquea y que es imposible que el propio bebé la succionase.

Los forenses han declarado al jurado popular que enjuicia a Rubén C.O. y Esther S.D. que la bola de papel tenía un peso de 8,4 gramos y medía 4,5 centímetros por dos, dimensiones mayores que toda la boca de la recién nacida.

Los padres alegaron en su defensa que la niña pudo tragarse un trozo de papel higiénico que le habían puesto en una herida del labio, pero los forenses han descartado como "altísimamente improbable, por no decir imposible" que la niña se lo metiera con su propia mano, así como un supuesto "efecto chupón" ya que con 28 días de vida, un bebé tiene el reflejo de expulsar todo lo sólido.

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La bola de papel, de evidente "desproporción anatómica", tuvo que ser presionada porque se introdujo en la faringe hasta taponar tanto la vía respiratoria como digestiva de la recién nacida, han dicho.

Además, han informado de que el bebé presentaba alcohol en su sangre, lo que solo podía proceder del consumido por su madre y haber sido transmitido a través de la lactancia materna, aunque no han podido precisar en qué cantidades.

Los expertos han precisado que la muerte de la recién nacida se produjo entre las 6 y las 6.30 horas del 31 de agosto de 2009, lo que confirmaría la acusación de la Fiscalía de que los padres, para exculparse, hicieron una llamada al teléfono de emergencias del 061 a las 6.45 horas simulando que su hija estaba aún viva.

Tras los últimos testigos de hoy, el fiscal ha mantenido su petición de 20 años de cárcel para el padre por un delito de asesinato con alevosía, si bien ha rebajado su petición para la madre de 13 a cuatro años de cárcel, al imputarle únicamente un delito de homicidio por imprudencia y no de homicidio por omisión.

La defensa de la pareja ha solicitado la absolución de la madre y ha admitido dos años de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia para el padre.

Los forenses, por otra parte, han declarado que la pequeña no tenía la herida en el labio alegada por los acusados y, en cambio, tenía roto el frenillo de la lengua y lesiones en un párpado.

La jornada de hoy se ha completado con el testimonio de los médicos que atendieron a la pequeña cuando llegó al hospital Virgen Macarena de Sevilla a las 7 de la mañana y la vieron "fría y cianótica" por lo que concluyeron que había muerto mucho antes de los 15 minutos alegados por los padres.

En su declaración ante el jurado, Rubén C.O. aseguró que todo ocurrió "en milésimas de segundo" y reconoció que actuó "torpemente" al colocar un trozo de papel higiénico empapado en alcohol en una herida que el bebé tenía en el labio.

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