8 razones por las que Justin Timberlake merece estar en la Super Bowl
El intérprete será el encargado de amenizar el codiciado show del intermedio, el espectáculo musical más visto del año en la televisión estadounidense. Y a nosotros no se nos ocurre un candidato mejor.
Ni Taylor Swift, ni Britney Spears, ni Drake. Después de los muchos rumores y quinielas habituales cada año, la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano) ha anunciado la elección de Justin Timberlake como anfitrión del espectáculo del intermedio de la Super Bowl en Minnesota. El show musical más visto del año, con una audiencia media superior a los 100 millones de personas, es un escaparate codiciado por cualquier artista. Prince o Beyoncé han cimentado sobre ese escenario los pilares de su leyenda. También Timberlake, pero con infausto recuerdo por el controvertido ...
Ni Taylor Swift, ni Britney Spears, ni Drake. Después de los muchos rumores y quinielas habituales cada año, la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano) ha anunciado la elección de Justin Timberlake como anfitrión del espectáculo del intermedio de la Super Bowl en Minnesota. El show musical más visto del año, con una audiencia media superior a los 100 millones de personas, es un escaparate codiciado por cualquier artista. Prince o Beyoncé han cimentado sobre ese escenario los pilares de su leyenda. También Timberlake, pero con infausto recuerdo por el controvertido nipplegate de Janet Jackson. El de Tennessee se convertirá así en el cantante que más veces ha pisado dicho escenario –tres–, pero lo hará por primera vez como cabeza de cartel. Por todas estas razones estamos entusiasmados con la elección:
Porque aquí hemos venido a bailar
Y es lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de valorar una elección de este tipo. Hablamos de un acontecimiento que tiene más de espectáculo, de hito cultural y sociológico, que de deporte. Aquí importa tanto la puntuación final del partido como el estreno del último tráiler de Hollywood o los 1.300 millones de alitas de pollo que se consumirán el próximo 4 de febrero. El talento multidisciplinar del que presume Justin Timberlake se antoja ideal para este tipo de acontecimientos. “Nuestro primer objetivo es hacer que todo el mundo se ponga a bailar”, confesó el cantante en una entrevista a raíz de su nombramiento. Rock Your Body, Sexyback, What Goes Around… Comes Around o Can´t Stop The Feeling conforman un arsenal convincente para lograrlo.
Porque es la ocasión ideal para disculparse con Janet Jackson
Mucho han cambiado las cosas desde su última aparición en el final de temporada del fútbol americano en el año 2004. Por aquel entonces, Timberlake era más conocido por su relación con Britney Spears y su pasado en NSYNC que por unas cualidades como solista que debía probar. La que no tenía nada que demostrar era la artista principal de ese espectáculo, una Janet Jackson que gozaba de sus máximas cotas de popularidad. Pero cuando su pecho quedó al descubierto la carrera que pagó el escándalo de aquel “fallo de vestuario” fue precisamente la de la primera víctima. Con el anuncio del anfitrión de 2018, el movimiento #JusticeforJanet ha tomado las redes sociales para exigirle que se redima de sus pecados del pasado de la mejor manera posible: invitándola al escenario y relanzar así su defenestrada carrera. ¿Quién no se deleitaría con una versión a dúo de Love Never Felt So Good sustituyendo al añorado Michael por su hermana?
Porque es la única estrella pop masculina que aúna vigencia, coherencia y experiencia
Lady Gaga, Katy Perry, Taylor Swift, Selena Gomez, Ariana Grande, Rihanna, Miley Cyrus… Como ya sugiriera Beyoncé en uno de sus hits, las mujeres dominan el mundo con absoluta autoridad. O el del pop, por lo menos. Con la desaparición de Michael Jackson, Timberlake se ha quedado muy solo en el olimpo de la industria musical. Los aspirantes Ed Sheeran, Justin Bieber o Harry Styles, aunque opositando, todavía están lejos de poder compararse de tú a tú en cuanto a recorrido. 10 Grammys no se consiguen tan rápido.
