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Las mejores paradas para hacer un Interrail gastronómico

Viajamos por todo el continente europeo para recomendarte los restaurantes en los que disfrutar de los platos típicos más sabrosos de cada destino.

Crepes en París – En el corazón del pintoresco y animado barrio latino se esconde Au P’tit Grec, una de las creperías más increíbles de la “ciudad de la luz”. El tamaño (con uno podéis comer hasta dos personas), la calidad de los ingredientes y su económico precio forman colas diarias en la rue Mouffetard para poder saborear uno de sus crepes, ya sea dulce o salado (galette). La espera merece la pena.Instagram @auptitgrec_fans
Pizza en Roma – Que una pizzería se abra paso entre las cientos (¿miles?) que brotan en la “ciudad eterna” parece casi imposible, pero algo debe tener Baffetto para haberse convertido en una visita imprescindible. Nosotros te lo decimos: pizzas de masa fina, hechas al horno de leña, generosas en los ingredientes y muy sabrosas. No te desanimes si te encuentras cola, se acabará tan rápido como las porciones de la bandeja.Instagram @foodigram_life / Baffeto
Fish & chips en Londres – El pescado rebozado de Poppie’s, con tres locales repartidos a lo largo y ancho de la ciudad, son toda una institución británica desde hace décadas. Aunque no es el fish & chips más barato disponible en Londres, la frescura de su producto (pescado el mismo día) y su perfecta fritura bien merecen el desembolso extra.Poppies
Helado en Milán – Tras un romántico paseo por el canal Navigli qué mejor que saborear más famoso helado italiano en La Gelateria della Musica, una institución en la ciudad. Si todavía te preguntas por qué, mejor mira la fotografía que acompaña a este texto. Y si te gusta el chocolate, que no se te pase el sabor de pan con Nutella.Instagram @paksisters/lagelateriadellamuusica
Francesinha en Oporto – No todos se atreven a enfrentarse a uno de los platos más calóricos paridos por el mundo conocido pero, de hacerlo, la jugosidad de los sándwiches servidos en el restaurante Lado B ralla a un nivel incluso más alto que los del afamado Café Santiago. Si te queda espacio para más, su tarta de chocolate bien merece un amago de empacho.Instagram @dia.da.asneira / Tripadvisor
Pastéis de nata en Lisboa – Las decenas de miles de opiniones positivas recibidas en Tripadvisor por Pastéis de Belém hablan por sí solas de la excelencia de una de las confiterías más conocidas del mundo. Visitar la capital lusa y no tomar el tranvía para disfrutar del hojaldre perfectamente horneado y de la suavidad de su crema de nata es un pecado que no deberías cometer. La única duda tras probarlos será cuántas cajas te llevas a casa.Pastéis de Belém
Goulash en Budapest – De un tiempo a esta parte la capital húngara se ha convertido en uno de los destinos vacacionales más demandados por los turistas españoles y el Menza, con su particular decoración setentera, en uno de los restaurantes de referencia para quien apuesta por degustar su gastronomía. Además de mantener precios asequibles, en su carta sirven uno de los mejores estofados de ternera y verduras que puedes probar en la ciudad.Instagram @boram_traveler / sanghyun_e
Gofres en Bruselas – Los locales de Maison Dandoy esparcidos de forma estratégica por el centro de la ciudad belga hacen imposible que cualquiera que se defina como un perfecto goloso camine por sus calles sin hacer –varias– paradas técnicas en la ruta con tal de hincarle el diente a sus célebres gofres. La masa es tan deliciosa que comérselos a palo seco es una opción por la que los bruselenses apuestan y que también deberías sopesar.Instagram @maisondandoy
Estofado irlandés en Dublín – En pleno Temple Bar puedes disfrutar de los mejores guisos característicos del país, por ejemplo, del típico e irresistible de ternera y cerveza Guinness. El Quays es uno de los mejores sitios para hacerlo gracias al sabor de sus platos, su magnífico ambiente y a los músicos que amenizan la velada.Instagram @carinev_pastel / @morenapkinsplease
Poffertjes en Amsterdam – Otro de los platos imprescindibles de la cocina holandesa son estas esponjosas minitortitas servidas con azúcar glass. Pocos sitios las sirven más deliciosas que The Pancake Bakery, situada a escasos metros de enclaves turísticos como la casa de Anne Frank. Acompañadas de fresas y bañadas en chocolate pueden llevar tu paladar al siguiente nivel.Instagram @thepancakebakery
Bratwurst y cerveza en Berlín – Situada frente a la concurrida isla de los museos, el Brauhaus Georgbraeu es uno de esos restaurantes de decoración clásica germana que no defrauda pese a ser un imán de turistas. Si hace buen día puedes disfrutar de sus diferentes salchichas o de su codillo sentado a la orilla del río Spree y degustar su excelente cerveza artesanal.Instagram @majk_kraft / toni.shulekova
Smorrebrods en Copenhague – Estas tostas, que admiten rellenos de diversos ingredientes fríos como arenques, salmón, carne o verduras, son uno de los platos más típicos de la cocina tradicional danesa. El Dyrehaven, un local con decoración retro situado en el barrio cool de Vesterbro, sirve alguno de los más recomendables. No te asustes si los camareros se atiborran a cerveza delante de ti, como hemos dicho, estamos en el vecindario más alternativo de la ciudad.Instagram @dyrehaven
Albóndigas en Estocolmo – Sentimos decepcionarte pero, por mucho que las pidas en cada visita, las albóndigas del Ikea no son las mejores salidas de Suecia. Si no nos crees puedes reservar una mesa en Gastabud, uno de los restaurantes más venerados de la capital, y probar sus köttbullar, el auténtico sabor de la mejor tradición gastronómica escandinava.Instagram @japanese_foodie_travel
Raclette en Zurich – El paraíso para los amantes del queso suizo se llama Raclette Factory. En pleno centro histórico y a un precio más que interesante teniendo en cuenta la factura media de la ciudad, este restaurante te permite disfrutar de todo tipo de quesos fundidos: desde ahumados hasta con sabor a trufa y queso azul.Instagram @raclettefactoryag
Musaca en Atenas – Cuando, como turistas, nos toca enfrentarnos a un plato ya integrado tradicionalmente en nuestras casas es fácil que las expectativas nunca se vean cumplidas. La cocina casera del Liondi, emplazado muy cerca del Acrópolis, es una garantía de que jamás vivamos una decepción de ese tipo.Instagram @kochajacgrecje