Itziar Manero: «He besado a muchos príncipes que se han convertido en rana»

La vocecilla siempre estuvo ahí. Desde niña, Itziar Manero (28 años, Bilbao) sentía la llamada constante del mundo del arte, pero la falta de referentes cercanos en la profesión desalentó su vocación. Tuvo que ser un taller de teatro, mientras se labraba un futuro como jurista, el detonante definitivo para dar el salto. “Suena muy intenso, pero me dije: ‘Itziar, solo tienes una vida, pruébalo al menos un año”. Tras curtirse sobre las tablas y en los platós, Manero debuta ahora como protagonista en la pantalla grande con Las chicas están bien, un conmovedor cuento de verano sobre la co...

La vocecilla siempre estuvo ahí. Desde niña, Itziar Manero (28 años, Bilbao) sentía la llamada constante del mundo del arte, pero la falta de referentes cercanos en la profesión desalentó su vocación. Tuvo que ser un taller de teatro, mientras se labraba un futuro como jurista, el detonante definitivo para dar el salto. “Suena muy intenso, pero me dije: ‘Itziar, solo tienes una vida, pruébalo al menos un año”. Tras curtirse sobre las tablas y en los platós, Manero debuta ahora como protagonista en la pantalla grande con Las chicas están bien, un conmovedor cuento de verano sobre la convivencia de un grupo de actrices, en el que comparte reparto con Bárbara Lennie, Irene Escolar o Itsaso Arana, que también dirige. La vasca confirma que su voz interior no estaba equivocada: “Siento que estoy haciendo lo que tengo que hacer, que por fin he encontrado mi lugar”.

Las chicas están bien se estrenó en el festival de Karlovy Vary. ¿Cómo vivió su primer certamen internacional?
Fue muy fuerte. Primero, la experiencia de ver mi cara en un auditorio rodeada de más de mil personas. Pero ya no te cuento lo que era para mí montarme en el coche, ir vestida con tacones, que te suelten en la alfombra roja, el photocall… De repente es como ser una princesa. Muy heavy.

¿Se disfruta al pisar por primera vez una alfombra roja?
Sentí muchos nervios. Aunque me gustaba mi vestido, empecé a tener dudas estúpidas sobre cómo posar o si me iba a caer. Y eso que había practicado un poco con los tacones, pero sentí una especie de miedo a no pertenecer. Es una experiencia marciana, pero mis compañeras me arroparon y la disfruté.

Ya que el filme es un peculiar cuento de hadas: ¿alguna vez ha besado a un príncipe que se ha convertido en rana?
¡Uy, sí! He besado a muchos príncipes que se han convertido en rana. Incluso cuando consideras que ya tienes como cierta inteligencia y cierta sabiduría, las ranas siguen apareciendo.

Ha hecho teatro, televisión (la serie Días mejores) y ahora cine. ¿En qué disciplina se llega mejor a final de mes?
Con las series y las plataformas, que son más meses de rodaje. No cambio el teatro por nada, pero todavía me alucina la desigualdad entre lo que cobra una actriz de teatro, incluso con las mejores condiciones, y lo que cobra en lo audiovisual. Es muy fuerte.

Compaginó sus inicios en el teatro con el oficio de librera. ¿Nos recomienda un libro para iniciar el curso leyendo?
Just Kids, de Patti Smith. Soy muy fan, pero además es muy especial en mi vida porque gracias al libro conocí la librería en la que luego trabajé y la primera obra que escribí también estaba inspirada en él. Muchas se sentirán identificadas durante la lectura.