Los franciscanos critican a la Iglesia de EE UU por su actitud ante la pederastia
La Orden de San Francisco de Asís prepara una normativa común para afrontar los casos de desviaciones sexuales en su seno
El documento de los franciscanos sería redactado por el ministro general de la Orden de Hermanos Menores Conventuales, el norteamericano Joachim Giermek, y, una vez ultimado debería ser aprobado por el resto de ministros generales franciscanos.
En una carta dirigida a los cerca de 5.000 franciscanos conventuales que hay, Giermek advierte de que las autoridades eclesiásticas de EE UU "en lugar de afrontar el problema y tratar de resolverlo, se han limitado a menudo a trasladar al culpable, junto con su enfermedad, a otros lugares, dentro o fuera de la propia diócesis, concediéndole así l...
Los superiores generales de la primera Orden de San Francisco de Asís han manifestado su voluntad de elaborar una normativa franciscana común para prevenir y afrontar los casos de pederastia entre los franciscanos. A su juicio, los prelados de EE UU provocan más daño "por el comportamiento de las autoridades jerárquicas" que por la pederastia en sí misma.
El documento de los franciscanos sería redactado por el ministro general de la Orden de Hermanos Menores Conventuales, el norteamericano Joachim Giermek, y, una vez ultimado debería ser aprobado por el resto de ministros generales franciscanos.
En una carta dirigida a los cerca de 5.000 franciscanos conventuales que hay, Giermek advierte de que las autoridades eclesiásticas de EE UU "en lugar de afrontar el problema y tratar de resolverlo, se han limitado a menudo a trasladar al culpable, junto con su enfermedad, a otros lugares, dentro o fuera de la propia diócesis, concediéndole así la posibilidad de herir a otras víctimas".
"El buen nombre de la institución"
Para el ministro general de los conventuales, "en el pasado, el bien del ofendido y del ofensor ha sido sacrificado a menudo para salvar el buen nombre de la institución".
Esta carta, de cuyo contenido se hace eco la agencia de información de la Conferencia de Religiosos, IVICON, Giermek afirma que "ya antes de que estallase el escándalo actual pensaba que sería conveniente que la Orden tuviese unas directrices para afrontar comportamientos impropios en el campo de la sexualidad en general, y en particular en el terreno de los abusos sexuales".
Para Giermek el documento debería incluir "con claridad cuál es nuestra posición ante el tema, qué vamos a hacer si surgen acusaciones y denuncias de conductas impropias en este delicado y sensible campo de la sexualidad humana, cómo se debe proceder ante dichas acusaciones" en los casos que se puedan dar entre los miembros de la Orden franciscana.