La imparable proyección internacional de María Valverde
La actriz fue la única celebrity española invitada al desfile de Chanel y sus próximos papeles en el cine la sitúan en el punto de mira fuera de nuestras fronteras.
Pocas firmas pueden presumir de congregar tantas caras conocidas en sus desfiles como Chanel. Carolina de Mónaco, Pharrell Williams, Inés de la Fressange, Isabelle Huppert o la nueva embajadora de la marca, Willow Smith, se sentaron en el front row de la firma para descubrir sus propuestas para el próximo invierno. Entre tantos rostros internacionales, algunos habituales a la cita con la maison y otros nuevos fichajes, una chica de ondas deshechas, labios rojos y look firmado por l...
Pocas firmas pueden presumir de congregar tantas caras conocidas en sus desfiles como Chanel. Carolina de Mónaco, Pharrell Williams, Inés de la Fressange, Isabelle Huppert o la nueva embajadora de la marca, Willow Smith, se sentaron en el front row de la firma para descubrir sus propuestas para el próximo invierno. Entre tantos rostros internacionales, algunos habituales a la cita con la maison y otros nuevos fichajes, una chica de ondas deshechas, labios rojos y look firmado por la casa llamó poderosamente nuestra atención. La actriz María Valverde fue la única invitada española al show y representante del star-system patrio. Lejos de ser algo meramente anecdótico, figurar en la exclusiva lista de invitados del káiser es una prueba irrefutable de su ascensión profesional y mediática fuera de nuestras fronteras. «Para mí ha sido un sueño cumplido poder asistir al desfile de Chanel» –confiesa Valverde a S Moda– «no entiendo mucho de moda más allá de lo que me gusta y lo que no pero sé reconocer el trabajo que hay detrás de las prendas y es una casa a la que sigo de cerca».
Es cierto que no es la primera vez que la vemos en la semana de la moda parisina. En septiembre de 2014, Valverde acudió al desfile de Nina Ricci. Pero en aquella ocasión vislumbrarla entre las invitadas no fue tan significativo. Al fin y al cabo, la madrileña había sido fichada meses antes como embajadora del perfume Nina L’Eau y era frecuente verla luciendo vestizados de la firma. Pero ahora la cosa cambia. ¿Por qué una firma tan exclusiva e internacional como Chanel pone su atención en una joven actriz española? Puede que se deba a una jugada maestra por parte de su representante, quizá su delicada belleza haya llamado la atención de los círculos más próximos a Karl o la respuesta sea una combinación de ambas. Lo que está claro es que no es fácil para una intérprete nacional situarse en el radar de uno de los pesos más pesados de la industria y que su aparición podría reportarle notoriedad dentro y fuera de los límites de la moda. ¿Es este un hecho aislado o será la nueva Paz Vega en sus mejores tiempos? ¿Podemos interpretarlo como una pista de su expansión internacional definitiva?
Si algo podemos afirmar es que Valverde es, desde hace tiempo, una de nuestras actrices más hollywoodienses. Pese a que no reside en Los Ángeles, sus últimos trabajos y su estilo delicado, elegante y un tanto parisino, la acercan más al perfil de celebrity internacional que al de aquella chica que robaba carteras en el metro junto a Juan José Ballesta (Ladrones) o se agarraba fuerte a la espalda de Mario Casas montada en su moto en la taquillera A tres metros sobre el cielo. El punto de inflexión quizá fue 2014, su año. La actriz decidió cambiar Carabanchel por Londres y recorrió photocalls internacionales del brazo de Christian Bale gracias a su papel junto a él en Exodus: Dioses y reyes, la superproducción bíblica de Ridley Scott. Aquel fue el mismo año que se convirtió en burbuja Freixenet junto a David Bisbal, se atrevió por primera vez con la comedia en Ahora o Nunca y “fue dando tumbos” de aquí a allí, enriqueciéndose como persona y creciendo como actriz. Su proyección y recorrido quedaban certificados cuando fue seleccionada a finales del año pasado como uno de los diez talentos emergentes del European Shooting Stars, que en su día reconoció el trabajo de actores como Daniel Craig, Daniel Brühl o la oscarizada Alicia Vikander.
2016 se presenta también como un año redondo para ella. Próximamente estrenará Ali and Nino (del inglés Asif Kapadia, ganador del Oscar por el documental de Amy), La Carga y la superproducción bélica patria Gernika, de Koldo Serra, en la que compartirá cartel con el actor de Master and Commander, James D´Arcy. Su nueva vida en Londres, sus recientes apariciones en eventos de la talla del Festival de Cine de Berlín y sus papeles, cada vez menos anclados al cine español –está estudiando francés para su próximo filme–, parecen señalar que Valverde, que ganó un Goya con solos 16 por su papel en La flaqueza del bolchevique, podría estar a punto de dar el salto definitivo a la taquilla internacional. Ella afirma que «quiere trabajar allí donde tenga la oportunidad sin ponerse ninguna meta en concreto y que le gustaría seguir trabajando en España lo máximo posible».
La actriz cuida cada una de sus apariciones y muestra sus looks diarios, básicos y sin estridencias, en su cuenta de Instagram @soylavalverde. Su estilo también tiene parte de la culpa de su éxito y acapara titulares. Valverde siempre ha cuidado lo que se pone y la hemos visto brillar de la mano de diseños de Louis Vuitton, Miu Miu, Dior, Stella McCartney, Sportmax, Nicholas Oakwell o Nina Ricci. «Mis iconos de estilo van desde Audrey Hepburn a Caroline de Maigret y me encanta jugar con la moda cuando tengo apariciones públicas», nos cuenta. Algo a priori tan superficial como qué diseñador llevar en las alfombras rojas ha podido contribuir a su despegue. Son pocas, y bien elegidas, las actrices nacionales a las que grandes firmas acceden a vestir. Lucir un Nicolas Ghesquiere o un Raf Simons no solo le da más posibilidades de promocionar sus trabajos gracias a las referencias de la prensa especializada de todo el mundo, sino que también podría contribuir al ascenso de una carrera paralela vinculada a la moda. Ya fue imagen de Nina Ricci y ha protagonizado campañas para Hoss Intropia o Purificación García. Ahora, que ha sido tocada por la varita mágica de Chanel, quién sabe si la veremos próximamente vinculada a otras firmas. El káiser no da puntada sin hilo. Y María Valverde tampoco.