Porque en los Óscar nos dejó con ganas de más
Timberlake ha demostrado que es el frontman ideal para estos guateques. No solo en sus dos apariciones previas en la Super Bowl –primero con NSYNC y después con Janet Jackson–, también en sus últimas actuaciones en Eurovision o los Óscar. En esta última gala de premios derribó el habitual aura de solemnidad con un número de apertura que levantó de su asiento al mismísimo Jeff Bridges. Logró que decenas de actrices desafiaran las hechuras de sus trajes de alta costura siguiendo la coreografía. Para su desgracia, al inesperado número de clausura con el malentendido del sobre no hay cantante que lo levante.
Porque la Super Bowl se celebra en Minneapolis
Esta puede ser la primera pista sobre un posible homenaje durante el espectáculo. Dicha ciudad, situada al norte de Estados Unidos, vio nacer en 1958 al artista antes conocido como Prince. El hijo pródigo y leyenda del rock n’ roll protagonizó la considerada como mejor actuación de la historia del intermedio de la Super Bowl. Prince también es uno de los ídolos de la infancia de Timberlake y este le dedicó unas emocionantes palabras con motivo de su muerte en abril de 2016, recordando el momento exacto en el que con cuatro años preguntó a su madre sobre el autor de la canción que sonaba. “Dicen que no debes conocer a tus ídolos… Que te decepcionarán. Pero algunos de mis mejores, divertidos (sí, era hilarante) y más prolíficos encuentros y conversaciones sobre música llegaron gracias a los momentos que pasé a su lado. Sería tonto decir que ha inspirado mi música… Va más allá de eso. De alguna forma, está dentro de cada canción que he escrito”. Estamos convencidos de que la guitarra de Prince volverá a tocar este 4 de febrero.
Porque sus discursos dejan buen sabor de boca
Es un debate tan recurrente como acalorado que surge en cada edición de la Super Bowl. ¿Debe el artista aprovechar un escenario tan importante para expresar una idea política o ceñirse al aspecto musical? Lady Gaga solventó la presión que le pedía que se pronunciara sobre las políticas de Donald Trump entonando el inclusivo This Land is Your Land de la canción folk de Woody Guthrie. Timberlake no es muy dado a declaraciones activistas pero en diferentes galas de premios ha dejado para el recuerdo algunos de los alegatos más alabados a cualquier artista en estos años. “Si eres negro, o marrón, o gay, o lesbiana, o trans, o quizá un niño cantante afeminado de Tennessee; cualquiera que se porte mal contigo es porque tiene miedo, o porque le han enseñado a tener miedo, de lo importante que eres. Ser diferente significa marcar la diferencia, así que que les jodan”, dijo en los premios iHeart Radio.
Porque nos ahorramos los menosprecios de la crítica
“Timberlake nos recuerda que así como la música se mueve veloz hoy en día, el gran estilo persiste”. Esta sentencia, firmada por el crítico musical de Los Angeles Times Mikael Wood, resume el sentir generalizado de la prensa hacia su figura. El logro no es nada despreciable. ¿Qué posibilidades tenía el joven guaperas de una boyband de ganarse el respeto de los especialistas más proverbiales? Sus únicos cuatro álbumes de estudio en 15 años demuestran una actitud ajena a la tendencia actual, dominada por los singles de usar y tirar. Beyoncé y Timberlake juntos no suman tantos números 1 en las listas como Rihanna, pero su estatus como artistas que trascenderán a su tiempo ya resuena. Nadie podrá alegar motivos musicales para irse a picar algo durante el descanso del partido.
Porque transmite buenrollismo
Y lo necesitamos a cantidades industriales. Arriesgándonos a caer en la ingenuidad o la frivolidad, parece evidente que los últimos acontecimientos políticos en todo el mundo han subido los niveles de tensión y crispación en la sociedad. Esta atmósfera no es ajena para Timberlake, que busca convertir esos míseros doce minutos de música en una celebración global. “Con todo lo que está pasando en el mundo, quiero hacer algo que una a la gente. La palabra unidad no deja de rondar por mi cabeza”.