¡Vuelve Bridget Jones!, la heroína de las treintañeras
Helen Fielding confirma que resucita a la heroína de los noventa con una nueva novela.
Antes que Hannah Horvath (la protagonista de Girls), antes de que Carrie Bradshaw, hubo otra soltera urbana de ficción capaz de encandilar e irritar a partes iguales y con la habilidad de hacer de pararrayos mediático de cuantos debates atañen a las mujeres del primer mundo. Fue Bridget Jones, la heroína que la escritora Helen Fielding creó en una serie de columnas para The Independent y que más tarde se materializaron en dos novelas y dos blockbusters protagonizados por Renée Zellwegger.
Fielding anunció el viernes pasado en el veterano programa d...
Antes que Hannah Horvath (la protagonista de Girls), antes de que Carrie Bradshaw, hubo otra soltera urbana de ficción capaz de encandilar e irritar a partes iguales y con la habilidad de hacer de pararrayos mediático de cuantos debates atañen a las mujeres del primer mundo. Fue Bridget Jones, la heroína que la escritora Helen Fielding creó en una serie de columnas para The Independent y que más tarde se materializaron en dos novelas y dos blockbusters protagonizados por Renée Zellwegger.
Fielding anunció el viernes pasado en el veterano programa de la BBC Women's Hour que resucitará a Bridget para una tercera novela que verá la luz el otoño próximo, 13 años después de que se publicase el último libro de la minisaga, Bridget Jones: Sobreviviré. Jones no se habrá quedado estancada en el treintañerismo sino que habrá envejecido en tiempo real y ahora andará por los cuarenta y bastantes. "La novela está situada en el Londres de nuestros días y si los lectores se ríen tanto leyéndola como yo me estoy riendo escribiéndola, van a disfrutar mucho", dijo Fielding, que no quiso aclarar cuál es la situación sentimental actual de Bridget ni si Mark Darcy (Colin Firth en los filmes) o Daniel Cleaver (Hugh Grant) siguen formando parte de su vida. "Todavía está intentando dejar de fumar y de beber, todavía está de régimen, tiene un poco más de éxito en la vida pero ella nunca va a cambiar", añadió Fielding. Aunque "Bridget ha crecido, como yo he crecido", el personaje añade nuevas neurosis a su portofolio. Ya no solo cuenta las calorías y las unidades de alcohol que consume. Ahora también le obsesionan sus escasos seguidores en Twitter.
Es de esperar que Jones habrá encontrado nuevas vías para fijarse en hombres que no le convienen. "Me interesan esas ciberpresencias en nuestras vidas, cómo hay gente que mantiene relaciones a través de mensajes de móvil que son emocionalmente enriquecedoras", dijo Fielding en el mismo programa. La escritora, que dejó Londres y se mudó a Los Ángeles tras vender los derechos de sus novelas por una cifra millonaria, está dispuesta a exprimir su creación más famosa hasta el último chardonnay (la babida preferida de Bridget, para entre semana). Además de esta nueva novela, Fielding trabaja en una adaptación musical y Working Title, la factoría británica que consiguió cuadrar el circulo del cine feelgood comercial (insoportablemente ñoño y formulaico, para algunos) con peliculas como Love Actually, sigue trabajando en la tercera película de Bridget, que ha sufrido algunos retrasos. El filme, que debía titularse Bridget Jones' Baby, ha tenido una gestación complicada. Al parecer, Hugh Grant no estaba conforme con el guion de Fielding y David Nicholls (el autor de la novela Siempre el mismo día). El primer director asociado al proyecto, Paul Feig (La boda de mi mejor amiga) abandonó el barco y fue sustituido por Peter Cattaneo, el director de Full Monty.
Nada de esto ha frenado a la autora, a la que muchos consideran, para bien y para mal, la madre de la chick lit, que cree que hay ganas de más Bridget. Ya hay quien dice que su decisión de envejecer a Bridget podría costarle lectores, ya que en este género literario las protagonistas no suelen superar los 40. "En el primer libro, Bridget abordaba cómo a veces seguir soltera a los 30 podía hacerte sentir como una solterona. Ahora veremos cómo en otras fases de la vida te etiquetan de otras maneras y no tienes por qué serlo. Son nociones anticuadas y ridículas", defendió Fielding. Su criatura, aunque simpáticamente imperfecta, no siempre recibió el sello de calidad feminista, por su obsesión con emparejarse y una más que obvia preocupación por el estatus social. Según escribió la autora en una carta al director del Daily Telegraph en una ocasión, "Bridget no está desesperada por casarse. Como cualquier mujer moderna, se esfuerza por equilibrar independencia posfeminista y su poder económico con la necesidad de ser amada, que no es que sea femenina, es humana".
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