La ‘cirugía plástica’ digital para que los actores parezcan más jóvenes en las pelis
No solo hay Photoshop en la publicidad y las revistas. ‘Vulture’ desvela los secretos de los grandes estudios para cambiar el rostro y esculpir el cuerpo de los intérpretes en la meca del cine.
«La mayoría de fans no tiene ni idea de que los directores están arrancando años y kg a sus actores favoritos, reemplazándolos totalmente con dobles digitales o incluso reanimando digitalmente sus rostros: añadiendo una lágrima donde no existía o una mirada de odio donde había miedo». Llevamos años sabiendo que las revistas y la publicidad tiran de Photoshop para idealizar a sus sujetos (algunas veces con pésimos resultados), pero lo que ignorábamos era que en todas esas películas y series de los grandes de estudios de EE UU a la mayoría de nuestros actores favoritos les han hecho pasar por el...
«La mayoría de fans no tiene ni idea de que los directores están arrancando años y kg a sus actores favoritos, reemplazándolos totalmente con dobles digitales o incluso reanimando digitalmente sus rostros: añadiendo una lágrima donde no existía o una mirada de odio donde había miedo». Llevamos años sabiendo que las revistas y la publicidad tiran de Photoshop para idealizar a sus sujetos (algunas veces con pésimos resultados), pero lo que ignorábamos era que en todas esas películas y series de los grandes de estudios de EE UU a la mayoría de nuestros actores favoritos les han hecho pasar por el mismo proceso. El periodista Logan Hill ha abierto la caja de pandora al publicar en la revista New York (rescatado digitalmente en su blog de entretenimiento Vulture) un extenso reportaje sobre cómo el retoque digital afecta a los actores en las películas y shows que nos hartamos de ver día a día.
Brannon Braga –productor y showrunner de sereis como Salem, Flashforward o Terranova– asegura en el texto que el retoque digital es una práctica más que habitual en sus producciones. «Ya puede ser una espinilla, las ojeras de una actriz o disimular el pezón en una escena de sexo», recalca y asegura que incluso en Salem han llegado a reemplazar caras digitalmente cuando uno de los actores abandonó el show por motivos personales. «Cuando uno piensa en efectos visuales, piensa en explosiones o robots gigantes», recuerda en el artículo Vince Cirelli, supervisor de VFX en Luma Pictures, «pero estamos llegando a un sitio en el que los estamos usando para dar más brío a las historias sin que la audiencia lo sepa, se lo escondemos». De hecho, desde Vulture han editado este vídeo en el que varios estudios de retoque han demostrado su magia en series y películas:
Visual Effects Geniuses Are Doing Things With Wrinkles And Abs…Visual effects geniuses are doing things with wrinkles and abs that you won’t believe.
Posted by Vulture on Domingo, 3 de abril de 2016
¿Qué se retoca?
Según explica Hill, la magia llega con un click: arrugas, abdominales marcados, mandíbulas más afiladas, celulitis que se evapora. La fantasía de la perfección gracias a la precisión digital. «En postproducción, si quieren que tu nariz sea más pequeña o más grande lo acabarán haciendo», explica el actor Michael Shannon. Hill recuerda que el cofundador de Lola Visual Effects, la empresa que envejeció a Brad Pitt en Benjamin Button escribió en su libro Masters of FX que «una escena de amor no tendría el mismo impacto si las estrellas tuviesen bolsas en los ojos, una piel rugosa y unas mejillas sin brillo… Mi especialidad son los efectos cosméticos: si dejas a la audiencia pensando que su actor favorito tiene la piel perfecta y ni un gramo de grasa, es que has hecho bien tu trabajo».
Se hace de todo: liftings faciales, se esconden embarazos (como el de Claire Danes en Homeland) e incluso se llegan a estrechar cuerpos verticalmente. Rejuvenecer, también. En la película de Netflix Pee-Wees Big Holiday se ha conseguido que el actor de 63 años Paul Reubens no tenga ni una sola arruga porque en teoría la historia sigue en 1990. Reubens, a propósito del retoque, dijo al New York Times, «podría haberme un lifting en la cara y nos habríamos ahorrado 2 millones de dólares».
No sólo se retoca buscando la belleza o la juventud, en la película Southpaw, por ejemplo, el equipo de efectos especiales logró recrear el efecto de los puñetazos de unos brazos alargados de Jake Gyllenhaal. Los dobles digitales también son muy habituales (solo hay que ver la evolución del Spider Man de Tobey Maguire a los empleados en Batman VS. Superman).
En este sector también son un clásico los desnudos digitales (el actor está vestido mientras se graba la toma pero en pantalla aparece sin ropa, como Cersei Lannister en el último capítulo emitido de Juego de Tronos). La práctica es relativamente nueva. Se remonta a hace unos cinco años cuando el truco digital introdujo un desnudo integral de Jessica Alba en la película Machete. Después se ha utilizado en El cambiazo o Very Good Girls, donde los traseros de Dakota Fanning y Elizabeth Olsen pertenecen, en realidad, a otras actrices. “Solo puedo decir que mi doble tiene un buen culo”, fue el comentario de Olsen al respecto.
¿Estamos llegando a un punto en el que el público ya no distingue la fantasía de la realidad y cree fielmente en ese ideal de belleza imposible? Probablemente. Kerry Washington se quejó ayer de que su portada en Adweek estaba retocada y no se reconocía. Quizá desconoce que cuando pasan sus planos de Scandal (la serie que protagoniza) por postproducción, las ojeras o la mala cara de un día en particular también se borra al instante.