El complicado reto de ser Diana de Gales: diez actrices que se atrevieron a ponerse en su piel
Tras el reciente estreno de ‘Spencer’, repasamos cómo el cine, la televisión y el teatro han reflejado la vida de la princesa a lo largo de las últimas décadas.
24 años después de que tristemente falleciera en París, Diana de Gales sigue siendo la eterna princesa del pueblo. El público, lejos de olvidarla, continúa reivindicando su figura y mostrando un gran interés por todo lo que se desvela de ella. Como buen icono del siglo XX, tanto el cine como la televisión han sabido sacar rédito de su biografía. Incluso, desde hace poco cuenta con su propio musical en Broadway. Pero ciñéndonos solo en cómo la ficción la ha retratado, lo cierto es que a lo largo de las últimas décadas nos hemos encontrado con demasiados productos caricaturescos y muy pocos que ...
24 años después de que tristemente falleciera en París, Diana de Gales sigue siendo la eterna princesa del pueblo. El público, lejos de olvidarla, continúa reivindicando su figura y mostrando un gran interés por todo lo que se desvela de ella. Como buen icono del siglo XX, tanto el cine como la televisión han sabido sacar rédito de su biografía. Incluso, desde hace poco cuenta con su propio musical en Broadway. Pero ciñéndonos solo en cómo la ficción la ha retratado, lo cierto es que a lo largo de las últimas décadas nos hemos encontrado con demasiados productos caricaturescos y muy pocos que le hayan hecho justicia. Por eso mismo, aprovechando el estreno en las salas de Spencer, analizamos el trabajo de aquellas actrices que, con mayor o peor fortuna, han osado encarnarla.
Elizabeth Debicki en ‘The Crown’ (2022-2023)
La francoaustraliana no lo va a tener fácil. Tras la inolvidable interpretación de Emma Corrin en la popular serie, la actriz de Tenet y El gran Gatsby será la encargada de recrear los últimos años de la princesa de Gales en su quinta y sexta temporada, previstas para 2022 y 2023, respectivamente. Como ella misma hizo saber a Entertainment Tonight el pasado año, está encantada de enfrentarse a este reto: “Verdaderamente soy una fanática, lo he sido desde la primera temporada. Mi querida amiga Vanessa Kirby interpretó a la princesa Margarita en las dos primeras temporadas de una forma tan bella… Por eso empecé a verla. Recuerdo que mientras la veía pensaba: ‘Esto es extraordinario’. Para mí, empezar a nadar en ese océano es increíble. Obviamente, la princesa Diana era una mujer única y sumamente excepcional, así que no es más que un honor que me pidan que la interprete».
Kristen Stewart en ‘Spencer’ (2021)
Hace algo más de una década nadie se hubiera imaginado que la estrella de la saga Crepúsculo podría aspirar a un Óscar. Pero a no ser que haya una sorpresa de última hora, prácticamente todos los medios apuntan a que tiene muchas posibilidades no solo de estar nominada, sino también de llevarse la estatuilla el próximo 27 de marzo. El cineasta chileno Pedro Larraín ha firmado una película que es mucho más que un biopic. A decir verdad, se trata de un cuento de terror en el que Stewart revive la angustia por la que Diana pasó siendo esclava de un matrimonio fallido, así como objeto del escrutinio público. “A todo el mundo le encanta hablar sobre cómo me he preparado para este papel, qué tipo de investigación o voltereta mágica tuve que dar para conseguir el acento correcto. Pero siendo sincera, si dispones del tiempo suficiente para conseguir que te salga bien el acento, se trata de algo muy técnico. Lo realmente importante es interiorizar las cosas e incorporar reacciones verdaderamente emocionales a lo que ya existe en la vida real”, verbalizó la actriz hace unos días en Vanity Fair.
