Esther Acebo: “No sabes la ilusión que me hace que me reconozcan por algo distinto a ‘La casa de papel”
La actriz, que alcanzó el estrellato con su papel de Estocolmo en ‘La casa de papel’, regresa a los escenarios con la obra de teatro ‘Una cuestión de formas’
En sus inicios recibió un consejo que todavía no ha olvidado. “Una compañera me dijo que, para saber si aceptar o no un proyecto, pensara en si me aportaba alguna de las tres pes: placer, prestigio o pasta”. Gracias a su icónico papel de Estocolmo en La casa de papel, Esther Acebo (Madrid, 41 años) se encontró con la insólita suma de los tres requisitos y con un fenómeno global sin precedentes que ahora toca dejar atrás. Para lograrlo, la intérprete regresa a las tablas liderando el elenco de Una cuestión de formas, nueva adaptación de la comedia negra de Neil LaBute que subirá e...
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En sus inicios recibió un consejo que todavía no ha olvidado. “Una compañera me dijo que, para saber si aceptar o no un proyecto, pensara en si me aportaba alguna de las tres pes: placer, prestigio o pasta”. Gracias a su icónico papel de Estocolmo en La casa de papel, Esther Acebo (Madrid, 41 años) se encontró con la insólita suma de los tres requisitos y con un fenómeno global sin precedentes que ahora toca dejar atrás. Para lograrlo, la intérprete regresa a las tablas liderando el elenco de Una cuestión de formas, nueva adaptación de la comedia negra de Neil LaBute que subirá el telón del madrileño Teatro Infanta Isabel desde este 4 de abril.
Es la primera vez que vuelve al teatro tras el boom de La casa de papel. ¿Cómo lleva lo de ser cabeza de cartel?
Siento la responsabilidad de estar ante un proyecto y un personaje importantes. Llevo un tiempo sin pisar las tablas, pero antes de la serie yo había hecho sobre todo, teatro. Da cierto vértigo: antes de salir a escena quieres abrir un agujero en el suelo y marcharte, pero al mismo tiempo es una sensación maravillosa.
Más de dos años tras el final, ¿cómo se lleva con la serie?
Las cosas muy luminosas también tienen una gran sombra. Soy afortunada por haber estado en una serie que ha dado la vuelta al mundo, pero quiero seguir creciendo. Hace poco me pararon en una galería y me dijeron: “Tú eres la de De perdidos a Río”. No sabes la ilusión que me hizo que me reconocieran por algo distinto.
¿Da a sus rizos algún porcentaje de su éxito profesional?
Son una seña de identidad que, sin embargo, me ha perseguido como complejo durante años. No solo de adolescente, cuando empecé a trabajar una directora de casting me dijo que con mi pelo rizado nunca podría hacer un protagonista. Llegué a asumirlo, pero fue genial poder trabajar aceptando la naturalidad de quien soy yo realmente.
No estamos acostumbrados a ver personajes con el pelo rizado en el audiovisual…
Y me han escrito muchos para agradecérmelo. Al final es pelo, es algo superficial que se puede cambiar de mil formas, pero es importante abrazar la diversidad. Ojalá pudiera colarme ahora por una ventanita de mi cole, cuando me llamaban “rey león”, y decirme que ser diferente acabará jugando a mi favor.
Su compañera Itziar Ituño protagonizó hace poco una polémica que saltó al ámbito político. ¿Coartan su expresión este tipo de episodios?
Es importante mantenerse fiel a una misma. Yo me he manifestado en contra del genocidio en Gaza, y me he encontrado de todo: desde muestras de gratitud a otros diciéndome barbaridades. Itziar es una tía maravillosa y tiene todo mi apoyo.