¿Eres mileurista y dependiente? He aquí tu libro de cabecera
La novela de Emma Jane Unsworth es uno de los libros del momento. Es la historia de dos amigas que rondan la treintena, odian sus trabajos aburridos y no tienen futuro. La crítica la define como «bestial». Un acierto seguro para regalar en Saint Jordi.
Sábado, cuatro de la tarde. Te despiertas con una resaca lacerante, las manos atadas y la lengua rasposa. No sabes dónde estás. Es posible que en tu piso. O no. En tu piso, sí. Menos mal. Vas al baño, haces pis. Te sabes la ley no escrita sobre el tamaño de tu resaca: si el pis de color ámbar, es que fue una mala noche. Si es transparente, la resaca no será tan terrible.
Bienvenidos a la vida de Laura y Tyler, dos compañeras de piso que transitan los días y las noches –sobre todo las noches– de Manchester. Rondan la treintena, odian sus trabajos aburridos y no tienen futuro. Sí, esta es...
Sábado, cuatro de la tarde. Te despiertas con una resaca lacerante, las manos atadas y la lengua rasposa. No sabes dónde estás. Es posible que en tu piso. O no. En tu piso, sí. Menos mal. Vas al baño, haces pis. Te sabes la ley no escrita sobre el tamaño de tu resaca: si el pis de color ámbar, es que fue una mala noche. Si es transparente, la resaca no será tan terrible.
Bienvenidos a la vida de Laura y Tyler, dos compañeras de piso que transitan los días y las noches –sobre todo las noches– de Manchester. Rondan la treintena, odian sus trabajos aburridos y no tienen futuro. Sí, esta es la premisa de la novela Animales de Emma Jane Unsworth que acaba de publicar Malpaso. Pero no se dejen engañar por el estereotipo: esta no es una historia de mujeres lánguidas que esperan el amor verdadero. Esta es la historia de cuando la sociedad te dice que deberías irte de la fiesta porque la fiesta hace tiempo que no es divertida. Y no te vas. Y sigues saliendo y te pones del revés y acabas haciendo el pino e insultando a la mujer de tu jefe.
“Odio esa obsesión cultural que hay con la juventud, especialmente porque juzga a las mujeres que ‘salen de fiesta más allá de su edad’. Espero seguir cayéndome por ir borracha en las fiestas a los cincuenta. No hay una tragedia inherente en la autodestrucción, no cuando no es algo enfermizo, no cuando tú lo eliges”, explica la autora.
Lo cierto es que resulta inaudito encontrar una novela en la que ese tema, la autodestrucción a través del alcohol y las drogas sin juicio alguno, se explore con personajes femeninos como se ha explorado antes con personajes masculinos. “La sociedad siente que es propietaria de nuestros cuerpos. Siempre nos dice qué podemos hacer y qué no, y nos encajonan en categorías. El personaje de Tyler en Animales es un arma contra ese tipo de tratamiento”, dice.
Ah, Tyler. Folla, bebe, insulta y, sobre todo, no quiere que Laura se vaya. Porque Laura se va a casar, y eso acabará con cualquier posibilidad de seguir su nihilismo recreativo para siempre. “No solemos sondear las profundidades de la amistad como lo hacemos con el amor, o el sexo. Y pese a todo, las amistades suelen ser los verdaderos amores de tu vida. En ese sentido, pueden ser lo más enriquecedor, doloroso, hermoso, fatal y glorioso de nuestra experiencia», explica Unsworth.
Y así queda definida en el libro, como una amistad compleja, algo poco común también en los libros que nos llegan, dónde la amistad femenina suele encajarse entre dos polos: o es idílica o es cruel. “No creo que se trate lo suficiente, Vivimos en un mundo en el que la experiencia masculina es la experiencia general. Y la experiencia femenina siempre es la experiencia femenina. Espero que esté cambiando”, argumenta.
El telón de fondo por el que transitan Laura y Tyler es un Manchester a ratos festivo y a ratos desolador, y siempre pobre para ambas. Comen pasta con salsa de bote directamente de la olla, intentan colarse en las fiestas, jamás limpian su apartamento. La treintena y la ciudad van de la mano para una generación que se quedó varada en el mileurismo por la crisis económica. “Mi ciudad, Manchester, cambió radicalmente durante la crisis. Vi como cerraban tiendas y librerías, como algunos amigos perdían trabajos y otras amigas que eran madres solteras se quedaban sin subsidios. Las decisiones que tomaron los Tories probaron ser equivocadas no solo para rectificar el déficit, sino para entender qué quiere decir vivir en sociedad”, explica.
A Tyler, el contexto económico le sirve para seguir justificando vivir de la manera que quiere, no así a Laura. ¿Pueden salvarse de lo que el presente tiene preparado para ellas? El resultado suena tan cercano y personal que cabe preguntarse cuan autobiográfico es el libro. “Ninguna de las escenas de Animales tuvo lugar, y ninguno de los personajes está basado en nadie en concreto, pero las emociones y la pregunta sobre qué deberías estar haciendo y qué no en un momento de tu vida, eso sí que es todo mío.”
Animales es, en definitiva, una novela bestial.