Internet te cuida
Siestas inteligentes, abrazos por el móvil, tazas que nos dicen cuánto debemos beber. ‘The Internet of caring things’ pronto cambiará nuestra calidad de vida.
Un poco de historia
Sucede a menudo con todo lo que tiene que ver con la innovación tecnológica. Al principio son palabras que solo entienden los techies, en pocos meses el neologismo de turno forma parte de nuestro campo semántico y después de nuestra vida. El concepto 'Internet de las cosas' (IoT) no es nuevo, lo introdujo Kevin Ashton un científico del MIT que anticipó en 1999 lo que la consultora Trendwatching sanciona en 2014 como te...
Un poco de historia
Sucede a menudo con todo lo que tiene que ver con la innovación tecnológica. Al principio son palabras que solo entienden los techies, en pocos meses el neologismo de turno forma parte de nuestro campo semántico y después de nuestra vida. El concepto 'Internet de las cosas' (IoT) no es nuevo, lo introdujo Kevin Ashton un científico del MIT que anticipó en 1999 lo que la consultora Trendwatching sanciona en 2014 como tendencia del momento: un mundo de objetos conectados para hacernos la vida más sencilla. Un mundo de objetos inteligentes. Cosas, animales, plantas e incluso órganos intercontectados con la gente y sus dispositivos móviles, a través de lo que se conoce como identificador único, o sea, una especie de IP como la de los ordenadores, pero para todos y cada uno de los objetos que nos rodean. Por ejemplo, un identificador conectado a un móvil e instalado en una taza de plástico que permita a los usuarios conocer sus niveles de hidratación y controlar su ingesta de agua.
El ejemplo es real y pronto será cotidiano porque las cifras hablan y según esta consultora en tendencias globales “si en 2009, había 2.500 millones de dispositivos conectados, la mayoría de ellos dispositivos personales como teléfonos móviles y ordenadores, en 2020, habrá más de 30.000 millones de dispositivos conectados, la mayoría de los cuales serán productos”. Y según el gigante tecnológico Cisco Systems, “100 cosas están llegando online cada segundo”.
El internet de las cosas que cuidan enfoca directamente hacia los intereses y necesidades de nuestra dimensión personal, privada, íntima. La inabarcable panorámica que se divisa habla de frigoríficos que envíen al súper la lista de la compra cuando se nos acaben los yogures, gafas que pidan cita a nuestro oftalmólogo si nuestras dioptrías aumentan o pulseras que den cuenta de nuestros niveles de ansiedad. Innovaciones que harían parecer la casa concernista que Spike Jonze recreó para el protagonista de Her un hogar casi prehistórico.
‘NeuroOn’ promueve la ‘siesta energética’ y la promesa del reparador sueño polifásico a un precio asequible.
Dormiremos menos, abrazaremos más
Pero quizá la cuestión más apabullante apuntada por Trendwatching es el hecho de que cualquier ámbito de la existencia podrá convertirse en el apellido de Internet of things. Tan solo hay que pensar en un interés, área o circunstancia para dar lugar al internet de las cosas de cada uno: Internet of caring things, of healthy things, of mindful things, internet of family things son algunos ejemplos reales y sus dispositivos nos hubieran parecido delirantes hace solo unos años.
Como, Mother un sistema que trabaja con sensores móviles independientes para monitorear la ubicación de cada miembro de la familia y el uso de objetos dentro de la casa y cuyo naming alude, seguramente con ironía, a la información que toda madre acaba teniendo de lo que ocurre en el hogar.
También para los padres y cuidadores está pensado T. Jacket, la chaqueta inteligente que permite dar abrazos remotos a través de presión que se activa mediante una aplicación móvil. La empresa que lo comercializa habla de “enviar una alerta cuando se detecta ansiedad en el niño, lo que permite a los padres dar tranquilidad en tiempo real”.
Que se sepa, todavía no hay chaquetas para abrazar adultos pero sí máscaras para determinar el patrón del sueño más eficiente para su portador. Se trata de NeuroOn y aunque es estadounidense promueve la llamada “siesta energética” y la promesa del reparador sueño polifásico a buen precio, apenas 235 dólares más gastos de envío.
Y si las siestas energéticas no son suficiente y nuestro estado de alerta merma Kickstarter ha diseñado Vigo, un dispositivo con sensor de infrarrojos que detecta el cansancio en los movimientos de nuestro cuerpo y da 'empujoncitos' al usuario a través de suaves vibraciones y pistas de audio energetizantes.
Y así ad infinitum teniendo en cuenta que las personas estamos rodeadas de entre 1.000 y 5.000 objetos a diario y hablamos de una suerte de inventario de todos ellos para interconectar e interactuar con el mundo real y el mundo en línea de esos objetos como ya sucede con los códigos QR.
The Internet of things hace pensar en un mundo de facilidades y buenas noticias, ¿los infartos se podrán prevenir?, ¿será el final del robo de objetos?, ¿tendremos todos buena mano con las plantas gracias al Wifi? Pero, como siempre que hablamos de datos abiertos surgen interrogantes menos optimistas acerca de las consecuencias para nuestra privacidad, del control de esos datos o incluso se plantea la cuestión de si solo porque es posible ha de hacerse.