Puig minimiza la investigación de la Fiscalía sobre contaminación

El consejero insiste en que el límite de velocidad no reduce la polución

El consejero de Interior, Felip Puig, mantiene a contracorriente que el límite de velocidad no ayuda a reducir la contaminación y minimiza, también, la investigación de la Fiscalía sobre la polución en Barcelona y Madrid: "Será un expediente más que no tendrá ninguna consecuencia", ha dicho Puig en una entrevista mantenida esta mañana en Catalunya Ràdio. A juicio de Puig, "no existe una correlación directa entre el límite a 80 kilómetros...

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El consejero de Interior, Felip Puig, mantiene a contracorriente que el límite de velocidad no ayuda a reducir la contaminación y minimiza, también, la investigación de la Fiscalía sobre la polución en Barcelona y Madrid: "Será un expediente más que no tendrá ninguna consecuencia", ha dicho Puig en una entrevista mantenida esta mañana en Catalunya Ràdio. A juicio de Puig, "no existe una correlación directa entre el límite a 80 kilómetros por hora y la ligera disminución de la contaminación en los accesos a Barcelona".

Los informes científicos le contradicen: la emisión de partículas contaminantes se redujo un 11% con la entrada en vigor de la llamada zona 80 en las vías de acceso a Barcelona. El Departamento de Territorio y Sostenibilidad, dirigido por Lluís Recoder, ha admitido que la limitación a 80 supone beneficios para el medio ambiente. De hecho, la supresión de esta medida obligará a este departamento a compensar el deterioro de la contaminación con otras medidas.

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Puig, sin embargo, se mantiene firme -aunque cada vez más solo- en su discurso favorable a la "flexibilización" de la velocidad. El consejero ha asegurado que "acelerar y reducir la velocidad delante de los radares contamina más que ir a 80 por hora" y ha destacado que, en determinadas franjas horarias, los conductores solo respetan las señales en tramos donde hay radares. Son esos frenazos y acelerones los que, en su opinión, representan un peligro para el medio ambiente.

"Hemos tenido seguramente una buena mala suerte porque, cuando íbamos a demostrar que hemos suprimido la zona 80, nos aparece este anticiclón, que provoca el principio de prudencia", ha explicado Puig en relación al fiasco de lo que debía ser el estreno del fin de los 80 en la C-31 y la C-32. El cambio de señales se produjo el domingo por la noche, pero la elevada contaminación causada por el anticiclón está obligando a mantener el tope de velocidad.

El consejero de Interior Felip Puig durante la primera sesión de control en el Parlamento catalán de la legislatura.EFE