La lavadora, nueva enemiga del ‘jean’
Marcas y fabricantes proclaman las ventajas de no lavar los tejanos. Sin usar agua contaminan menos… y envejecen mejor.
Sé que suena asqueroso pero, créanme, puede hacerse». Cuando el CEO de Levi’s Chip Bergh confesó en 2014 que llevaba más de un año sin lavar sus vaqueros, unos se llevaron las manos a la cabeza y otros apoyaron su rechazo a la lavadora. Y mientras el gigante norteamericano del denim lanzaba la campaña Dirty is the New Clean («Lo sucio es el nuevo limpio») anunciando las bondades ecológicas de la nueva estrategia, la enseña escandinava Nudie Jeans aconsejaba «limpiarlos con un trapo húmedo y airearlos en la ventana».
«Si en el mundo se venden 5.000 millones de tejan...
Sé que suena asqueroso pero, créanme, puede hacerse». Cuando el CEO de Levi’s Chip Bergh confesó en 2014 que llevaba más de un año sin lavar sus vaqueros, unos se llevaron las manos a la cabeza y otros apoyaron su rechazo a la lavadora. Y mientras el gigante norteamericano del denim lanzaba la campaña Dirty is the New Clean («Lo sucio es el nuevo limpio») anunciando las bondades ecológicas de la nueva estrategia, la enseña escandinava Nudie Jeans aconsejaba «limpiarlos con un trapo húmedo y airearlos en la ventana».
«Si en el mundo se venden 5.000 millones de tejanos al año, para fabricarlos necesitaríamos la misma cantidad de agua que consume Angola, la energía que gasta Múnich y 750.000 toneladas de químicos», calcula Carmen Silla, directora de marketing de Jeanología, una empresa con sede en Valencia que usa «láser y una lavadora de ozono (sin agua) para envejecer los colores». Trabajan con Levi’s, H&M o Gap y producen «el 20% de los vaqueros del mercado».
Los miembros de Denim Breaker Club usan jeans (sin lavarlos) durante seis meses antes de su venta a clientes de Hiut.
Cortesía de Hiut Denim
El modelo estrella es el jean envejecido, «que todos consideran auténtico y puro», apunta Silla. También es el que más lavados (y kilos de arena) requiere. «Una técnica que, en las fábricas, produce enfermedades tan graves como la silicosis», advierte.
«Está por encima de tendencias, porque reivindica el jean histórico, el que fue una prenda de trabajo», afirma Margherita Verlicchi, portavoz de la compañía Martelli Laboratori Tessili, que lleva casi un siglo proveyendo de denim envejecido a distintas firmas. La sostenibilidad y el rechazo al abuso de lavados les ha hecho innovar y dar ese aspecto gastado «a través de raspados manuales, esponjas, ozono y congelaciones, entre otros», cuenta.
Gwen Stefani, con jeans desgastados.
Cordon Press
Cerrar el grifo. Desde 2011, Levi’s ha ahorrado un billón de litros de agua gracias a técnicas sostenibles. Otros, en lugar de apelar a la tecnología, experimentan con nuevas fórmulas de ventas. «Los que no quieran meterlos en la lavadora pueden devolverlos y llevarse unos nuevos a mitad de precio. Los suyos irán a parar a aquellos que prefieran lavarlos pero, a la vez, busquen ese aspecto envejecido manual. Eso sí, antes los desinfectamos y los restauramos». Así explica Justin Touitou, director creativo de A.P.C., el proyecto Butler Denim, que ya está presente en algunas tiendas de la marca francesa.
La firma Noble sí los lava, pero con bourbon. «Los metemos en un barril durante mes y medio y adquieren un aspecto añejo», cuenta Abby Sutton, su fundadora. «Cuanto menos se laven, mejor quedarán», reza el eslogan de Hiut Denim. El año pasado la enseña galesa contrató a 50 personas para que usaran y desgastaran sus prendas seis meses antes de venderlas.
La empresa de Valencia Jeanologia envejece vaqueros con lavadora de ozono (sin agua) o con láser.
Cortesía de Jeanologia
¿Antihigiénico? Para nada. En 2011, la Universidad de Alberta (Canadá) ya desmontó el mito. Un estudiante se puso los mismos vaqueros a diario, sin lavarlos, durante un año y medio. Pasado ese tiempo, el nivel de bacterias en el tejido apenas había crecido. Y además consiguieron ese acabado vintage sin contaminar un ápice.