Emma Corrin en ‘The Crown’ (2020)
De ser una desconocida para el gran público a alzarse con el Globo de Oro a Mejor Actriz de Drama. Hasta ahora ha sido la mayor beneficiada de esta lista. Antes de que arrancara la cuarta temporada de The Crown en Netflix, muchos dudaban de que fuera capaz de meterse en la piel de un personaje tan icónico. Pero todas las críticas, sin excepción, alabaron su trabajo. “Corrin maneja la carga de retratar a Diana, una de las figuras públicas más queridas del siglo XX, de forma admirable. Refleja perfectamente la tímida inclinación de la cabeza y la mirada suplicante hacia arriba de la difunta princesa”, subrayó Entertainment Weekly. Tal como la actriz dijo en la edición mexicana de la revista GQ, las escenas más difíciles de rodar fueron aquellas en las que se mostraban sus problemas con la bulimia: “Es una experiencia importante para una persona. Y Diana habló con franqueza sobre ello, algo que fue increíblemente adelantado para su tiempo. Yo quería hacerle justicia a ella y a la problemática”. Indudablemente, se nos hará raro no verla en las futuras dos temporadas que aún están pendientes de estreno.
Jeanna de Waal en ‘Diana: The Musical’ (2020)
Sí, existe un musical sobre la princesa de Gales. Días antes de que los neoyorquinos se confinaran en sus casas, debido a la pandemia, se estrenó en Broadway. Pero para salvar la papeleta y no caer en la bancarrota, recientemente sus creadores recurrieron a Netflix para que pudiésemos ver esta surrealista propuesta desde la comodidad de casa. La obra, desde este mismo noviembre, vuelve a representarse en el teatro Longacre. Aunque atendiendo a las críticas que ha cosechado, nada hace pensar que vaya a estar demasiado tiempo en cartel. “Si te importa Diana como ser humano, o la dignidad como concepto, encontrarás este tratamiento de su vida mortificante tanto estética como moralmente”, reseñó al respecto The New York Times.
Naomi Watts en ‘Diana’ (2013)
“Watts no se parece, suena o actúa en nada como la Princesa de Gales. Wesley Snipes con una peluca rubia sería más convincente”, llegó a decir el Daily Mirror. The Guardian tampoco escatimó en improperios: “Pobre Diana. Me resisto a utilizar el término ‘accidente cinematográfico’. Pero la verdad es que, 16 años después de aquel terrible día de 1997, ha sufrido otra horrible muerte”. Entre otros motivos, el largometraje de Oliver Hirschbiegel fue vilipendiado por la crítica y el público porque daba por veraz la relación de la princesa con el doctor Hasnat Khan. Sin embargo, todos los dardos fueron contra Watts, quien estuvo nominada a su primer Razzie por este papel. Por mucho que afirmara que “Diana me dio permiso para interpretarla desde su tumba”, la estrella de Hollywood terminó arrepintiéndose de participar en este despropósito. “Al final hubo problemas con la película y acabó tomando un rumbo que no era el esperado. Cada vez que uno se arriesga sabe que puede caer. Y si hay que hundirse con el equipo, pues adelante”, admitió en 2014.
Genevieve O’Reilly en ‘Diana: Last Days of a Princess’ (2007)
Este docudrama parcialmente ficcionado, estrenado en el canal estadounidense TLC, incluyó entrevistas con Mohamed Al-Fayed, el padre de Dodi, y editores de The Sunday Mirror. Como su título bien indica, puso el foco de atención en el fatídico verano de 1997 y cómo los paparazzis acosaron a la entonces pareja. Contra todo pronóstico, a la crítica le gustó. Sin ir más lejos, The New York Times publicó: “Elogiar un docudrama sobre Diana puede parecer ridículo, como dar un premio de escultura a un museo de cera. Pero incluso aquellos que desprecian la disección post mortem de las celebridades tendrán que admitir que el cuchillo rara vez ha cortado más limpiamente que en Diana: Last Days of a Princess. No deifica a la princesa. La retrata como necesitada, pero manipuladora; cariñosa, pero con defectos. Es decir, como un ser humano. Las escenas entre Diana y Dodi son tontas –en un momento dado, él le muestra los osos de peluche de su infancia– pero según la mayoría de los testimonios, se trataban de personas que podían ser verdaderamente bobas”.
