El momento político decisivo de Cynthia Nixon: ¿dará la campanada la actriz de ‘Sexo en Nueva York’?
Hoy planta cara a Cuomo en las primarias demócratas para gobernar el estado. Los sondeos dicen que no ganará, pero su foco en lo social y fenómenos recientes como el de su homóloga Alexandria Ocasio-Cortez siembran la duda.
“Soy una Miranda y voto a Cynthia”, dicen algunas de las camisetas de la campaña pro Nixon. Más allá de los titulares que generaba su candidatura sorpresa en marzo, centrados sobre todo en lo anecdótico de que la actriz que encarnaba a uno de los personajes de Sexo en Nueva York pudiera acabar gobernando el estado en la vida real, Cynthia Nixon se ha postulado con ganas para convertirse en la candidata demócrata que pelee el 6 de noviembre para conseguirlo. Pertenece a ...
“Soy una Miranda y voto a Cynthia”, dicen algunas de las camisetas de la campaña pro Nixon. Más allá de los titulares que generaba su candidatura sorpresa en marzo, centrados sobre todo en lo anecdótico de que la actriz que encarnaba a uno de los personajes de Sexo en Nueva York pudiera acabar gobernando el estado en la vida real, Cynthia Nixon se ha postulado con ganas para convertirse en la candidata demócrata que pelee el 6 de noviembre para conseguirlo. Pertenece a esa nueva ola de mujeres que, sobre todo desde que Trump llegara al poder, están cambiando el curso de la política estadounidense (en agosto se batía el récord de mujeres presentándose a las primarias para ser gobernadoras o para el Congreso, 182 frente a las 167 de 2016). Las propuestas de su campaña (0% ayuda corporativa) son de corte progresista, centradas en asuntos sociales como la educación pública, la legalización de la marihuana recreativa, salud universal o mejoras del metro, y sus reivindicaciones feministas y LGTBIQ+ son una constante. La última, a raíz del debate con su opositor Cuomo, sobre si el uso que se hace del aire acondicionado en los espacios de trabajo es machista. El primer momento decisivo llega este 13 de septiembre con la votación demócrata frente a Andrew Cuomo, actual gobernador, que quiere ganarse el puesto por tercera vez consecutiva. Él está 35 puntos por encima de ella pero excepciones como las de Alexandria Ocasio-Cortez o Ayanna Pressley, ambas candidatas al Congreso que han derrocado a sus oponentes demócratas tras años en el poder y a pesar de que las encuesta decían lo contrario, dejan la puerta abierta. ¿Dará Cynthia Nixon también un revés al establishment?
Hasta la pasarela de la NYFW se ha trasladado su campaña. El diseñador Christian Siriano le ha tendido la mano con una camiseta de su colección que reza ‘Vote for Cynthia’ (vota a Cynthia), de la que la propia actriz ha sido testigo sentada en primera fila del front row en el desfile. Un impulso a su campaña financiada únicamente con donaciones, que queda muy lejos del respaldo de 30 millones de dólares con el que cuenta Cuomo (él sí con ayuda de empresas). Jonathan Van Ness (Queer Eye), que hace escasos días callaba bocas defendiendo su estilismo libre de normas de género en la alfombra de los Emmy creativos, ha compartido vídeos promocionales en sus redes. “Estoy preparado para ver a mujeres fuertes llevar a este Nueva York y a este país a un mañana más inclusiva y brillante”, escribía el estilista. Lena Dunham se ha cambiado de bando demócrata (Hillary va con Cuomo) y en una reunión privada que ha trascendido a redes en la que también estaban su madre, Laurie Simons, y el editor de Interview, Nick Haramis, subrayaba la labor de Nixon poniendo el foco en los colectivos más desfavorecidos.
