‘Final Girl’: Así se sobrevive a una peli de terror

El festival de cine de Sitges estrena una cinta sobre esas supuestas heroínas del género que, al fin y al cabo, son las auténticas víctimas.

En The Final Girls**, Taissa Farmiga interpreta a Max, la hija adolescente de una estrella del cine de terror de los ochenta. Con el recuerdo de su fallecida madre aún en mente, la chica decide asistir a la proyección de una de las películas de culto de su progenitora. En plena sesión, algo extraño sucede y Max y sus amigos entran sin quererlo en el universo de ficción de la película que están viendo. Esta rocambolesca premisa da pie a un sinfín de referencias, de juegos de metalenguaje y de guiños para los amantes del género. Sin embargo, hay un concepto que se impone, ya desde el ...

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En The Final Girls**, Taissa Farmiga interpreta a Max, la hija adolescente de una estrella del cine de terror de los ochenta. Con el recuerdo de su fallecida madre aún en mente, la chica decide asistir a la proyección de una de las películas de culto de su progenitora. En plena sesión, algo extraño sucede y Max y sus amigos entran sin quererlo en el universo de ficción de la película que están viendo. Esta rocambolesca premisa da pie a un sinfín de referencias, de juegos de metalenguaje y de guiños para los amantes del género. Sin embargo, hay un concepto que se impone, ya desde el título de la película, el de la final girl.

A principios de los noventa, Carol J. Clover acuñó el término final girl en su libro Men, Women, and Chain Saws: Gender in the Modern Horror Film, en el que analizaba el cine de terror a partir de las figuras femeninas que lo pueblan. La idea era simple: intentar encontrar un lugar para la mujer en un género eminentemente masculinizado. De ahí la etiqueta de la final girl, la chica que sobrevive a la masacre, la que termina con el asesino en serie, la que vive para poder contar la historia.

Lo interesante del libro de Clover es que no sitúa a la final girl como una heroína, sino como una víctima. “Superviviente a la tortura puede ser un término mejor que heroína”, escribe Clover, en referencia al periplo que debe pasar la protagonista antes de llegar al final de la película. El minuto de gloria, el momento en que la chica asesina al villano, queda como una anécdota, como un suspiro dentro de lo que ha sido un largo calvario.

A mediados de los setenta comienza a proliferar este tipo de personajes. La protagonista de Halloween encarna a la perfección esta figura, virginal y aniñada. De hecho, tenía el rostro aniñado de una Jamie Lee Curtis que apenas tenía veintidós años. A su vez, el final de La matanza de Texas pone en evidencia uno de los elementos centrales de este tipo de personajes: son chicas o mujeres que huyen, que no tienen una voluntad clara de enfrentarse a su enemigo y que terminan venciendo más por casualidad que por convencimiento. La final girl tal y como la presenta Clover es pasiva, es víctima, es inocente como un niño.

Jamie Lee Curtis en ‘Halloween’

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Nada que ver con la teniente Ripley de Alien, una final girl dudosa, absolutamente masculinizada en su caracterización, pero sin los rasgos infantiles que caracterizan al arquetipo. Aquí, la protagonista ya no es víctima, sino que, como dice la ensayista y profesora María Adell, propone un nuevo tipo de personaje femenino: ya no es una joven aterrorizada, sino una mezcla entre final girl y una heroína propia del cine de acción. Adell pone especial énfasis en la ropa de la heroína en la última escena de Alien, que “combina debilidad y fortaleza”. Adell describe el atuendo de Ripley de la siguiente manera: “esa ropa interior, camiseta y bragas blancas, sencillas y de algodón, se convierte, pues, en una suerte de armadura, pegada a la piel”.

No hay final girl más persistente que la protagonista de las distintas sagas de Scream, del recientemente fallecido Wes Craven. Sidney Prescott es una superviviente, inocente en la primera parte, empoderada al final de la tercera y absolutamente autoconsciente en la cuarta, cuando ya no puede más que mostrar desconfianza ante todo y todos.

Ellen Ripley, una final girl dudosa, absolutamente masculinizada en su caracterización, pero sin los rasgos infantiles que caracterizan al arquetipo.

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Siempre ha habido un componente conservador en torno a las final girls: se las supone cándidas y virginales. En la ficción dentro de la ficción de The Final Firls, la película que se podrá ver estos días en el festival de Sitges, solo mueren aquellos personajes que mantienen relaciones sexuales. En Scream, Sidney se ve abocada a la tragedia porque unos compañeros de instituto deciden pagar con ella los líos extramatrimoniales de su madre. Se trata de una cruel reprimenda por los pecados cometidos.

El personaje interpretado por Neve Campbell en la saga de Craven define a la perfección el trayecto de la heroína del cine de terror, de víctima con un único momento de gloria a figura contundente, y de final girl a heroína consciente de su resistencia y de sus posibilidades.

*Violeta Kovacsics es presidenta de la ACCEC (Asociación Catalana de Críticos y Escritores Cinematográficos)

**'The Final Girls' se proyectará el 12, 14 y 15 de octubre dentro de la programación del Festival de Sitges.

Phil.Bray (©Dimension Films/Everett Collec)

Sidney Prescott (‘Scream’) es una superviviente, inocente en la primera parte, empoderada al final de la tercera y absolutamente autoconsciente en la cuarta.

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