Un juguete erótico o un aumento de pecho: los estrafalarios regalos de los Oscar
Una empresa de relaciones públicas elabora una ‘bolsa’ para los nominados valorada en 177.000 € con viajes, hoteles y alquileres de coches de lujo.
Que digan aquello del and the Oscar goes to… (y el Oscar es para…) y escuchar el nombre de otro nominado en vez del tuyo tiene que hacerte un siete en el corazón. Ya se sabe: pasado el primer nanosegundo, ese en el que tu imagen con la sonrisa congelada y aplaudiendo a tu rival todavía está en la pantalla a cinco, nadie se va a acordar de ti. Todo un sofocón. Pero no es lo mismo volver a casa compuesto y sin galardón, que hacerlo con una bolsa llena de jugosos regalos y valorada en unos 177.000 euros. Y no, no hablamos de merchandising de las productoras. Nos referimos a la codiciada ...
Que digan aquello del and the Oscar goes to… (y el Oscar es para…) y escuchar el nombre de otro nominado en vez del tuyo tiene que hacerte un siete en el corazón. Ya se sabe: pasado el primer nanosegundo, ese en el que tu imagen con la sonrisa congelada y aplaudiendo a tu rival todavía está en la pantalla a cinco, nadie se va a acordar de ti. Todo un sofocón. Pero no es lo mismo volver a casa compuesto y sin galardón, que hacerlo con una bolsa llena de jugosos regalos y valorada en unos 177.000 euros. Y no, no hablamos de merchandising de las productoras. Nos referimos a la codiciada bolsa Everybody Wins (‘Todos Ganan’), un compendio de extravagantes obsequios que cada nominado en las categorías de interpretación y dirección se lleva bajo el brazo. Una chuchería repleta de artículos de lujo donados por diferentes marcas y de cuya compilación se encarga la empresa Distinctive Assets.
Como su contenido no es un secreto, ya se sabe que Leonardo DiCaprio y compañía se llevarán un viaje a Israel de 10 días a todo trapo (48.700 euros), un tour con trekkings por los principales montes japoneses (40.000 euros), un año de alquiler ilimitado de coches de la marca Audi (otros 40.000 euros) y un lote de por vida de cosméticos Lizora, a base de té pu ehr (27.700 euros). En el capítulo de rarezas, las damas se llevarán un ‘arouser’, un juguete sexual que succiona las áreas erógenas femeninas, causando una excitación, pero sin llegar al orgasmo (221 euros) y un lifting de pecho, que aumenta la talla, mediante plasma rico en plaquetas (1.600 euros). Este protocolo sin bisturí y sin silicona devuelve la lozanía a unos senos tristones en apenas 15 minutos inyectándoles un derivado de su propia sangre centrifugada. Suena horrible, pero es el mismo sistema que Kim Kardashian aplicaba sobre su rostro. Solo que ahora se practica algunos centímetros más abajo. Al acabar la faena, la paciente se va a su casa lista para lucir escote en la próxima alfombra roja. Naturalmente, quienes se sientan a gusto con su talla pectoral pueden obviar este regalo, que el canje no es obligatorio. Además, no es el único arreglito que pueden hacerse por la patilla. Queda un tratamiento de Ultherapy, un láser reafirmante valorado en la friolera de 5.000 euros, cortesía de la clínica Park MD.
La lista de dádivas no acaba aquí. Sigue con un batiburrillo de sesiones con entrenador privado, gominolas para adelgazar, regalos variados de otros tantos hoteles, botellas de vodka y mezcal, chocolate, joyas, comida para animales que cada cual puede asignar al refugio de mascotas de su elección, barritas de proteínas y hasta sonrojantes cantidades de papel higiénico o toallitas para el sudor axilar. ¿Altruismo? Más bien, inversión. Imaginen el impacto publicitario que puede tener que uno de los actores del momento deslice en una entrevista las maravillas que hace tal cosmético con su piel o lo bien que lo ha pasado descubriendo un destino exótico. O, quién sabe, tal vez confiese en tono jocoso a Ellen DeGeneres que gracias a cierto artículo de aseo privado sobrellevó más dignamente una inoportuna almorrana. Ahora bien, no sin sorna, pero con más razón que un santo, Perez Hilton recuerda a los agraciados que si aceptan la bolsa, tendrán que declararla al fisco al año que viene.
Por supuesto, nadie se plantea ampliar el elenco de regalables a otras categorías menores. Dicho de otra manera: si tal realizador de documentales, maquillador o director de vestuario desea pasear por tierras niponas o disfrutar un ratito hedonista ya puede ir rascándose el bolsillo. Porque los #OscarsSoWhite también son elitistas a la hora de regalar.
Que conste que lo de los regalos estrafalarios no lo han inventado en esta edición. De hecho, con esta ya van 14 años de lote para los nominados, si bien este año es la más generosa y con creces. En 2015 la bolsa de marras estaba valorada en 141.000 euros. Por hacer un símil, bastante más que la hipoteca de un español medio (103.922 euros, según el Instituto Nacional de Estadística). Incluía, entre otras marcianadas, una liposucción no quirúrgica con Ventura Lipo Light o una sesión con la mentalista e intérprete de sueños, Olessia Kantor. En 2014, tocó una cirugía genital. Y en 2013, acupuntura y un vale de 5.000 euros para la cirugía estética que más les apeteciera. Claro que también ha habido dispositivos para desatrancar los desagües de la ducha (sí, eso mismo), cursos sobre quesos o pestañas postizas de pelo de visón. Frente a esto, aumentar una talla de sujetador a golpe de jeringuilla hasta parece una nimiedad.