Los seguidores de Karol G desvelan cuál es su misterioso perfume y descubren que es de hombre

“Bleecker Street de Bond No. 9 es una fragancia de la familia olfativa Ámbar Amaderada”, explica el portal especializado Fragantica. Entre sus notas de salida destaca hojas de violeta, moras azules, casis y tomillo; en su corazón diferencia cedro, jazmín y canela, y como base apunta musgo de roble, pachuli, ámbar, vainilla y caramelo. El frasco de 100 ml de este perfume, que fue creado en 2005 por el perfumista David Apel (nariz detrás de Sunflowers de Elizabeth Arden o White Jasmin and Mint de...

“Bleecker Street de Bond No. 9 es una fragancia de la familia olfativa Ámbar Amaderada”, explica el portal especializado Fragantica. Entre sus notas de salida destaca hojas de violeta, moras azules, casis y tomillo; en su corazón diferencia cedro, jazmín y canela, y como base apunta musgo de roble, pachuli, ámbar, vainilla y caramelo. El frasco de 100 ml de este perfume, que fue creado en 2005 por el perfumista David Apel (nariz detrás de Sunflowers de Elizabeth Arden o White Jasmin and Mint de Jo Malone), se vende en la web de la marca neoyorquina por 440 dólares (412 euros). En los últimos días el nombre de esta marca de fragancias nicho se ha hecho viral, porque los seguidores de Karol G aseguran que es la fragancia a la que La Bichota asegura ser fiel desde hace nueve años.

Todo empezó cuando la cantante colombiana mostró qué lleva siempre en su bolso en un vídeo para la edición española de Vogue, de cuyo último número ha sido portada. Karol G extrae de su bolso un frasco envuelto en cinta adhesiva negra “para que no sepan qué perfume uso”, explica sonriente. Asegura que ella no teme la intensidad olfativa y reconoce que se perfuma todo el rato, incluso en los cambios de vestuario de sus actuaciones. “Me baño en perfume”, admite, para después concretar cuál es su aroma: “Huele a hombre, no soy muy de olores de fruticas o de dulces”. Esta fragancia, indica, no es un flechazo pasajero, sino que es su sello personal desde hace casi una década: “Hace como nueve años uso el mismo. Es perfume de hombre y huele al cielo y a los mismísimos dioses”.

Aunque Karol G quiere mantener el misterio de su fragancia ocultando el frasco, el diseño del mismo revela la silueta emblemática de la marca neoyorquina, según apuntan muchos de los seguidores de la artista en sus investigaciones en redes sociales, donde también señalan que hay referencias a la fragancia en el tema Velocidad crucero de su pareja, Feid, que canta: “Bleecker es su olor”. Y no solo ahí, sino también en la canción Poblado, que Karol G canta junto a J Balvin y Nicky Jam: “Y un perfume Bond, ay, qué rico huele”.

Bond No. 9 nació en 2003, de la mano de la francesa afincada en Nueva York Laurice Rahmé, que antes de iniciar su propia aventura empresarial había trabajado en los setenta para Lancome Paris, L’Oréal en Estados Unidos y la creadora de fragancias Annick Goutal. “En una industria que ha sido durante mucho tiempo dominada por los hombres, somos la primera perfumería de Nueva York en ser dirigida por una mujer, nuestra fundadora y CEO, que supervisa todos los aspectos de Bond No. 9, desde crear el concepto centrado en Nueva York detrás de nuestra colección de perfumes hasta guiar el desarrollo de cada fragancia y diseño de los frascos o el interior de cada boutique de la firma”, explican en la web de la marca.

Los nombres de los perfumes Bond son un homenaje a las calles y barrios neyorquinos; el de la firma viene de la primera sede de la casa, en el NoHo, y entre sus productos más vendidos destacan Greenwich Village, Nolita o Chelsea Nights. Además de destacar su unión con Nueva York y la visión de su creadora, Bond No. 9 se enorgullece de ser una marca de perfumería independiente (”Para nosotros no hay adquisición corporativa. Al igual que valoramos nuestra amplia base de clientes, valoramos nuestra libertad sin barreras para innovar y superar nuestros límites”, afirman en su web) y de “ser la primera perfumería en introducir aromas cívicos”, como Scent of Peace, en honor de la paz mundial, o Liberty Island, que “honra la libertad y la multiplicidad”.