Su falta de trayectoria política ha sido puesta en entredicho desde el principio. En el único debate que ha tenido con Cuomo, que se celebraba a finales de agosto televisado por la CBS, el mediador, Maurice DuBois, le preguntaba cuál era su experiencia de cara a manejar presupuestos y medidas que afecten a 20 millones de personas. Ella respondía que lleva años como activista, enumerando sus compromisos y que “la experiencia no significa mucho si en realidad no eres bueno gobernando”. Incluso antes de celebrarse, el debate había estado marcado por la reivindicación feminista de Nixon sobre el aire acondicionado sexista. Su contrincante demócrata es conocido por reclamar espacios con temperatura muy baja y Nixon pidió que esta se fijara a 24,4 °C, aludiendo a través de su equipo a que “la refrigeración de los espacios cerrados es notoriamente sexista” (el organismo femenino necesita tres grados más que el de los hombres para estar a gusto). Una señal de protesta contra la norma impuesta por ese “club de los viejos chicos” que ella misma apuntaba querer cargarse en una entrevista con The Independent tras la victoria de Ocasio-Cortez frente al demócrata Crowley. Y que se suma a otras de mismo corte que lleva a cabo como posicionarse a favor de los derechos reproductivos de las mujeres y concienciar sobre el cáncer de mama, que ella misma padeció.
Fue el mayor de sus tres hijos el que la hizo echarse a la calle para pelear por los recortes en presupuestos de la escuela pública. «Entré al colegio el primer día con él y era muy diferente a la escuela a la que había ido de visita en primavera y elegí”, contaba a Refinery 29. Desde entonces pertenece a la Alianza para la Educación de Calidad, con la que se manifiesta ante estos recortes (costándole incluso un arresto en 2002, del cual ella misma ha compartido la imagen en sus redes). Ahora lo lleva en su programa y señala que, desde que Andrew Cuomo empezara como gobernador en 2011, sus recortes en educación pública no han hecho más que acentuar las desigualdades entre neoyorquinos (el 1% gana 45 veces más que el resto, apunta) y propone que aquellos que ganen más, sean quienes pagan más impuestos.
Otro de las causas que le tocan de cerca y con la que se ha comprometido desde hace años es la defensa de los derechos LGTBIQ+. Declarada bisexual y casada ahora con una mujer, Christine Marinoni, comenzó su defensa por la legalización del matrimonio homosexual en 2010 con el proyecto Fight Back New York y recientemente estuvo junto a Marioni desfilando en el orgullo neoyorquino con camisetas propias de la campaña de Cynthia que vende una línea bajo la etiqueta ‘orgullo’ y pegatinas con los colores de la bandera para ayudar a financiarla.
Las mejoras en el metro, su medio de transporte habitual donde ha repetido sesiones de fotos y entrevistas hasta la saciedad, la salud universal o la legalización de la marihuana han sido otros de los pilares de su carrera por la candidatura demócrata. Siempre enfocada a reforzar a las minorías y revisar los privilegios blancos: “El 80% de los neoyorquinos arrestados por consumo de cannabis son negros o latinos, mientras que las personas que se parecen a Abbi Jacobson, Ilanus Glazer y yo esencialmente recibimos un pase. Tenemos que dejar de encarcelar a personas de color por algo que los blancos hacen con impunidad”, escribía sobre la iniciativa que ha promovido junto a las creadoras e intérpretes de Broad City (Comedy Central). El rapero T.I. se pronunciaba así al respecto: “No tengo ni idea de quién es esta brillante señora… Pero está invitada a mi próxima barbacoa/reunión familiar y si se presenta para cualquier cosa, ¡tiene mi voto! (…) Gente blanca decente utilizando su privilegio para marcar la diferencia”.
A modo de compendio de esos nuevos referentes políticos neoyorquinos, Cynthia se reunió con Alexandria Ocasio-Cortez,candidata demócrata al Congreso estadounidense, y Zephyr Teachout, candidata a procuradora general, y un centenar de votantes en el puente de Williamsburg para recaudar fondos para su campaña. The New Yorker, que recogía el acontecimiento firmado por Emily Witt bajo el titular ‘¿Es Nueva York lo suficientemente progresista para Cynthia Nixon?’, señalaba que el equipo de la política y actriz, a pesar de los números que no juegan a su favor, defiende que a menudo “las encuestas se centran en los votantes de mayor edad en lugar de un grupo demográfico más joven y animado”. Su esperanza parece estar puesta en los millennials y en las comunidades latina y negra, cruzando dedos por que haya afluencia de votantes y se produzca una excepción sorpresa como la de Ocasio-Cortez o Pressley. De ser así y si consiguiera situarse por delante del republicano Marcus J. Molinaro el 6 de noviembre, Cynthia Nixon haría historia convirtiéndose en la primera gobernadora de Nueva York, en la segunda de todo el país en declararse abiertamente no heterosexual y sí, también en la primera con un Emmy, un Tony y un Grammy.