Diseñan bikinis ecológicos y venden complementos ‘hipster’: así es la familia ‘instagramer’ que traerá a Greta Thunberg a España
Se conocieron en una isla griega y decidieron navegar por el mundo. Riley Whitelum, Elayna Carausu y su bebé Lenny tienen un canal de YouTube con más de un millón de suscriptores y suman casi 600.000 seguidores en Instagram. Además, Elayna va a lanzar su propia marca de baño creada con redes recicladas.
El australiano Riley Whitelum, que nació en Adelaide hace 32 años, tenía un sueño: quería viajar por todo el mundo. En 2013 lo hizo realidad. Sin tener ni idea de navegación compró un catamarán, La Vagabonde, a tres italianos en Monopoli, Italia. Ellos habían adquirido el barco como inversión, para alquilar, pero no funcionó y estaban perdiendo dinero, por eso Whitelum lo consiguió a buen precio y pudo comenzar a construir su aventura. Así lo contaba en el blog que inició en 2014....
El australiano Riley Whitelum, que nació en Adelaide hace 32 años, tenía un sueño: quería viajar por todo el mundo. En 2013 lo hizo realidad. Sin tener ni idea de navegación compró un catamarán, La Vagabonde, a tres italianos en Monopoli, Italia. Ellos habían adquirido el barco como inversión, para alquilar, pero no funcionó y estaban perdiendo dinero, por eso Whitelum lo consiguió a buen precio y pudo comenzar a construir su aventura. Así lo contaba en el blog que inició en 2014. Whitelum no fue a la universidad. Cuando era un veinteañero montó su propia empresa relacionada con la telefonía y luego trabajó ocho años en plataformas petrolíferas.
Decidió invertir el dinero logrado en vivir como un vagabundo del mar. En la isla griega de Ios conoció a otra australiana, Elayna Carausu (que ahora tiene 26 años), mientras ella tocaba la guitarra para amenizar los viajes de una agencia. Ya llevan cinco años navegando juntos, comparten sus experiencias en sus cuentas de Instagram y han creado un canal de YouTube, Sailing La Vagabonde, que suma más de un millón de suscriptores. En ese barco es en el que la joven activista sueca Greta Thunberg vendrá a España para participar en la cumbre del clima COP25, que se celebra el 12 y el 13 de diciembre en Madrid.
Si para viajar a Estados Unidos el pasado verano para participar en la Cumbre sobre la Acción Climática celebrada en Nueva York Thunberg contó con la ayuda del miembro de la familia real de Mónaco Pierre Casiraghi, ahora la ecologista se embarcará con una familia de instagramers. Elayna Carausu suma 319.000 seguidores en su perfil, Riley Whitelum 199.000 y su bebé, Lenny, que tiene su propia cuenta en la red social, acumula 55.400. La pareja es muy mediática y atractiva: YouTube les concedió su Gold Creator Award en octubre, cuando superaron el millón de suscriptores, y el periódico The New York Times publicó un artículo contando su vida y aventuras y fotografiando su día a día a bordo también el pasado octubre, cuando la familia pasó por Newport.
En esa entrevista, los australianos explicaban cómo gestionan sus gastos: apenas utilizan el motor de su embarcación, y cuando lo hacen recargan sus baterías con energía solar y eólica, se gastan 400 dólares (363 euros) cada dos semanas en alimentación y pescan los peces que comen, como suele mostrar Whitelum en su cuenta de Instagram.
En sus redes Carausu –experta en acuacultura y profesora de buceo– también comparte sus inquietudes creativas: va a lanzar una línea de baño propia, a la que ya ha bautizado como Vaga Bella Swim, cuya filosofía se enmarca en la preocupación por el medio ambiente. Los bañadores y bikinis de la firma estarán fabricados con redes de pesca recicladas, producidos éticamente y el cien por cien de los beneficios que obtenga serán donados a oenegés.
La pareja ya tiene alguna experiencia con el comercio de ropa: cuentan con su propia línea de merchandising, con un timón con sus siluetas como logotipo, y cuando llegan a tierra participan en mercadillos, en los que venden desde pareos a ropa de segunda mano. Su próximo objetivo es hacer que su catamarán logre tener emisiones cero, siguiendo su filosofía de luchar por la defensa del medio ambiente, que comparten con Thunberg y ha hecho que esta los escoja como anfitriones en su nueva travesía transoceánica. Según ha contado la activista, los australianos fueron unos de los múltiples voluntarios que se ofrecieron a transportarla cuando ella hizo un llamamiento en las redes sociales buscando transporte después de que se anunciara que la cumbre iba a cambiar su sede de Chile a España el pasado octubre.