El arzobispo Desmond Tutu y cuatro jefes bosquimanos ceden sus genes a la ciencia

Los primeros genomas de indígenas surafricanos muestran una gran variabilidad. -Se añaden a las bases de datos hasta ahora eurocéntricas

El arzobispo surafricano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, ha permitido que se analice su genoma junto al de cuatro jefes bosquimanos de avanzada edad del desierto de Kalahari (Namibia), con el fin de que los resultados sirvan para la investigación médica y para conocer mejor la evolución humana.

El análisis es el primero que se realiza en indígenas de cualquier zona del mundo y muestra que los habitantes de África del Sur son de los más diversos genéticamente de todos los conocidos. Entre dos de los bosquimanos se han hallado más diferencias que entre un europeo y un asiático. Tut...

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El arzobispo surafricano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, ha permitido que se analice su genoma junto al de cuatro jefes bosquimanos de avanzada edad del desierto de Kalahari (Namibia), con el fin de que los resultados sirvan para la investigación médica y para conocer mejor la evolución humana.

El análisis es el primero que se realiza en indígenas de cualquier zona del mundo y muestra que los habitantes de África del Sur son de los más diversos genéticamente de todos los conocidos. Entre dos de los bosquimanos se han hallado más diferencias que entre un europeo y un asiático. Tutu es de la etnia bantú, y entre sus antepasados hay pastores tswana y nguni, por lo que los genetistas lo consideran un representante ideal de muchos surafricanos.

Con estas nuevas secuencias, que publica la revista Nature, un amplio equipo internacional, liderado por investigadores de Australia y de Estados Unidos, ha añadido más de 1,3 millones de variaciones genéticas nuevas a las bases de datos mundiales. Éstas disponían hasta ahora, sobre todo, de datos de personas de origen europeo, entre ellas algunas famosas, como el premio Nobel James Watson. Los científicos esperan que estos datos lleven a un mejor conocimiento de las enfermedades complejas que desemboquen en tratamientos.

"Se supone que las poblaciones indígenas de cazadores-recolectores de África del Sur constituyen el linaje más antiguo conocido de los humanos modernos", explica la australiana Vanessa Hayes, codirectora del estudio. "Esta investigación nos proporciona las herramientas para leer la historia de la evolución humana, y, particularmente, la historia de la evolución de las enfermedades".

"Hemos secuenciado los genomas de cuatro bosquimanos que son jefes de tribu en sus comunidades y tienen por lo menos 80 años de edad, y un participante bantú que tiene setenta y muchos años", detalla el codirector Stephan Schuster, de Estados Unidos.

Los autores del estudio creen que estas secuencias genéticas permitirán dilucidar la cuestión, muy discutida, de si el reemplazo de poblaciones, más que el intercambio cultural, fue el motor de la expansión de la agricultura en las regiones meridionales de África.

El arzobispo surafricano Desmond Tutú, en 2008.EFE/ALBERTO ESTÉVEZ
Cuatro bosquimanos, del linaje más antiguo de cazadores-recolectores, antepasados de los humanos modernos.STEPHAN C. SCHUSTER

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