Estar soltera en 2017 o por qué no hace falta vivir en China para que te traten de ‘mujer sobrante’
Dos catalanas dirigen ‘Singled [Out]’, un documental donde retratan la cruda realidad machista de varias treinteañeras en Estambul, Melbourne, Shanghai y Barcelona.
«Si no me caso este año, mi madre me ha dicho que no puedo seguir viviendo con ella». Quien habla es Yang, una abogada de éxito en Shanghai, directora de un gabinete en el que ella es la única mujer. Es entonar estas palabras y parece que esa joven independiente y segura de sí misma se hace pequeña de golpe. Sin intención aparente de tener una relación amorosa, asume el precio de ser soltera y mayor de 30 años en China. ...
«Si no me caso este año, mi madre me ha dicho que no puedo seguir viviendo con ella». Quien habla es Yang, una abogada de éxito en Shanghai, directora de un gabinete en el que ella es la única mujer. Es entonar estas palabras y parece que esa joven independiente y segura de sí misma se hace pequeña de golpe. Sin intención aparente de tener una relación amorosa, asume el precio de ser soltera y mayor de 30 años en China. Es una shegnu, una «mujer sobrante«, ese drama machista que tienen que soportar las jóvenes chinas que no se han casado. Yang tiene independencia económica y una educación superior –vive con su madre desde que murió su padre hace unos años–, pero de poco sirve frente a una sociedad que la arrincona y degrada por no responder a unos ideales morales retrógrados.
Su historia confluye con la de Shu, una empresaria romántica empedernida de 34 años de Shanghai; Melek, una científica intelectual y combativa de 30 años en Estambul; Jules, una chef convertida en cómica de 30 años en Melbourne y Manu, una profesora de 40 años que, cansada del mundo de citas online, decide inseminarse y ser madre soltera en Barcelona. Todas ellas (heterosexuales) forman parte del documental Singled [Out], un proyecto rodado por las catalanas Ariadna Relea y Mariona Guiu, que se encuentra en fase de posproducción y a punto de cumplir el objetivo de los 20.000 euros marcados en su kickstarter que necesitan para finalizarlo.
Este viaje al corazón de uno de los fenómenos socioculturales del nuevo siglo, el de la incomprensión moral y vacío a las mujeres que no tienen pareja, se empezó a gestar en 2013, mucho antes de que libros como el superventas Solterona de Kate Bolick o los debates sobre el imparable poder social y político de las solteras lo invadiesen todo. «Creo que todas –Bolick, Rebecca Traister, etc– empezamos en el mismo momento a plantearnos lo mismo», apunta Ariadna. En su caso, fue la preocupación de Mariona la que motivó empezar a investigar un poco más sobre ese choque generacional y social entre mujeres que lidian con su situación sentimental en la era de las relaciones vistas como bienes de consumo y una sociedad que sigue enclaustrada en la narrativa del amor romántico y del ‘vivieron felices para siempre’ como única y válida solución a la ecuación amorosa.
Mientras la prensa internacional debatía con asombro el caso de las mujeres chinas que alquilaban fake boyfriends (novios de mentira) para presentar a su familia en Año Nuevo y evitar el ostracismo social, Mariona –que vive y trabaja en Melbourne–, comentó el tema con Ariadna, que por entonces vivía en China. «Nos preguntamos si ese estigma estaba sólo en China o también se podía extrapolar a Australia, donde las mujeres se han empoderado educativamente y económicamente. Queríamos ver si en sitios alejados físicamente y orígenes culturalmente distintos ese mito de la ‘solterona’ afectaba a mujeres educadas y financieramente independientes». ¿Pasa en todas partes? Sí. Pasa. Mucho.
«En España no te dirán que eres una mujer sobrante, no lo verbalizarán así, pero lo vivirás igual», cuenta Ariadna, poco antes de recordar el clásico (y machista) «te vas a quedar para vestir santos» del refranero popular o el dicurso del presidente turco Erdogan cuando dijo que las mujeres «estaban incompletas» si no eran madres y preferían trabajar. Ambas coinciden en que vivimos en una era en la que existe un «un desencuentro» que impide avanzar hacia una evolución equilibrada. «Estamos en una era del cambio, los roles han cambiado y la mujer no necesita del hombre para ser validada, debemos empezar una nueva conversación porque el amor romántico ha muerto», declara tajante Mariona. Ariadna recuerda las teorías de una de las voces del documental, la de la socióloga Eva Ilouz (Por qué duele el amor): «El amor moderno tiene otras bases y otras reglas del juego. Tenemos que construir nuevas narrativas, con relaciones pactadas que no tengan por qué ser duraderas», apunta.
¿Acaso rechazan las mujeres del documental tener pareja? No, no lo hacen. «De hecho, muchas tienden a autoculpabilizarse, a pensar que tienen algo malo por no haberla encontrado», lamentan las directoras, insistiendo en que la soltería siempre «se negativiza desde el prisma femenino» mientras, históricamente, se ha glamourizado al soltero irreducto. «Parece que una mujer independiente y formada da mucho miedo a diferentes niveles» y recuerdan el caso turco, donde mujeres como Melek se manifiestan y luchan contra una sociedad que mira hacia el pasado y quiere arrebatarle sus derechos.
El documental, parte autofinanciado y parte producido por TVC y EuroImage, se estrenará en la televisión catalana el año que viene y tiene previsto un paso por festivales durante los próximos meses. ¿Siguen solteras sus directoras? «A día 17 de agosto de 2017, sí», dice entre risas Ariadna. Por algo el lema de su proyecto fue la cita célebre de Carrie Fisher: «Coge tu corazón roto y empieza a hacer arte».
Puedes colaborar con el crowdfunding de ‘Singled [Out]’, aquí.