Carlo Petrini: «Debemos ser comensales informados»
Preservar sabores y tradiciones en un mundo mejor son algunas de las motivaciones que llevaron a este italiano a crear Slow Food. ¿Heredaremos la tierra?
La pérdida de la biodiversidad es uno de los caballos de batalla de la gastronomía en la actualidad. Así lo cree Carlo Petrini, el fundador del movimiento internacional Slow Food. Su reivindicación de un proceso alimentario que fomente el respeto al medio ambiente y un retorno necesario a la agricultura familiar es ya toda una forma de vida para miles de seguidores en el mundo.
Este movimiento no afecta solo a la gastronomía, ¿verdad?
Efectivamente, está muy relacionado con otras áreas como el patrimonio cultural e histórico, ya que los alimentos repr...
La pérdida de la biodiversidad es uno de los caballos de batalla de la gastronomía en la actualidad. Así lo cree Carlo Petrini, el fundador del movimiento internacional Slow Food. Su reivindicación de un proceso alimentario que fomente el respeto al medio ambiente y un retorno necesario a la agricultura familiar es ya toda una forma de vida para miles de seguidores en el mundo.
Este movimiento no afecta solo a la gastronomía, ¿verdad?
Efectivamente, está muy relacionado con otras áreas como el patrimonio cultural e histórico, ya que los alimentos representan las tradiciones e identidad de un país. Trabaja en varios frentes para promover la sostenibilidad ambiental, social y económica.
¿Cómo puede una persona corriente comprometerse con esta ideología?
Todos podemos contribuir a diario con pequeñas cosas, como reducir el desperdicio de alimentos, escoger a pequeños productores o comprar productos locales y de temporada para reducir el impacto ambiental. Es fundamental ser comensales informados, que para mí devienen en coproductores. Comprar, por ejemplo, la carne de un buen suministrador local que cumpla con el bienestar animal. El consumidor influye mucho en lo que venden en los supermercados; tenemos que empezar a exigir que las etiquetas nos informen con exactitud de qué vamos a comer.
Ahora es un lujo encontrar algo que sepa realmente al producto etiquetado. ¿Cree posible que se vuelva a los orígenes o el mercado está montado de tal forma que no se puede?
Hoy en día no es fácil saber qué tenemos en el plato. La gastronomía tradicional peligra por la homogeneización de los sabores. Sin embargo cada vez somos más conscientes. Por eso comenzamos el Arca del Gusto, una iniciativa que cataloga y conserva los sabores que pueden perderse.
¿Cuáles son sus proyectos para el futuro?
Reforzar los actuales, como el de Mil Jardines en África, que ya está activo en 25 países y cuya finalidad es facilitar el acceso a los alimentos. Traer un producto bueno y justo equivale a generar empleo, desarrollo y paz (100x100orti.org).