El Gobierno italiano lanza una ofensiva contra el aborto

El Ejecutivo liderado por Silvio Berlusconi quiere introducir voluntarios en los centros familiares para convencer a las mujeres de que no aborten, y revisar la ley que lo permite en algunos casos

El aborto centra en los últimos días el debate político en Italia. El inicio de la experimentación en algunos hospitales de la píldora abortiva Ru-486 ha desatado la ira de la iglesia católica (que considera el uso de este fármaco un "homicidio") y del Gobierno. El ministro de Sanidad, Francesco Storace, ha puesto en marcha una iniciativa para convencer a las mujeres de que no aborten, y el Ejecutivo ha propuesto una comisión parlamentaria para revisar una ley que en su opinión "no fue creada para legalizar el aborto sino para prevenirlo". A pocos meses de las elecciones generales, la izquierd...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El aborto centra en los últimos días el debate político en Italia. El inicio de la experimentación en algunos hospitales de la píldora abortiva Ru-486 ha desatado la ira de la iglesia católica (que considera el uso de este fármaco un "homicidio") y del Gobierno. El ministro de Sanidad, Francesco Storace, ha puesto en marcha una iniciativa para convencer a las mujeres de que no aborten, y el Ejecutivo ha propuesto una comisión parlamentaria para revisar una ley que en su opinión "no fue creada para legalizar el aborto sino para prevenirlo". A pocos meses de las elecciones generales, la izquierda teme una maniobra de última hora para modificar la norma.

Más información

Según la ley 194/1978, el aborto es legal en Italia siempre que el embarazo afecte a la salud de la madre, durante los primeros 90 días en caso de malformación del feto, y en el cuarto mes cuando peligre la salud física y mental de la madre. Sin embargo, Lorenzo Cesa, el nuevo líder de la Unión Democristiana (que forma parte del Gobierno de coalición), ha propuesto la creación de una comisión en el Parlamento para que se analice la aplicación de esta ley, una idea acogida con satisfacción por la mayoría de miembros del Ejecutivo.

"Presionar a las mujeres"

Dentro de esa ofensiva antiabortista se enmarca la iniciativa de Storace de meter a voluntario del Movimiento para la Vida en los centros de planificación familiar para que se dediquen a convencer a las mujeres que llegan allí para abortar. La Conferencia Episcopal italiana, presidida por Camillo Ruino, ha acogido con entusiasmo la idea, mientras que la oposición denuncia que se quiera "presionar psicológicamente a las mujeres".

"La ley del aborto no fue creada para legalizarlo sino para prevenirlo, y es deber del Gobierno cerciorarse de que se está aplicado correctamente", señaló Storace para defender su propuesta, que ya está siendo puesta en marcha por el ministerio de Sanidad. En ese mismo sentido se ha pronunciado el ministro de Comunicaciones, Mario Landolfi, que pertenece a la Unión Democristiana; en su opinión, la ley "no nació para empujar a las mujeres a abortar, por lo que es necesario que los consultorios donde las mujeres acuden para exponer su caso se activen realmente. No pueden ser sólo lugares donde se autoriza el aborto, sino que se debe ilustrar a las mujeres que hay otros caminos". De ahí la conveniencia en su opinión de la propuesta de su líder.

"La 194 no se toca"

La oposición de centro-izquierda considera todos estos movimientos el primer paso de un "ataque" contra la ley. "Cualquier ataque a una ley del Estado debe ser eliminado y la 194 no se toca", declaró el líder de Refundación Comunista, Fausto Bertinotti. Por su parte, un dirigente de Los Verdes, Paolo Cento, añadió que "la Comisión propuesta por la UDC es inútil y propagandista". Por su parte, el portavoz parlamentario de Democráticos de Izquierda, Luciano Violante, señaló que comprende que la iglesia quiera realizar "una campaña de sensibilización contra el aborto", pero criticó que para ello usara estructuras públicas como lo son los centros de planificación familiar.

Archivado En