Amy Seccombe en ‘Diana: A Tribute to the People’s Princess’ (1998)
Tal como recogió El País a principios de 1998, no todos vieron con buenos ojos que se diera luz verde a este proyecto televisivo centrado en su relación con Dodi Al-Fayed. Ambos habían fallecido apenas unos meses antes, por lo que se consideró un intento igual de innecesario que morboso de hacer caja. En realidad, nadie recuerda su existencia o a su actriz principal, Amy Seccombe, quien tras su estreno solo participó en un filme más. Por si fuera poco, el mismísimo guardaespaldas personal de Diana, Ken Wharfe, declaró el pasado mes en el Daily Mirror que esta película “es la más floja” de todas las que jamás se han rodado sobre Diana. Si alguien como él lo dice, no somos nadie para cuestionarle.
Julie Cox en ‘Una princesa enamorada’ (1996)
Caryn James, la entonces crítica de cine de The New York Times, escribió que esta película de la CBS era simple y llanamente “horrible”. Aunque no tanto porque se basara en el libro de Anna Pasternak que detallaba la relación entre la princesa y el jinete James Hewitt. Principalmente, por su protagonista. “Todos los actores parecen más inteligentes y guapos que sus homólogos en la vida real, excepto Diana. Interpretada por Julie Cox, una actriz inglesa, esta Diana es de aspecto mediocre y un ganso. Su estatura es baja. Su vestimenta es desaliñada. Su pelo parece haber sido cortado y pintado con espray en algún salón de belleza”, apuntó con malicia la periodista.
Serena Scott Thomas en ‘Diana, su verdadera historia’ (1993)
En 1992 el mundo se paralizó cuando Andrew Morton editó el libro del mismo título. Básicamente, porque el periodista aireó en él las confidencias que Diana le hizo sobre sobre su fallido matrimonio con el príncipe Carlos, Camilla Parker-Bowles, sus intentos de suicidio o su lucha contra la bulimia. Con ese jugoso material Sky One y la NBC produjeron un melodramático telefilme protagonizado por Serena Scott Thomas que, en su día, el diario The Sun calificó de ser “tan poco profundo como la piscina de juegos de un niño pequeño”. Inclusive, la actriz aseveró hace unas semanas en la revista Elle: «No pensé bien las cosas cuando acepté el papel. ¿Afectó a mi carrera? Sin duda. Pero, sobre todo, siento un gran remordimiento. Me siento realmente mal por haber participado en algo que ha causado dolor a la familia real, ya que no hacen más que dejarse la piel por nosotros. ¿Lo volvería a hacer? No».
Catherine Oxenberg en ‘El romance real de Carlos y Diana’ (1982)
La actriz estadounidense, conocida por haber interpretado a Amanda Carrington en Dinastía, consiguió el primer papel de su carrera en este filme emitido por la CBS. Los críticos salvaron por los pelos su interpretación. Sin embargo, que se estrenara apenas tres días después de Charles & Diana: A Royal Love Story (una producción muy similar de la ABC en la que Caroline Bliss hizo de Diana), jugó en su contra. Ahora bien, atendiendo a que Oxenberg es hija de la princesa Isabel de Yugoslavia, la prima segunda del propio príncipe de Gales, aquello le acarreó más de un problema. En un post que publicó hace diez años en su blog confesó que “recibí una severa reprimenda, en forma de carta, del rey Constantino II de Grecia, quien consideró una falta de respeto que me hiciera pasar por Diana”. Asimismo, en una entrevista que concedió en 2019, explicó que desde entonces no ha vuelto a ser invitada al Palacio de Buckingham. Precisamente, la última vez que estuvo ahí fue el 27 de julio de 1981, dos días antes de la boda de Carlos y Diana.