Un “apocalipsis” nupcial - “Me hubiera emocionado ver a uno de sus helicópteros arder y los cuerpos dentro de él calcinados”. Dejando a un lado el manido ‘Sí, quiero’, esta fue, según los reporteros de la época, la sentencia más memorable salida de la boca de Sean Penn el día de su boda con la estrella pop. Aquel 16 de agosto de 1985, el mismo día en el que Madonna cumplía 27 años y el día previo al 25 cumpleaños del actor, la pareja contrajo matrimonio en Malibú, en una mansión de un amigo de Penn y que se convirtió en una propiedad bunkerizada para huir del acoso de la prensa. Una intención fallida, teniendo en cuenta los ocho helicópteros alquilados por los medios de comunicación que sobrevolaban la casa y que formaron tanto ruido que hicieron inaudibles los votos matrimoniales. Consciente de que su intentona de boicotear las imágenes –alguien dibujó en la arena un enorme Fuck Off (Que os jodan)– no era suficiente, según cuenta The Telegraph, Sean Penn sacó un revolver y comenzó a disparar a los helicópteros en mitad de la ceremonia. Madonna, inmóvil ante la potencial tragedia, tenía bastante con tratar de que su velo no saliera volando. “Bienvenidos al remake de Apocalypse Now”, fue la frase que el actor dijo a los atónitos 200 invitados –entre los que se encontraban Andy Warhol, Tom Cruise o Cher–, según la biografía de Randy Taraborrelli.Twitter Rhino RecordsLa noche más infame - Madonna decidió mudarse sola a Malibú cansada de los celos del actor por su amistad con la actriz Sandra Bernhard. El 28 de diciembre de 1988 Penn fue a verla (en realidad saltó la valla y se coló en su casa) y ella le confirmó que iba a protagonizar la película Dick Tracy con Warren Beatty, otro de los nombres que Penn tenía apuntados en su lista negra de personas cercanas a Madonna que le provocaban celos. Fue entonces cuando el actor la amordazó y la maniató a una silla durante ocho horas. Durante ese tiempo bebía y la golpeaba sin parar hasta que la cantante logró escapar y llamar a la policía aprovechando que su marido había salido a por más vodka. Según el agente que la atendió, Madonna tenía el labio roto. Sin embargo, al día siguiente retiró la denuncia y la solicitud de divorcio. Bill McSweeney, uno de los policías de Malibú que estaban en la comisaría aquel día cuando la cantante acudió a narrar los hechos, confirmó que era un “asunto tan serio” que de haber mantenido la denuncia se le podían haber imputado al actor hasta tres delitos. Penn, por su parte, aseguró que todo se trataba de una invención de ella provocada por los celos. En 2015, la artista aseguró que esta y otras historias de maltrato que habían circulado sobre ellos desde los ochenta eran falsas. “Aunque tuvimos más de una discusión acalorada, Sean nunca me pegó, me ató, o me agredió físicamente”, argumentó Madonna en los tribunales después de que presentara una demanda contra el cineasta Lee Daniels por haberlo tildado de maltratador. Después tendrían reencuentros simbólicos como el que tuvo lugar en el Madison Square Garden en 2015. Allí, un embelesado Sean Penn asistía sonriente y en primera fila al concierto de la Reina del Pop mientras esta interpretaba en directo la canción que dio nombre al disco que le dedicó, True Blue.Ron Galella, Ltd. (Ron Galella Collection via Getty)Los malos tratos: una constante - En junio de 1987, según informa The Daily Beast, Madonna acudió al hospital Cedars Sinai de Los Ángeles alegando que su pareja la había golpeado en la cabeza con un bate de béisbol y fue sometida a una radiografía para descartar cualquier lesión neurológica. Tratando de proteger a su esposo, en libertad condicional tras pegar a un figurante en un rodaje por tratar de hacerle una foto, la estrella pop decidió no presentar cargos contra él. Poco después, Penn entró en prisión durante 30 días por conducir bajo los efectos del alcohol y violar así la condicional. “Creo que Sean saldrá de la cárcel como una mejor persona e incluso como un mejor actor”, declaró la esperanzada vocalista por aquel entonces. Los hechos inspiraron a Madonna a escribir el tema Till Death Do Us Apart, que vería la luz en su siguiente y cuarto álbum de estudio.Barry King (WireImage)