Alexandra Jiménez: «Con mi hija descubrí una energía que no sabía que tenía»
Ha logrado ser una de las actrices más prolíficas de nuestro país sin cultivar un perfil mediático (ni siquiera tiene redes sociales). Ahora estrena Bajo terapia.
Es la excepción que confirma la regla. Alexandra Jiménez (Zaragoza, 43 años) ha logrado ser una de las actrices más prolíficas de nuestro país sin un pelotazo taquillero a sus espaldas, el amparo de los académicos o cultivar un perfil mediático —ni siquiera tiene redes sociales—. A su ya de por sí voluminoso currículo Jiménez suma ahora Bajo terapia, una comedia sobre una sesión grupal de autoanálisis que revelará los bajos fondos de sus protagonistas. La maña se exime sobre el secreto de su é...
Es la excepción que confirma la regla. Alexandra Jiménez (Zaragoza, 43 años) ha logrado ser una de las actrices más prolíficas de nuestro país sin un pelotazo taquillero a sus espaldas, el amparo de los académicos o cultivar un perfil mediático —ni siquiera tiene redes sociales—. A su ya de por sí voluminoso currículo Jiménez suma ahora Bajo terapia, una comedia sobre una sesión grupal de autoanálisis que revelará los bajos fondos de sus protagonistas. La maña se exime sobre el secreto de su éxito: “Me da miedo hacerme este tipo de preguntas, prefiero seguir rezando para que continúen dándome trabajo”. Cuestión de fe.
Siguiendo la premisa de Bajo terapia, ¿tanto peligro tenemos los adultos cuando tenemos que hablar entre nosotros?
Es interesante ver lo fácil que nos resulta juzgar el comportamiento de los otros. En poco tiempo todos tienen una opinión formada sobre lo que ven en lo ajeno, pero les cuesta un mundo hacer autocrítica y reconocer sus propios errores.
Decía Sábato que el arte no es terapia, pero es terapéutico.
A todos nos alivia. La cultura es el reflejo de todo lo que nos rodea y una manera de conectar con emociones que, de otra manera, no podríamos canalizar. Es una forma terapéutica de sanar.
Su teléfono no deja de sonar. ¿No haber sido nunca la actriz del momento es una ventaja?
Nunca he sido la actriz de moda. Tengo esa sensación de haber ido sin prisa pero sin pausa, y de una forma casi milagrosa no me ha faltado trabajo. Estoy agradecida porque entiendo que estas son mis cartas. Si tuviera otras las jugaría de otra manera.
Da la impresión de que no le va mucho el faranduleo.
Solo voy a una premiere si estreno una película, si tengo una misión que cumplir. Si no, sinceramente, soy mucho más feliz en mi casa. No soy de ir a saraos, me considero una persona bastante aburrida… (ríe) Lo he sido siempre.
Se cumplen 20 años del estreno de Los Serrano. ¿Llegó a odiar el ‘Uno más uno son siete’?
¡Me sigue gustando mucho! Si suena en algún momento me hace ilusión escucharla porque me conecta a una parte importante de mi vida. Además, ahora reponen los capítulos y hay una nueva generación enganchada a la serie. Es sorprendente.
Afirma Carla Simón que la conciliación no existe en el cine. Con un bebé de año y medio en casa, ¿qué opina?
Tiene razón, pero mi experiencia es positiva porque he contado con un gran apoyo familiar. A veces he llegado a mi casa a las siete de la mañana tras rodar toda la noche y me he puesto a jugar con mi hija porque ya estaba despierta, pero me devuelve tanta energía que he descubierto una fuerza extra que no sabía que tenía.