Asturias, Navarra y País Vasco son las comunidades con menor fracaso escolar

Asturias es la comunidad autónoma con menor fracaso escolar seguida de Navarra y el País Vasco mientras que, en el extremo contrario, se sitúa Canarias, según datos del año 2001 publicados por el Ministerio de Educación y recogidos en un libro. La autonomía que más gasta por alumno no universitario es el País Vasco, casi el doble que Madrid, que es la que menos dinero destina a este concepto. El estudio constata además que el fracaso escolar no se ha reducido durante los últimos años y que el porcentaje de graduados en todo el país en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) apenas se ha movido ...

Asturias es la comunidad autónoma con menor fracaso escolar seguida de Navarra y el País Vasco mientras que, en el extremo contrario, se sitúa Canarias, según datos del año 2001 publicados por el Ministerio de Educación y recogidos en un libro. La autonomía que más gasta por alumno no universitario es el País Vasco, casi el doble que Madrid, que es la que menos dinero destina a este concepto. El estudio constata además que el fracaso escolar no se ha reducido durante los últimos años y que el porcentaje de graduados en todo el país en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) apenas se ha movido (en 2000 fueron el 74,6% y, en 2001, el 74,4%).

Así se desprende del libro Qué será de nosotros, los malos alumnos (Alianza Editorial), que esta tarde ha presentado el catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Complutense y ex secretario de Estado de Educación, Álvaro Marchesi, en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. De acuerdo con esas cifras, correspondientes a 2001, el 85,6% de los alumnos asturianos y más del 82% de los navarros, vascos y cántabros acaban los estudios obligatorios, porcentajes sensiblemente por encima de la media nacional (74,4%) y a gran distancia de Canarias, la comunidad con mayor nivel de fracaso escolar, ya que menos del 65% de sus alumnos se graduan en la ESO.

Las cifras muestran según su autor que no hay una relación absoluta y directa entre el gasto por alumno y el éxito escolar, ya que las tres comunidades que más gastan son también las tres con menor fracaso, aunque en diferente orden. En este sentido, Marchesi observa que el porcentaje más alto de graduados (el 84,4%) se registra en Asturias, comunidad donde el gasto por alumno (3.379 euros anuales) es uno de los más altos pero está muy alejado del País Vasco (4.440 euros). En declaraciones a Efe, el catedrático señala que en ese aspecto influyen muchos factores, y cita por ejemplo el caso de Madrid, donde el elevado nivel educativo de las familias compensa el menor gasto educativo.

Marchesi apuesta por "medidas localizadas"

Tampoco hay una relación directa entre el nivel económico de una región y su gasto en educación, como lo demuestran casos como los de Madrid -la comunidad con mayor Producto Interior Bruto (PIB) per cápita y al mismo tiempo la que menos gasta por alumno- o Baleares, que ocupa el cuarto puesto en riqueza y el decimosegundo en gasto educativo. Por el contrario Galicia, que ocupa el puesto quince en PIB, es la quinta en gasto por alumno y Extremadura, la comunidad más pobre, es la novena en gasto por alumno. El libro refleja además que el 71,8% de los alumnos que acuden a los programas de Garantía Social tras fracasar en la escuela pertenecen a un contexto sociocultural bajo, y que el 77,1% de los jóvenes que cursan dichos programas culpan de su fracaso a la falta de interés por estudiar.

Marchesi considera que para afrontar problemas como el del fracaso escolar son más eficaces "las medidas localizadas, específicas y diferenciadas" en cada centro escolar que las "grandes reformas educativas". En el libro, Marchesi analiza al colectivo de alumnos con problemas escolares, las dificultades de sus profesores para educarles y el desconcierto de sus familias. Considerado como uno de los padres de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), Marchesi plantea en la publicación soluciones y trata de responder a por qué son como son estos niños o qué pueden hacer sus familias.

Tras estudiar durante años la situación y entrevistarse con representantes de todos los sectores educativos, el catedrático incide en que "la clave" del éxito de cualquier sistema reside en cuidar el bienestar emocional de los alumnos y el bienestar profesional de los profesores. En este sentido, apunta que dos de cada diez niños reconocen estar a disgusto en el colegio y que les gustaría cambiar de centro, y que el porcentaje de profesores insatisfechos con su labor es también muy alto y se manifiesta con opiniones "muy duras". El libro recopila muchas de esas opiniones, incluso las que apuntan a la LOGSE como la principal responsable de la situación de la educación.

El siguiente cuadro recoge por comunidades el PIB per cápita y el gasto por alumno no universitario (ambos en euros) euros, así como el porcentaje de alumnos que acaban la ESO en 2001. El autor explica que el gasto medio por alumno se ha establecido utilizando las cifras del gasto público en educación no universitaria y el total de alumnos matriculados en las enseñanzas de régimen general y de régimen especial: