¿Efectivos o peligrosos?: 8 remedios contra el dolor menstrual, a examen
La (necesaria) ruptura del tabú de la regla ha dado pie a que proliferen en internet infinidad de remedios, técnicas y objetos que prometen poner fin al dolor durante estos días. Dos expertas los analizan.
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Que la regla duela no es normal. Una idea que empieza a calar gracias a la ruptura del tabú y al activismo feminista. En datos de la Asociación Española de Ginecología y Obstetricia (AEGO), el 10% de las personas menstruantes padece dismenorrea (dolor durante el periodo). Este varía también en su intensidad y atiende a diferentes factores. “Hay escalones de dolor menstrual”, explica a S Moda la ginecóloga Concepción De Lucas, responsable de Ginecología Infantil en el Hospital Quirón Madrid, “este se puede tratar en sus fases más leves con analgésicos y con la ayuda añadida también de otros remedios, pero cuando condiciona el desarrollo con normalidad de nuestro día a día, impidiéndonos trabajar o ir a clase, es motivo de consulta médica porque puede haber una patología detrás (endometriosis, por ejemplo)”.
Descartado ese caso, otros factores como la “alimentación, sueño o estrés, que determinan nuestro estilo de vida, pueden ser causantes de un desequilibrio hormonal que acabe por provocar ese dolor menstrual”, cuenta la socióloga especialista en salud, sanidad y sexología con perspectiva de género Irene Aterido, primera coach menstrual de España y creadora del blog Me Duele la Regla. Ambas expertas analizan las soluciones y productos que proliferan en el mercado y en internet con la finalidad de combatir de verdad, y fuera de peligro, ese dolor
1.Dispositivos TENS. Acaban de invadir las cuentas de Instagram españolas gracias a la difusión que se les está dando desde plataformas y comercios especializados en menstruación. Se trata de un aparato pequeño, con dos parches adhesivos que colocar en el bajo vientre, y que funciona enviando impulsos eléctricos. Actúa, según describen las diferentes marcas de fabricantes, desde la piel y su función pasa por ‘engañar’ al sistema nervioso central retrasando en este la percepción del dolor.
¿Qué dicen las expertas? “Se han usado tradicionalmente en Europa y desde hace unos años más en España. Hay estudios científicos que los avalan. Se usan en fisioterapia general y en la especialidad de suelo pélvico”, dice Irene Aterido. “Recomendaría, antes de empezar a usarlo, acudir a uno de estos profesionales, que puede ayudarnos a concretar la intensidad y la frecuencia que mejor nos va (habitualmente para la dismenorrea son 80 hercios). Se deben usar en ámbito doméstico o relajado, nunca realizando tareas delicadas, como conducir, ya que las descargas producen un leve cosquilleo. Está contraindicado en casos de epilepsia, arritmias cardiacas, embarazos, ni se debe usar en ninguna otra zona del cuerpo que no sea para la que está indicado». La ginecóloga De Lucas apunta: “Tiene fundamento y es recomendable (y esto se aplica a cualquier otro remedio) para dolores leves, si el dolor es fuerte antes habrá que descartar con ayuda profesional, como explicábamos anteriormente, que el dolor no responda a una patología”.
2. Infusiones calmantes y antiinflamatorias. De manzanilla, cúrcuma, jengibre, canela, caléndula o hinojo, recomendadas para tomar durante los días previos y con el propio dolor menstrual.
¿Qué dicen las expertas? “Son efectivas para casos de dolor leve o como complementos porque ciertamente tienen propiedades antiinflamatorias”, dice Concepción De Lucas. “Reducen la inflamación, el cólico menstrual y el dolor también por sus propiedades apaciguantes y como relajantes musculares, pero la dosis necesaria para que haga efecto es muy personal y no la conocemos con la misma facilidad con la que se indica la dosis de un medicamento (aunque empieza a haber comprimidos)”, añade Irene Aterido. Otra planta muy utilizada, propia del Mediterráneo, que actúa como regulador hormonal, es el Vitex agnus-castus (sazugatillo)”.
3. Aceites esenciales. Como los de lavanda, que se aplican sobre la piel (en sienes, bajo viente, muñecas) y que, a través de la inhalación y de la absorción cutánea prometen aliviar el dolor. Más allá de lo ‘instagrameables’ que resultan sus tarritos y lo agradable de su olor, ¿funcionan?
¿Qué dicen las expertas? “Hay estudios que explican por qué afectan. El efecto es tópico y también olfativo, donde intervienen los terreno que están en los aceites esenciales y actúan como principios activos. Igual que con los TENS, su efecto no va más allá de la piel pero por la vía olfativa sí va a tenerlo en el sistema nervioso central, que es clave”, expone Irene Aterido. Concepción De Lucas recuerda que es un “método alternativo que, de entrada, no tiene por qué resultar dañino. Para un dolor grave recomendaría combinarlo con un analgésico, puede funcionar bien como añadido”.
4. Aplicar calor. La bolsa de agua, el saco térmico de semillas o la manta eléctrica, que están presentes en casi todas las casas son el remedio local más común. Las instrucciones sobre cómo deben usarse son menos conocidas.
¿Qué opinan las expertas? “Alivia la congestión en la zona pélvica, provoca cierta vasodilatación y mejora la circulación local. Se debe poner sobre la tripa o en la espalda, pero hay que tener en cuenta que las exposiciones al calor han de ser cortas y en temperaturas intermedias. No puede estar ardiendo y aplicarlo durante 20 minutos, por ejemplo. En caso de usar una manta eléctrica, se debe poner al mínimo y no más de 10 minutos”, dice la ginecóloga De Lucas.
5. Chocolate. Otro de esos remedios tradicionales que hemos dado por buenos y que tiene particularidades. Es importante prestar atención a qué tipo de chocolate estamos tomando y los ingredientes que este lleve.
¿Qué dicen las expertas? “El chocolate lleva triptófano. Un sustancia que genera un efecto muy parecido al de la serotonina en nuestro cerebro y que ayuda a contrarrestar esa sensación de dolor”, explica Concepción. Irene Aterido recuerda la importancia de cerciorarse de que ese chocolate que consumimos sea de “alto porcentaje en cacao y libre de azúcares o aceite de palma, que tienen efecto precisamente inflamatorio. Además, el cacao contiene magnesio, un antiespasmódico, que no se consigue fácilmente ni en gran cantidad a través de la dieta habitual y es un antiestresor, muy recomendable para el dolor menstrual”.
6. Practicar ejercicio. Se recomienda hacerlo si se tiene hábito y habitualmente el consejo está orientado a prácticas más suaves, como yoga. Desde algunos blog se prescriben incluso asanas (posturas) específicas para esos días.
¿Qué dicen las expertas? “En esos días lo recomendable es hacer el ejercicio que apetezca, que pida el cuerpo. Es normal estar más fatigada por el descenso brutal de progesterona que se produce antes de la bajada de la sangre. Pero, progresivamente , a través del sangrado, empezaremos a encontrarnos mejor”, explica la coach menstrual Irene Aterido. “El yoga es fantástico, sería como el deporte de elección esos días, las terapias cuerpo y mente van a ayudar a equilibrar y a nivel del sistema nervioso, a que estemos más tranquilas, sin ansiedad. Como en la fase menstrual tenemos menos resistencia física, seguramente serán convenientes sesiones más cortas, pero no hay contraindicaciones”.
7. Mantener relaciones sexuales y masturbación. Tener sexo durante la regla o darse placer a una misma no son las recomendaciones más habituales. Son incluso concebidas como una práctica engorrosa y en ocasiones tabú durante estos días en torno a las cuales circulan multitud de mitos. Pero más allá de la elección personal sobre disfrutarlo o evitarlo, ¿cuáles son sus efectos?
¿Qué dicen las expertas? “Hay mucha información y y hay mucha ciencia detrás de los efectos que producen en la relajación muscular los orgasmos. Regulan la sangre, eliminando la sensación de congestión y con ello se liberan oxitocinas y endorfinas y eso nos ayuda a manejar mejor la sensación de dolor y molestia”, explica Aterido. “La penetración vaginal también ayuda a la caída del endometrio, por lo que probablemente tendremos un día menos de sangrado”.
8. Baños de vapor vaginales. Defendidos hasta la saciedad por Gwyneth Paltrow desde su cuestionado negocio de estilo de vida, Goop, los baños de vapor vaginales, además de venderse como una vía de limpieza vaginal y de útero que ayuda a calmar lo dolores posparto y en el balance hormonal, entran también al saco del alivio para el dolor menstrual. “Ni idea de si esto funciona, pero no puede hacer mal, ¿no?”, escribía Chrissy Teigen en un post de Instagram que publicaba pocos días después de dar a luz. En él aparecía sentada sobre uno de estos recipientes con agua hirviendo y mezcla de hierbas que se venden en pack en plataformas como Amazon.
¿Qué dicen las expertas? Teigen se equivocaba, pone en peligro la microbiota vaginal. “Todo lo que sea manipulación vaginal (igual que las duchas vaginales, por ejemplo) favorece el aumento de infecciones. La temperatura también sería un factor de riesgo: con el vapor te puedes quemar e irritar la zona. Manipulación vaginal aleatoria y sin control, no”, insiste la ginecóloga Concepción De Luca.